24 de febrero, viernes. Dicen
los papeles viejos que el tren llegó a Málaga de la mano de la economía. Verán.
Málaga, ciudad acogedora, aunque con quejas de los nativos, siempre tuvo los brazos
abiertos para los que llegaban. La copla con un deje de dolor dice: “Adiós
Málaga la bella / tierra donde yo nací / fuiste madre para todos / y madrastra
para mí”.
Muchas familias vieron
posibilidades de desarrollo industrial, agrícola vinícola, ganadero y pesquero…
Desde la Rioja, desde la Tierra de Cameros, bajaron a las tierras del Sur
familias con grandes pensamientos en la cabeza y con ideas de desarrollo
económico muy claros. De allí vienen los Saénz de Tejada, los Larios o los
Heredia.
Con estas familias llegan otras
procedentes de países europeos. De Inglaterra, los Galwey, Crooke o Bryan.. ; de Gales, los Loring; de Alemania los Gross, Grund, Brinkman o
Rittwagen; de Francia, Beigveder, Casaux, Souivon, Rein, Taillefer; de Italia,
Escassi, Raggio, Mapelli, Chicano, Mamely o Pecci.
Son la levadura – no hay que
olvidara al marqués de Salamanca, aunque éste tuvo más preponderancia fuera de
Málaga- del desarrollo industrial y económico del siglo XIX. La industria
necesitaba la energía que estaba en el carbón y el carbón estaba en Sierra
Morena, en Bélmez. Desde allí se diseña un trazado de ferrocarril hasta Málaga.
En 1863 se inician las obras.
En 1865 llega el tren desde Málaga a Álora. Entre 1865 y 1875 se construye el
trazado hasta Córdoba. Las dificultades para salvar los accidentes naturales
(Cordillera Penibética y el Guadalhorce, enormes). Entre Álora y el Chorro – La
estación de Las Mellizas se construye después como apeadero) se tiran tres
puentes, Tajo I y las Mellizas, metálicos; Tajo II, hormigón y seis túneles:
Bombíchar, La Pinta, La Almona, Viaducto Lafuente y El Chorro.
Otras corrientes económicas, en el siglo XXI, en esta ocasión de la mano
del turismo abre unas expectativas de desarrollo excepcionales. El Chorro y su
entorno con el Caminito del Rey, es un atractivo para posibles visitantes. La recuperación
del patrimonio que iba camino de la desaparición, pero la decisión del entonces
presidente de diputación Salvador Pendón y seguida por sus continuadores, salvó
el desastre.
Desde la actual Corporación
Municipal de Álora siguiendo la estela marcada por otras anteriores con ímprobo
esfuerzo ha conseguido (por esos túneles sí cabe el tren) que se prolongue la
línea de cercanías desde la capital hasta El Chorro. Dentro de muy poco, a
final de marzo, será una realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario