martes, 28 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La Sierra
Sierra de Abdalajís.
28 de febrero, martes. La
naturaleza te pasmará con tanta belleza. Deja para otra ocasión adentrarte por
el Desfiladero de los Gaitanes. Eso, es otra cosa. Cruzar todo el Caminito es
una experiencia que vas recordar siempre. Hoy, si te parece, nos vamos hacia a
las alturas. Vamos a coronar la cumbre. Más de mil metros. Con creces. El paisaje, ni te cuento. Se puede subir por
la cara norte, desde allí, si el día está claro la mirada te lleva a Sierra
Morena.
Si subes, por Las Angosturas a
la cumbre del Huma (por aquí decimos, ‘la Juma’)… La ascensión a pie es
lenta, larga y de cielos abiertos. De vez en cuando quédate quieto. Por dos
razones: para recobrar el resuello y para admirar todo lo que te rodea. Mira el
volar de los pájaros de acero (te sorprenderás de cuántos en tan poco tiempo)
que enfilan – no más de seis minutos para estar rodando en pista en el
aeropuerto a orillas del mar…- o los
otros pájaros silenciosos, con que los ávidos de sensaciones nuevas describen
circunferencias concéntricas (como si todas las circunferencias no fuesen
concéntricas…) Han cambiado las plumas por alas de nylon . Hacen parapente,
alta delta o vete a saber qué, dejándose arrastrar por las corrientes térmicas.
En las Angosturas pregunta, si
tienes ocasión, por qué hay tantos que se llaman Lorenzo. Te hablarán del
patrón de El Valle (con solo trasponer por la Fresneda comprenderás parte de tu
duda), que te expliquen lo de Puerto de Flandes, por qué lo del Peñón de Negro
y por qué en La Parda tenían, cuando vendían los pastos del verano, la llave de
la sierra.
Cuando hayas llegado, si no
subiste temprano y lo hiciste a pie desde Las Angosturas no tendrás mucho tiempo
para patear por las cumbres… Tienes que regresar antes que te pille la noche.
Es probable que cuando bajes, ya haya llegado, por mor de las sombras de las
sierras cercanas y por lo encajonado, a las orillas del río. Ah, no te lo había
dicho, antes, es Guadalhorce. ¿Sabes aquello de Álora, la bien cercada / tu
que estás en par del río…? Ese es.
Si quieres, en El Chorro puedes
y tienes donde quedarte. El regreso en tren o con el coche. En ambos casos
vienes orillando el río que como tú – y como todos – va camino de la mar. Ya
sabes de lo Jorge Manrique…
lunes, 27 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Miguel de Mañara, un hombre de actualidad
Miguel de Mañara. Preludio de don Juan Tenorio.
27 de febrero, lunes. Don
Miguel de Mañara nació en la ciudad más importante de España del siglo XVII,
Sevilla. Era la ciudad más rica, colorista y monumental a donde llegaban los
tesoros de América y que por capricho de un rey no era la capital del Reino.
Era, también, el lugar con más pobres, hambre y miseria de su tiempo. No
faltaban en sus calles harapientos y pillos, truhanes y aventureros. España ya
estaba en decadencia, pero allí las artes florecieron de manera excepcional:
Roldán, Juan de Mesa, Martínez Montañés, Murillo, Valdés Leal…
Don Miguel de Mañara nació en
el seno de una familia acomodada y con gran influencia en su sociedad. Su
familia muy numerosa sufrió los vaivenes de la vida. Tuvo una infancia con
excelente educación. A los diez años forma parte de la Orden de Calatrava. Con
trece es el heredero de la fortuna familiar. Su juventud, irresoluta y mujeriega.
Según algunos, preludio de don Juan Tenorio. Con treinta, ya viudo de doña
Jerónima Carrillo sufre una gran crisis que le lleva a cambiar de vida.
Un día ve un entierro por la
calle y pregunta quién es el muerto. Le dicen que no lo conocen; según otros
biógrafos, en sueños tiene la noticia que es el suyo. Se conmociona de tal
manera que intenta, después de un período de reflexión, entrar en religión. No
lo reciben en ningún sitio.
Mañara ve lo efímero de la vida
terrenal y tras un tiempo de asceta decide dejar el devaneo y quiere entrar en
contacto con otra vida más trascendente.
Descubre la labor callada de la Santa Hermandad y cómo reparten la
caridad entre los más necesitados.
