Desde
temprano sopla aire de levante; cielo nublado. Nubes altas, plomizas; no dejan
que brille el sol. Al mediodía levantan un poco, solo un poco. No abre una
tarde esplendorosa de primavera; no. No luce el cielo azul propio de este tiempo.
Es como un día de otra estación pero con calor.
Aparco donde
siempre. Hay más de densidad de tráfico. Me voy por las calles de siempre; hay
más gente que otras veces. Muchos se han disfrazado. Llevan camisetas con los
colores de sus equipos. La gente se habla a voces; se gritan. Parecen felices.
Agitan banderas. Entre los mayores van algunos niños.
La Avenida
del Doctor Marañón acoge más coches que cualquier otro día. No digamos si es un
domingo y al final de la tarde. Las aceras, también. Por ambos lados la gente
las llena. Caminan deprisa; van rápidos. Me adelanta un grupo; les empuja la
bulla…
En las
cercanías del estadio ya hay aglomeración. La presencia policial anuncia que
todo va a estar controlado. Tanquetas; otros hombres, están a pie, algunos
junto a los edificios, o en el centro de
las medianas de la calle. El murmullo aumenta.
Colas.
Desorganización. Control de bolsas cuando se pasa el torno. El graderío lleno;
la gente ilusionada. Dicen que se juegan mucho. ¿Dinero?, ¿prestigio social?, ¿orgullo
de un ego no muy bien entendido?
Salen a
calentar. Griterío. Primero los portero y
técnicos de un equipo; luego, los
del otro. Pitos, palmas, voces. Los espectadores divididos por lo menos
en cuanto al griterío. En otras cosas, también.
Un poco más
tarde ya están los dos contendientes sobre una alfombra verde, un tapiz de
ensueño. Aquí dice un vecino de asiento, quien no juega es porque no sabe. No
creo, le digo, que sea el caso. Disparan fotos y más fotos ¿para qué las
quieren? Se encienden los focos: potentes; son un haz de luz.
Un niño de
pueblo coleccionaba estampitas; las pegaba con gachuela; allí quedaban: Alonso,Atienza,
Marquitos, Santamaría, Lesmes, Santisteban, Zárraga, Joseíto, Mateos, Kopa,
Rial, Di Stefano, Puskas, Gento… ¡Quién le iba a decir que, ayer, con nombres distintos y el mismo color de
camiseta, bueno el mismo, no, ayer era
morado, los iba a ver proclamarse
Campeones de Liga en una noche mágica en la Rosaleda. Por cierto, Málaga CF 0;
Real de Madrid, 2.
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