El Chorro (Álora) Río Guadalhorce. F. Felipe Aranda
6 de febrero, lunes. Es un
paraje interior entre calizas. En las alturas, un cielo azul perpetuo; por su
suelo, corre el Guadalhorce que viene desde los Alazores y va camino del Mar
donde rinde tributo.
El Paraje Natural del
Desfiladero de los Gaitanes ocupa más de dos mil hectáreas en la parte central
de la provincia de Málaga adonde no llegan las brisas del mar… Toca los términos
municipales de Antequera, Ardales y Álora.
El río Guadalhorce lo atraviesa
de norte a sur. Es el gran protagonista que rompe la caliza y recibe el tributo
de otros dos ríos menores, el Turón que vine desde la Sierra de las Nieves y el
Guadalteba, que nace en las cercanías de la Cueva del Becerro. El Turón bordea
El Burgo y Ardales y se entrega al Guadalhorce, remansado en el pantano; el
Guadalteba, tiene mucho de serrano y de otros sabores…
La caliza que forma las sierras
del paraje se elevan hasta los más de casi los mil doscientos metros de la
Sierra de Huma. Cuando soplan los aires del norte en los días fríos del
invierno, ella sirve de freno y permite que toda la vega sea un vergel verde,
frondoso de limoneros y naranjos salpicado por multitud de casitas blancas.
El enclave es un lugar
excepcional. Da cogida a la flora y fauna que confieren al paisaje un sabor
especial, distinto y casi la hace paisaje de un cuadro de Carlos de Haes. Huele
a tomillo, a romero, se huele a lentisco y de vez en cuando, de entre los
palmitos, puede que salte un gazapillo asustado que se alejó demasiado de su
madriguera. Por el cielo siempre limpio los buitres hacen círculos concéntricos
y aprovechan las térmicas.
La mano del hombre ha
enriquecido el paraje. Antes, cuando los trenes tenían tracción de vapor el
ruido de las máquinas que los arrastraban se hacían más sonoros entre túnel y
túnel; ahora, electrificados, son trenes silenciosos que aparecen y se los
traga la tierra en un momento, casi sin dar opción a verlos…
Embalses que retienen y
almacenan agua. Aprovechamiento hidráulico. Algunas centrales hidroeléctricas,
cumplida su función - el Gaitanejo o El Chorro, por ejemplo – dieron paso a
otras más potentes, modernas, como La Encantada. Pero, sobre todo, donde el
hombre dejó una muestra de belleza única fue en su excepcional Caminito del
Rey…
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