La sociedad sevillana
conocedora de su poder y de su vida de don Juan desconfía de él. Lo acoge
la Santa Hermandad donde él mismo confiesa que va a ser “el más pobre de los
pobres”. Por documentos se sabe que, poco a poco, vende su fortuna y la entrega
a los necesitados. Refunda la institución de Caridad. Crea el hospicio y un
hospital (no llegó a ver terminado el tercero, cuando muere en 1678 con
cuarenta y ocho años)
Está enterrado en la iglesia de
San Jorge, en el Hospital de la Santa Caridad de Sevilla. Desde hace unos años
la iglesia retomó la causa de llevarlo a los altares, aunque el pueblo sevillano
tras su muerte ya lo considero como un hombre que había alcanzado la santidad
en vida.
domingo, 26 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La dehesa de Flores
Convento de Flores. Álora (Málaga)
26 de febrero, domingo. Formó parte de la Dehesa de la Villa. Estuvo dentro del patrimonio que poseyó el Convento franciscano recoleto de Flores, establecido allí desde 1590 hasta 1835 en que fueron desamortizados por Mendizábal.
Debió llegar hasta lo que hoy se conoce con el nombre de arroyo del Sabinal. En pie de página que inserta Diego Mamely González a su trabajo de trascripción del Catastro del Marqués de la Ensenada dice: “Nota de don Antonio -se refiere a don Antonio Bootello Morales en la Hojita Parroquial- ‘dicho arroyo es el del Sabinar, la Molina radicaba en las actuales huertas de Josefa Plana Hidalgo y Josefa González Robles. Así mismo hay una molinilla también de pan moler de una piedra, que está sin uso por falta de agua, distante de esta Villa un cuarto de legua, fabricada en tierras de la Dehesa’.
Un documento más antiguo, el del Libro del Repartimiento, recoge: delimita su extensión y uso y aparece: “Queda por dehesa común del concejo, para bueyes e vacas de arada e caballos e potros de los vecinos de la dicha villa de Álora, dende la vigornia e va alindando con el dicho exido por los mojones del fasta dar en el río Guadalhorce, e de allí va río arriba el agua por los mojones fasta llegar al arroyo que viene de aquel cabo de los paredones, que es el segundo arroyo frontero del atalaya Mohas, do están los mojones por deslindamiento e va la sierra arriba, aguas vertientes, hasi el dicho rio queda por dehesa e buelve descendiendo de la dicha sierra por falda de la sierra Aguas a dar en el arroyo de los almendros atravesando la sierra del Hacho, derecho a una peña blanca que está en el Hacho Viejo. E queda por vereda para los ganados que puedan entrar por la dicha boca del Savinar questa entre el Hacho Viejo e la sierra de aguas por el camino de la sierra del Hacho e el camino, e que non quedan abaxar del camino abazo hasta venir al exido del real de Sevilla y que puedan descender al río en el dicho exido y la dicha dehesa por una cañada que queda que queda señalada fasta a dar en la alhóndiga”.
Es un
poco largo, pero muy sabroso. Por su interés para los amantes de los papeles
viejos, ahí queda…
sábado, 25 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora
Observatorio de Calar Alto. Sierra de los Filabres. Almería
25 de febrero, sábado. Era
verano. Hacía el calor propio del mes de julio. Autovía Guadix-Almería. En
Gérgal, desviación hacia Calar Alto. La carretera sinuosa, aunque con un
asfalto excelente. Me sorprende la frondosidad de la vegetación. Esperaba más
pobre la sierra de los Filares. Cuando casi se corona una deviación. a la izquierda, lleva
al observatorio de Calar Alto…
Acaba de salir en la prensa que
desde allí un equipo de científicos han hecho un descubrimiento asombroso:
puede haber vida en otros planetas, ‘exoplanetas´ los llaman ellos, similares a
la tierra, que están fuera del sistema solar y que son más pequeños que el sol.
Aquella noche, después de la magnífica
explicación que nos dieron, algo asombrado, uno en su ignorancia se hacía
preguntas de Perogrullo, ¿y todo va a ser para nosotros solos? Dudas que no tienen respuestas como pensar
¿Dónde acaba, si trazo una línea recta, todo esto? Y viene aquello del infinito
y esas cosas que no caben en la mente humana. Por cierto, acabo de escribir una
tontería. ¿En el planeta tierra quien tiene ‘mente’ además de los humanos? Pues
eso.
Luego, con el frío de la
madrugada porque en esa altura, aunque sea julio, de madrugada hace mucho frío,
busqué el refugio reservado en Bacares y antes de dormir pensé en otras muchas
cosas. Esta mañana la prensa, con un vocabulario inteligible para los que somos
limitados nos dice que a lo mejor no estamos solos y que tanto, tanto está
compartido.
