El viajero cruza el puente. Abajo, el río. A un lado, Sevilla; al
otro, Triana. El río viene de Cazorla y va, entre marismas y tierra llana,
camino de la mar grande. Se encuentra
con ella en Sanlúcar, frente al Coto. A sus espaldas, la Giralda; la torre
Pelli le hace competencia; la Giralda es más bella; infinitamente, más bella.
Los indicadores muestran el camino a otros viajeros que van a
otros lugares: Huelva, el Aljarafe.… El olivo, en el Aljarafe, es el señor de las lomas y tierras suaves; sus
aceitunas y aceites tienen cartel propio.
El viajero toma la autovía que lleva a Extremadura; en los mapas, Autovía
de la Plata. A un lado, Camas, donde brotaron la esencia y arte en la mano
izquierda de Curro, o en la chicuelina del ‘Niño Sabio’; más adelante, sobre una
colina, Itálica; San Isidoro del Campo,
pureza de Martínez Montañés en su retablo…
En las Pajanosas comienza la Cuesta de la Media Fanega. Se aparta
de la autovía. Cuando la carretera pasaba por el centro del pueblo un cartel
anunciaba a los posibles compradores: “Se venden conejos negros”. Enfila el
poblado de El Garrobo. Tierra, llana. Hasta aquí no llegaron los sedimentos que
el Guadalquivir dejó por sus orillas.
Va por camino de Sierra: encinares y castaños; monte bajo y jara,
y la dehesa llena de brotes tiernos. Por el cielo, el vuelo acompasado, lento y ojeador del
buitre y la cigüeña negra.
Por Higuera de la Sierra la carretera es una calle larga, muy
larga. Generosidad de cal en sus casas; tejados rojizos; la mole de la iglesia
de San Sebastián; una placita de toros primorosa… En Higuera celebran la
‘Cabalgada’ en la noche de Reyes. Los nativos dicen siempre que ellos nacieron
en un ‘pueblo de Reyes’. Es algo único. Excepcional. Sobreviven las tradiciones
y el esfuerzo es de todo el pueblo.
Tapias de piedra seca;
pastan toros bravos. Esperan tardes de sol, mantillas y mujeres guapas
en tendidos de plazas lejanas. ¿Caerá algún clavel sobre el ruedo? Todo el paisaje ya es dehesa; campo único,
precioso.
Que buen gusto!! Me ha encantado. Ir de Sevilla a Aracena, pasando por Higuera, muy despacito el camino, parar en varios sitios y disfrutar de los toros en el campo. Es tan bonito!!
ResponderEliminarQué bien cuentas el camino, querido Pepe...
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