Observatorio de Calar Alto. Sierra de los Filabres. Almería
25 de febrero, sábado. Era
verano. Hacía el calor propio del mes de julio. Autovía Guadix-Almería. En
Gérgal, desviación hacia Calar Alto. La carretera sinuosa, aunque con un
asfalto excelente. Me sorprende la frondosidad de la vegetación. Esperaba más
pobre la sierra de los Filares. Cuando casi se corona una deviación. a la izquierda, lleva
al observatorio de Calar Alto…
Acaba de salir en la prensa que
desde allí un equipo de científicos han hecho un descubrimiento asombroso:
puede haber vida en otros planetas, ‘exoplanetas´ los llaman ellos, similares a
la tierra, que están fuera del sistema solar y que son más pequeños que el sol.
Aquella noche, después de la magnífica
explicación que nos dieron, algo asombrado, uno en su ignorancia se hacía
preguntas de Perogrullo, ¿y todo va a ser para nosotros solos? Dudas que no tienen respuestas como pensar
¿Dónde acaba, si trazo una línea recta, todo esto? Y viene aquello del infinito
y esas cosas que no caben en la mente humana. Por cierto, acabo de escribir una
tontería. ¿En el planeta tierra quien tiene ‘mente’ además de los humanos? Pues
eso.
Luego, con el frío de la
madrugada porque en esa altura, aunque sea julio, de madrugada hace mucho frío,
busqué el refugio reservado en Bacares y antes de dormir pensé en otras muchas
cosas. Esta mañana la prensa, con un vocabulario inteligible para los que somos
limitados nos dice que a lo mejor no estamos solos y que tanto, tanto está
compartido.
Por otro lado, también hace
balance de la guerra en Ucrania. El egoísmo de muchos, de los dos lados, dan
sueltas a su vanidad y a la ambición del negocio de las armas. No nos
engañemos, detrás de todo, además de una falsa ideología, lo que aflora es la
ganancia y el puñetero dinero. El dolor de la gente y la destrucción importa
poco.
Casi no nos acordamos de la
tragedia de Turquía y Siria. La destrucción ha quedado para ellos. Nosotros
‘casi’ hemos acallado las conciencias con la asistencia de personas que han
dado lo mejor de sí mismos y con el envío de materiales y víveres…
Estamos en una contradicción.
El Rey Sabio, Alfonso X, dicen que quiso alcanzar las estrellas y perdió de
vista la tierra. Algo parecido y con algo muy clarito: no hay tanta distancia
entre la utopía y la realidad.
llevas razo
ResponderEliminar