Por otro lado, también hace
balance de la guerra en Ucrania. El egoísmo de muchos, de los dos lados, dan
sueltas a su vanidad y a la ambición del negocio de las armas. No nos
engañemos, detrás de todo, además de una falsa ideología, lo que aflora es la
ganancia y el puñetero dinero. El dolor de la gente y la destrucción importa
poco.
Casi no nos acordamos de la
tragedia de Turquía y Siria. La destrucción ha quedado para ellos. Nosotros
‘casi’ hemos acallado las conciencias con la asistencia de personas que han
dado lo mejor de sí mismos y con el envío de materiales y víveres…
Estamos en una contradicción.
El Rey Sabio, Alfonso X, dicen que quiso alcanzar las estrellas y perdió de
vista la tierra. Algo parecido y con algo muy clarito: no hay tanta distancia
entre la utopía y la realidad.
viernes, 24 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Con el chacachá del tren
24 de febrero, viernes. Dicen
los papeles viejos que el tren llegó a Málaga de la mano de la economía. Verán.
Málaga, ciudad acogedora, aunque con quejas de los nativos, siempre tuvo los brazos
abiertos para los que llegaban. La copla con un deje de dolor dice: “Adiós
Málaga la bella / tierra donde yo nací / fuiste madre para todos / y madrastra
para mí”.
Muchas familias vieron
posibilidades de desarrollo industrial, agrícola vinícola, ganadero y pesquero…
Desde la Rioja, desde la Tierra de Cameros, bajaron a las tierras del Sur
familias con grandes pensamientos en la cabeza y con ideas de desarrollo
económico muy claros. De allí vienen los Saénz de Tejada, los Larios o los
Heredia.
Con estas familias llegan otras
procedentes de países europeos. De Inglaterra, los Galwey, Crooke o Bryan.. ; de Gales, los Loring; de Alemania los Gross, Grund, Brinkman o
Rittwagen; de Francia, Beigveder, Casaux, Souivon, Rein, Taillefer; de Italia,
Escassi, Raggio, Mapelli, Chicano, Mamely o Pecci.
Son la levadura – no hay que
olvidara al marqués de Salamanca, aunque éste tuvo más preponderancia fuera de
Málaga- del desarrollo industrial y económico del siglo XIX. La industria
necesitaba la energía que estaba en el carbón y el carbón estaba en Sierra
Morena, en Bélmez. Desde allí se diseña un trazado de ferrocarril hasta Málaga.
En 1863 se inician las obras.
En 1865 llega el tren desde Málaga a Álora. Entre 1865 y 1875 se construye el
trazado hasta Córdoba. Las dificultades para salvar los accidentes naturales
(Cordillera Penibética y el Guadalhorce, enormes). Entre Álora y el Chorro – La
estación de Las Mellizas se construye después como apeadero) se tiran tres
puentes, Tajo I y las Mellizas, metálicos; Tajo II, hormigón y seis túneles:
Bombíchar, La Pinta, La Almona, Viaducto Lafuente y El Chorro.
Otras corrientes económicas, en el siglo XXI, en esta ocasión de la mano
del turismo abre unas expectativas de desarrollo excepcionales. El Chorro y su
entorno con el Caminito del Rey, es un atractivo para posibles visitantes. La recuperación
del patrimonio que iba camino de la desaparición, pero la decisión del entonces
presidente de diputación Salvador Pendón y seguida por sus continuadores, salvó
el desastre.
Desde la actual Corporación
Municipal de Álora siguiendo la estela marcada por otras anteriores con ímprobo
esfuerzo ha conseguido (por esos túneles sí cabe el tren) que se prolongue la
línea de cercanías desde la capital hasta El Chorro. Dentro de muy poco, a
final de marzo, será una realidad.
jueves, 23 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El más grande...
David. Miguel Ángel Buonarroti.
23 de febrero, jueves. Nació
en Caprese, en la provincia de Arezzo, en el corazón de la Toscana, entre
montañas onduladas. Su arte subió mas alto que los pimpollos de los cipreses
que orlan los caminos de su tierra. En vida tuvo dos biografías escritas por
Vasari y por Ascanio Condivi y era considerado como el más grande. Sus paisanos
florentinos manifestaban sus deseos de su vuelta a la ciudad para verlo “de
cerca o de lejos”.
Michelangelo Buonarroti (1475-1564)
tuvo una infancia triste. Su madre murió cuando él tenía seis años. Lo amamantó
una nodriza, mujer de un picapedrero, de quien decía que había ‘heredado el
amor por la escultura’. Vivió a caballo entre Florencia y Roma a la sombra de
los Médicis – Lorenzo, “el Magnífico” - y los papas, principalmente, Julio II.
Su vida fue muy longeva, murió con 89 años edad muy alta para aquellos tiempos.
