lunes, 20 de febrero de 2023

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Perdido

 


                      Calle Juan de Herrera. Barrio de la Trinidad. Málaga

                                          

20 de febrero, lunes. Hace unos días fui con mi mujer al Hospital Clínico Universitario ‘Santa María de la Victoria’. El Clínico, para entendernos. Ese hospital moderno, a las afueras, que como siga Málaga a ese ritmo de crecimiento ya mismo está en el centro, y que le ha quitado la primacía al Hospital Civil de entonces, al que desbancó el Carlos Haya – ahora se llama con otro nombre – pero da igual.

A lo que iba. Terminado el asunto le propuse salir, en coche, claro, por el sentido contrario, o sea buscar la antigua carretera que va por el Puerto de la Torre a Almogía, y luego sigue para Villanueva, alias el ‘Pueblecillo’ y por la Boca del Asno a Antequera… No se lo van a creer, me perdí.

Anduve por un dédalo de calles nuevas. Edificios monumentales. Enormes, de altura; calles muy amplias, plazoletas con fuentes que tienen saltadores de agua y funcionan; zonas ajardinadas; espacios sembrados de césped, árboles, arbustos de los que desconozco el nombre; medianas con rosales, setos y adelfas…

Di más vueltas que una revolandera (iba a poner eso de la feria y el… pero como ahora no es políticamente correcto pongo lo otro y haya paz y, luego, gloria, si se puede). Es la Málaga nueva. La que van a vivir los que vienen detrás de nosotros, la que se vende a precios que no se pueden pagar. Esos son otros lópeces.

Uno se las anda por la Málaga de siempre. Cuando voy a La Rosaleda – llevo casi cuarenta años, de una u otra manera – ahora, aparco en calle Juan de Herrera. Es la Málaga que pide a voces el camión de riego -y otras cosas - con agua a presión que limpie la mugre de las calles. Me da mucha pena escribirlo, pero es así. Los barrios, algunos barrios de Málaga, piden atención y no se puede dejar para mañana.

Los aficionados al baloncesto están eufóricos. Me alegro por ellos. Mi Málaga esta noche se enfrenta al Zaragoza, otro, que las pasa casi tan canutas como nosotros…

Por una chispa rara, al llegar al término de este artículo, me viene el recuerdo de: Américo, Montero, Arias, Benítez, Ben Barek, Viberti…  Por la megafonía, recordaban: “Si está usted falto de vitaminas, la Cancela es una mina…” y Sandy Shaw cantaba “Marionetas en la cuerda”: Todo, tan lejos, tan lejos (lo de marionetas, no. Solo hay que ver los telediarios) que ahí, también, me hallo perdido.

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