viernes, 24 de febrero de 2023

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Con el chacachá del tren


                          


                                         Estación de El Chorro. Álora (Málaga)

 

24 de febrero, viernes. Dicen los papeles viejos que el tren llegó a Málaga de la mano de la economía. Verán. Málaga, ciudad acogedora, aunque con quejas de los nativos, siempre tuvo los brazos abiertos para los que llegaban. La copla con un deje de dolor dice: “Adiós Málaga la bella / tierra donde yo nací / fuiste madre para todos / y madrastra para mí”.

Muchas familias vieron posibilidades de desarrollo industrial, agrícola vinícola, ganadero y pesquero… Desde la Rioja, desde la Tierra de Cameros, bajaron a las tierras del Sur familias con grandes pensamientos en la cabeza y con ideas de desarrollo económico muy claros. De allí vienen los Saénz de Tejada, los Larios o los Heredia.

Con estas familias llegan otras procedentes de países europeos. De Inglaterra, los Galwey, Crooke o Bryan.. ; de Gales, los Loring; de Alemania los Gross, Grund, Brinkman o Rittwagen; de Francia, Beigveder, Casaux, Souivon, Rein, Taillefer; de Italia, Escassi, Raggio, Mapelli, Chicano, Mamely o Pecci.

Son la levadura – no hay que olvidara al marqués de Salamanca, aunque éste tuvo más preponderancia fuera de Málaga- del desarrollo industrial y económico del siglo XIX. La industria necesitaba la energía que estaba en el carbón y el carbón estaba en Sierra Morena, en Bélmez. Desde allí se diseña un trazado de ferrocarril hasta Málaga.

En 1863 se inician las obras. En 1865 llega el tren desde Málaga a Álora. Entre 1865 y 1875 se construye el trazado hasta Córdoba. Las dificultades para salvar los accidentes naturales (Cordillera Penibética y el Guadalhorce, enormes). Entre Álora y el Chorro – La estación de Las Mellizas se construye después como apeadero) se tiran tres puentes, Tajo I y las Mellizas, metálicos; Tajo II, hormigón y seis túneles: Bombíchar, La Pinta, La Almona, Viaducto Lafuente y El Chorro.

Otras corrientes económicas, en el siglo XXI, en esta ocasión de la mano del turismo abre unas expectativas de desarrollo excepcionales. El Chorro y su entorno con el Caminito del Rey, es un atractivo para posibles visitantes. La recuperación del patrimonio que iba camino de la desaparición, pero la decisión del entonces presidente de diputación Salvador Pendón y seguida por sus continuadores, salvó el desastre.

Desde la actual Corporación Municipal de Álora siguiendo la estela marcada por otras anteriores con ímprobo esfuerzo ha conseguido (por esos túneles sí cabe el tren) que se prolongue la línea de cercanías desde la capital hasta El Chorro. Dentro de muy poco, a final de marzo, será una realidad.

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