Dicen de él que era poco
sociable. Huraño, introvertido, con pocos amigos y de relaciones difíciles.
Tuvo un altercado, de joven, con un condiscípulo que de un puñetazo le rompió
la nariz. En su obra buscaba la belleza de todo lo joven, principalmente, lo
masculino. Su homosexualidad aparece en toda su obra.
Está considerado como el
artista más perfeccionista de la historia. Como anécdota se cuenta que, al
concluir el Moisés, - trabajó alternativamente en otras obras y tardó 40 años
en terminarlo - al ver la perfección conseguida, con un martillo golpeó en la
rodilla y le dijo: “Habla”. Un biógrafo suyo afirmó que Moisés no habló porque
el habla solo la da Dios y Miguel Ángel no era Dios. Claro que, a lo mejor,
podría agregarse, sin caer en lo sacrílego, que era ‘casi Dios”.
Escultor, arquitecto, pintor y
poeta. Destacó en todas las facetas del arte. Como escultor no se han superado
en calidad obras suyas como el David, la Piedad o el Moisés; como arquitecto su
obra cumbre es la cúpula de San Pedro, en el Vaticano, rectificando los planos
de Bramante. Es la cúpula mayor construida hasta entonces; como pintor dejó la Bóveda
de la Capilla Sixtina, encargada por Julio II a quien por discrepancias dicen
que lo pintó… ¡en el infierno!
A su muerte – el 18 de febrero
de 1564 - lo enterraron en la capilla de la Santa Croce, de Florencia, donde
también reposan los cuerpos de Maquiavelo, Dante, Galileo…
miércoles, 22 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. ¿Cuándo llegamos a Sevilla?
22 de febrero, Miércoles de
Ceniza. Era invierno. Llovía y hacía mucho frío, tanto, tanto que
entumecía los cuerpos. Las almas hechas añicos. Atrás quedaba la vida rota por
mor de una maldita guerra; enfrente, un futuro incierto. Era lo desconocido.
Era una vida de la que no se sabía nada y a la que se enfrentaban de manera
irremediable. El camino embarrado por la lluvia, por la nieve caída unos días
antes, por el tránsito de miles de personas.
Eran españoles camino del
exilio. Algunos sabían que no volverían nunca más; todos tenían la duda de qué
iba a ser de ellos. La mayoría albergaba la esperanza de que aquello acabase
cuanto antes.
Habían salido de Barcelona. Dicen
que en el camino alguien reconoció a don Antonio Machado. Le ofreció un coche.
Él lo rechazó. Continuó camino a pie – “Caminante, no hay camino, / se hace
camino al andar. / Al andar se hace
camino, / y al volver la vista atrás /
se ve la senda que nunca / se ha de volver a pisar”- subió a su madre, a doña
Ana, tan enferma como él y con muchos más años.
Pasan la última noche en suelo
de España en Viladasens; en Cèrbere, en un vagón de tren, la primera en suelo
francés. Se desplazan por ferrocarril, a Colliure. Los alojaron en el hotel Bougnol-Quintana.
El 22 de febrero, de 1939, Miércoles de Ceniza, como hoy, muere a las tres de
la tarde -¿neumonía, pena? - don Antonio Machado. Su caja descansó entre dos
sillas… Tres días después, doña Ana tuvo la visita que la llevaría al último
viaje.
Levaron su cuerpo al cementerio
de Colliure. He pasado varias veces por allí. La primera era, también, febrero.
En la sierra de Albuera, en el Alto Ampurdán corté un ramillete de flores de
almendros. Era una tarde muy gris y fría. Lo dejé sobre el granito. Todo
alrededor era gélido. La última vez, era verano. Compramos un ramo de rosas, y
cuando llegamos al cementerio un grupo con mucha algarada estaba junto a la
tumba. Mi mujer limpió un recipiente de cristal y cuando acabado “el folclore”,
se marcharon, nosotros dejamos el ramo de rosas…
Atrás, en el recuerdo, el patio
donde madura el limonero, “el sol de la infancia” y la tierra de Soria –
con Leonor en el Alto Espino - y Baeza y Segovia…Y aquella pregunta en el
camino de doña Ana “¿Cuándo llegamos a Sevilla?
Colliure (Francia) Pirineos Occidentales.
martes, 21 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Silencio
21 de febrero, martes. Almorox
es un pueblo de Toledo. Está situado en las faldas de una colina, entre pinos
piñoneros y en las cercanías del río Alberche, el que nace en Gredos y a donde
llevan sus aguas algunos arroyos de la comarca. Tiene una iglesia monumental y
una agricultura de cereales y viñas…
Cuenta el libro del Lazarillo
que era a finales de septiembre. Una de esas tardes de finales de verano de
mucho calor y moscas pegajosas que dan la lata continuamente, una de esas
tardes en que no se mueve el viento y hay una calima plomiza y todo está parado
y quieto.
Iban por las cercanías de
Almorox y un agricultor les dio un racimo de uvas. Dice el libro que se
sentaron en un vallado al amparo de las sombras y entonces, el ciego le propuso
al Lazarillo el trato de dar cuenta de él, pero comiendo una a una… En
un momento, el ciego cambió de “propósito”. El Lazarillo que lo ve, comía de
tres en tres y a cuantas podía. Cuando terminaron, el ciego movió la cabeza y
balanceado el escobajo dijo:
-
“Lázaro, engañado me has”
Sorprendido el muchacho
preguntó:
-
“¿Y en qué lo conocisteis vos?”
-
“En que yo comía dos a dos y tú, callabas”,
respondió.
Acaba de saltar el enésimo
escándalo de corrupción en la sociedad española. En este caso con el fútbol de
por medio. El Barcelona, como pagador; un colectivo, algunos árbitros, como
perceptores, o sea beneficiados. (Por cierto, no se rían de las justificaciones
de algunos exárbitros, les vaya a sentar malamente)
Hasta ahora solo dos clubes,
Sevilla y Español han levantado la voz. Los demás guardan el silencio de un
cementerio una noche de invierno. ¡Callados y con silicona en los labios! ¿Por
qué será?
En Cataluña hay tres temas
intocables: la Moreneta, la Generalidad y el Barça. No va a pasar nada.
Absolutamente nada. Ya verán. Habrá un ruido ensordecedor. Luego vendrá el olvido
que todo lo encubre y no habrá pasado nada. Todos de rositas. Todo está inventado.
Las uvas del Lazarillo con el ciego, junto a un vallado en tierras de Almorox,
no será más que un recuerdo de un tiempo en que en España había tantos pícaros
como ahora, pero los actuales les ganan en sinvergoncería porque aquellos
tenían una cierta ingenuidad; estos son más golfos, infinitamente más.
lunes, 20 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Perdido
20 de febrero, lunes. Hace
unos días fui con mi mujer al Hospital Clínico Universitario ‘Santa María de
la Victoria’. El Clínico, para entendernos. Ese hospital moderno, a las
afueras, que como siga Málaga a ese ritmo de crecimiento ya mismo está en el
centro, y que le ha quitado la primacía al Hospital Civil de entonces,
al que desbancó el Carlos Haya – ahora se llama con otro nombre – pero
da igual.
A lo que iba. Terminado el
asunto le propuse salir, en coche, claro, por el sentido contrario, o sea
buscar la antigua carretera que va por el Puerto de la Torre a Almogía, y luego
sigue para Villanueva, alias el ‘Pueblecillo’ y por la Boca del Asno a
Antequera… No se lo van a creer, me perdí.
Anduve por un dédalo de calles
nuevas. Edificios monumentales. Enormes, de altura; calles muy amplias,
plazoletas con fuentes que tienen saltadores de agua y funcionan; zonas
ajardinadas; espacios sembrados de césped, árboles, arbustos de los que
desconozco el nombre; medianas con rosales, setos y adelfas…
Di más vueltas que una
revolandera (iba a poner eso de la feria y el… pero como ahora no es políticamente
correcto pongo lo otro y haya paz y, luego, gloria, si se puede). Es la Málaga
nueva. La que van a vivir los que vienen detrás de nosotros, la que se vende a
precios que no se pueden pagar. Esos son otros lópeces.
Uno se las anda por la Málaga
de siempre. Cuando voy a La Rosaleda – llevo casi cuarenta años, de una u otra
manera – ahora, aparco en calle Juan de Herrera. Es la Málaga que pide a voces
el camión de riego -y otras cosas - con agua a presión que limpie la mugre de
las calles. Me da mucha pena escribirlo, pero es así. Los barrios, algunos
barrios de Málaga, piden atención y no se puede dejar para mañana.
Los aficionados al baloncesto
están eufóricos. Me alegro por ellos. Mi Málaga esta noche se enfrenta al
Zaragoza, otro, que las pasa casi tan canutas como nosotros…
Por una chispa rara, al llegar
al término de este artículo, me viene el recuerdo de: Américo, Montero, Arias, Benítez,
Ben Barek, Viberti… Por la megafonía, recordaban:
“Si está usted falto de vitaminas, la Cancela es una mina…” y Sandy Shaw
cantaba “Marionetas en la cuerda”: Todo, tan lejos, tan lejos (lo de
marionetas, no. Solo hay que ver los telediarios) que ahí, también, me hallo
perdido.
domingo, 19 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Málaga está de moda
Cristo de Viñeros. Iglesia de 'las Catalinas'. Málaga
19 de febrero, domingo. Queda muy
lejos el dicho vergonzoso que hablaba de las cien – quizá más – tabernas y una sola
librería. La ciudad olía a rancio y vino fermentado, a vinagre y a otras cosas.
Era una Málaga de miseria pueblerina, de tranvías con anuncios de “Anís del
Mono”, y gatos en el Guadalmedina.
Desde hace unos años, Málaga,
la que ve ponerse el sol por la Sierra de Mijas cada tarde, toma niveles de una
ciudad moderna, acorde con los tiempos de este primer cuarto del siglo XXI.
Es verdad que Málaga ha vivido
de espaldas al mar durante mucho tiempo, aunque el Maestro Alcántara nos habló de
una “gran carrera, concurso de sirenas y delfines” en los Baños del Carmen que
cada año lucha contra los temporales de levante porque se llevan la arena de su
playa.
Málaga ha perdido barrios emblemáticos.
¿Qué queda del Perchel citado por Cervantes? No han acertado en su recuperación
y ha surgido algo anodino y sin chispa, sin balcones con geranios y pájaros
ventaneros. A lo peor es que lo que había no era digno de conservarlo. No sé, pero
creo que algo más se podría haber hecho.
El centro, esa calle Larios, a
la que un amigo mío decía que había que ir cada día para ver el paso de las
tórtolas es una de las calles más caras – me refiero al pago de alquileres - de
Europa. Siempre fue, ahora más, emblema de la ciudad. Málaga ha recuperado el puerto. Los cruceros,
además del “Melillero”, casi atracan en la Plaza de la Marina…
Hay otra Málaga, la de calles
recoletas, intimas, estrechas por las que no entra el sol y cuando lo hace solo
se asoma y se despide hasta mañana. Calles de devoción popular y encanto. Es la
Málaga desde la Plaza de la Constitución a Carretería, la de Pozos Dulces y calle
Compañía, la de calle Granada y Correo Viejo, la del Muro de San Julián y la
Judería. La Málaga de otro sabor.
Florece una Málaga diferente, Guadalhorce
arriba, a orillas del río Campanillas. Es la Málaga de la tecnología, de
empresas innovadoras, de tiempos nuevos. Ha roto moldes y pulsea, en ese campo,
a ciudades como Madrid y Barcelona. Ve cómo entran algunos días más de
trecientos vuelos por su cielo para tomar tierra al otro lado del río… Hay un
peligro: se puede morir de éxito.
sábado, 18 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Pintor de trazos diferentes
18 de febrero, sábado. Viene Eloy Arana, pintor y hombre de arte, por un camino por donde transitan muy pocos. Verán, su abuelo Pepe – José Rodríguez – llegó un día a Álora por un camino de quien busca una vida nueva desde Ronda. Aquel hombre, de cuerpo grande y con un saber hacer las cosas como nadie, era un maestro en el oficio de la pastelería.
Por otro camino, ese que llega desde Granada, de donde vienen “de la nieve al trigo” el Darro y el Genil, y que, por la vega, entre choperas doradas en otoño, deja atrás Loja, “rosa entre espinas” y otras cosas bonitas, vino su padre, Luis Arana. Detrás del objetivo de una máquina de fotografía de las de entonces, claro, aquel hombre dejó en blanco y negro la historia, la pequeña y la grande, de Álora a la que tomó desde entonces por su pueblo.
Luis estableció su estudio de fotografías a la entrada de la calle de Parra. Un par de casas más arriba, después de haber andado con las calles del Convento y la esquina de la Callejuela – calle Nueva – con Atrás, en la Fuente Arriba, Pepe, el obrador de pastelería. Por cierto, por allí pasaron muchos muchachos en una escuela de Formación Profesional, hoy impagable, pero lo que son los tiempos… de lo que fue, hoy ya prácticamente nada.
Eloy, - Eloy Arana Rodríguez – hijo de María Ángeles y Luis - pasó por el colegio público Los Llanos, por el primer grado de Formación Profesional en el Instituto Valle del Sol y, luego, por la Escuela de Artes y Oficios de Granada. En cursos diferentes, adquirió especialidades en Talla en madera, Tejido Artístico, Fotografía y especialidad en Grabado. En 1997 ingresó en la Facultad de Bellas Artes de Granada y en el curso 2000-01 en la Facultad de Bellas Artes de la UPV, mediante una beca “Séneca”.
Ha realizado exposiciones individuales – memorable la última en La Galería – y colectivas en Granada, Álora, Madrid, Olot (Gerona), Pamplona y en el Campus de Leioa (Vizcaya). En 2001 participó en el taller de sistemas de estampación profesional de litografía de Don Herbert, Arteleru de San Sebastián.
Por arte de birlibirloque,
a través de mi amigo Juan Domínguez, tuve acceso a esta acuarela de trazos
decididos, diferentes y limpios de algo tan emblemático, único y señero para Álora como es
su castillo de las Torres. Le pedí permiso a Juan para publicar algo que es
suyo y ahora, por su generosidad, compartimos todos…
viernes, 17 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Primavera
Río Guadalquivir. La Puebla del Río.
17 de febrero, viernes. Dicen que
la han visto por las riberas de Triana cuando el corazón palpita en sueños y del
alma se escapan, a modo de suspiros, los versos. Versos de Bécquer, de Barbeito…
Ellos cantaron al amor cuando el amor era algo casi tan inalcanzables como
hacer realidad los sueños.
Dicen que la han visto por
aquellas calles donde Belmonte jugaba al toro mientras, a los lejos, al Giralda se las andaba por si había que hacer un quite con un capote de aire. Juan, le
dijeron un día, estás en la gloria, en la cumbre, solo te falta que te mate un
toro en la plaza, y sin inmutarse, él que le decía toro, “quítate tú, porque yo
no me quito”, ese, precisamente ese, respondió: “se hará lo que se pueda”.
Dicen que la han visto en las
flores de los almendros que han espurreado de nieve Los Lagares y el Cerro de
las Torres y los lugares escondidos donde ellos, al amparo de lunas y noches de
escarcha han ido pasado el invierno…
Dicen que la han visto en los
caminos entre olivares que pespuntean en tallos tiernos y exhalan el sabor de
la sabia que llevan dentro para que cuando pasen unas lunas, de marzo, de abril,
de mayo, de junio… y sean aceitunas como perlas engarzadas en las puntas de sus
ramas.
Dicen que la han visto en los
brotes de los rosales que serán rosas nuevas y en una noche de abril serán
pasión y suspiro y amor derramado no se sabe porqué arte de birlibirloque adelantándose
a los jazmines y a los claveles y a los tallos de romero, y a las flores de
retamas que titilan con el viento.
Dicen que la han visto por la
Puebla, y espera que Morante una tarde de gloria, abra la capa y entonces, solo
entonces, con una media se baje a la tierra, el cielo y ella que ha vestido de
lila – bueno comienza a vestir – los jacarandas de la ribera diga que esa media
también es suya.
Sueña el río con lirios en la orilla
mientras sus aguas buscan la mar cercana para ser ambos dos, uno, solo uno, sin
que nadie pueda decir hasta dónde llega el mar o hasta donde se adentra el río,
y se pierde y le entrega sus sueños de primavera nueva.
Siempre igual, siempre ella.
Primavera que llama ya a la puerta y se deja sentir con caricias eternas…
jueves, 16 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Ambas dos.
Torres de San Juan y la Catedral. Málaga
16 de febrero, jueves. Están
como dos mocitas que se van a la feria. Están, ambas dos, peripuestas y presentando
cara. Otean vientos y horizontes, algunos lejanos, tan lejanos, que se pierden
en ese lugar donde el mar de Alborán ya no se sabe si lo sigue siendo o ha
cambiado de nombre.
Las torres de San Juan y la
Catedral, que aquí como en el dicho de “tanto monta”, y esas cosas… Va a ser
que no. Una, por aquello de las categorías que dan los hombres tiene más
rimbombancia. Le gana en tiempo. La otra, lo acepta y lo da por bueno.
Ambas dos, si se hablasen en las
noches cuando titilan las estrellas y las sirenas se salen a tomar las brisas
de la bahía, se contarían muchas cosas de Málaga. Esa Málaga que cree a sus
pies y que ya casi la pierden de vista.
Se dirán de aquellas noches de
tormenta cuando sus campanas tocaron a desesperación para avisar a los vecinos
del Perchel - ¡Percheles cervantinos, de pescados secados al sol! – y de la
Trinidad que el río, el Guadalmedina, había perdido los papeles y las orillas y
lo arrasaba todo a su paso. Y ellas
lanzaron con todas sus fuerzan los badajos contra los bronces….
Se dirán de aquella noche en
que ardió la iglesia de los Mártires y, de otras en que muchos años después, “era
por mayo”, algunos hombres perdieron la cabeza y la razón y prendieron fuego al
Palacio Episcopal y ardía y ardía Santo Domingo con el Cristo de Mena, el
Cristo de la Buena Muerte dentro, ese al que dice el maestro Alcántara que
pedimos ayuda para el tránsito, pero sobre todo para el final “porque muchos
tragos son la vida y un solo trago es la muerte…”
Se dirán ente ellas que el mar de
ahí lejos se ha convertido en el mayor cementerio marino de todas estas
tierras. Allí, se queda la pobre gente, maravillosa gente de alma limpia, y pies grieteados por mor del camino, que
huye de la miseria, de la injusticia, del odio…
y creen que vienen a una tierra de promisión que quizá no dé leche y
miel, pero si le ofrezca pan, ropa… pero
antes, ¡ay, antes, una ola perdida extendió sobre ellos un manto de olvido.
Torres de la Catedral y San
Juan, campanarios que sobrevivieron a los tiempos: renacimiento y barroco y a
sus pies, gentes: “gente de Málaga”
miércoles, 15 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Poesía hecha cal
Foto. Juan Blanco
15 de febrero, miércoles. Decía don
Antonio Machado que había recorrido muchos caminos y había atracado en cien riberas.
Don Antonio nos enseñó muchas cosas. Tantas, que a veces, uno cuando se sienta
a escribir se acerca, como es el caso, y bebe el agua de su fuente.
Se busca en las tierras distantes
eso que está tan a pedir de mano que se olvida. Decía el tópico que árbol no
dejaba ver el bosque. Es verdad. Lo más próximo frena la vista y no se valora
todo lo que la naturaleza unas veces; otras, los hombres nos ponen en la puerta
de la casa y creemos que hay que ir a descubrir el dorado, sin saber, que existe
algo que nos ofrece tanto o más que esas promesas de lugares remotos.
Álora es un pueblo blanco, de
orografía casi imposible que se baja como un chorreo de poesía desde el monte
al río y deja pinceladas únicas que solo con abrir los ojos de manera sosegada
nos dan sensación de paz, de belleza, de algo que pude parecerse a otros sitios,
pero da igual porque ella en sí tiene tanto que puede satisfacer con creces. ¿A
qué no exagero si digo que es cal hecha poesía?
Casi siempre un cielo azul. Cuando
sopla el aire de levante se llena de hilachos sueltos, como si a los ángeles
cuando salen al recreo se le hubiesen perdido algunas plumas; cuando el viento
es del norte, entonces el cielo está limpio… Si sopla de poniente se viste con un
manto de lluvia que cuando descarga – el maestro Barbeito, dice que entonces,
Dios toca el arpa – llena de felicidad a la tierra y a su gente.
Dijo Juan Ramón que el pueblo -
éste y todos, claro - se haría nuevo cada año. Aquí por mor de su enclave lo
tiene difícil. Sortea cerros: el de las Torres donde comenzó; luego, el del Calvario
o el de las Viñas. Por poniente, el Hacho le pone freno y sólo lo deja crecer
hacia el norte. Entonces, él se escapa y por el Tajo de Quera se baja al rio….
Ese río viene de lejos. Nos hemos
empeñado en ensuciarlo y en tratarlo mal, pero él nos da el agua que bebemos y
fertiliza las tierras de la vega para que nos den sus frutos… Ya ven todo que
parece tan tejano y todo tan a pedir de mano…
martes, 14 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Casi lo menos que se vende en calles
14 de febrero, martes. La
calle de Andrés Pérez es estrecha, íntima, recoleta. Tuvo, casi lo perdió y
ahora, poco a poco, recupera, la esencia y el sabor. No entra nunca el sol que
no conoce su ventanas, ni su suelo, ni la cal de sus fachadas y, lo que, es
más, casi a duras penas se atreve a transitar por ella el aire y, a veces,
tengo mis dudas si, en la mediación, cuando ve lo que se encuentra de angosta,
no se da la vuelta… Es una calle enigmática. Invita a soñar con otro tiempo,
tan propia que si ustedes me apuran, casi es lo menos – por la anchura – que se
vende en calles.
Comunica dos sectores. Por uno,
Carretería (¡qué bonita la están poniendo!); por el otro, con la Plaza de los Mártires.
Lugares castizos de una Málaga de entonces. Sitios donde la ciudad cobra
esencia, purismo, ese algo que la hace diferente, única. Andrés Pérez, si
quieren, en un sentido, arranca junto a la iglesia de unas monjas dominicas, “las
catalinas”, y es sede de una cofradía histórica de Málaga, “Viñeros”.
En una sola palabra no se puede decir más…
De “Viñeros” tengo una
anécdota. Tarde de Jueves Santo. Todo en calma. Gentío en la calle. Un hermano
picado con el Señor decidió aquel año no acompañarlo. Al incorporase la
procesión desde la estrechez de la calle, hacia Carretería, desde un balcón, le
arrojó un puñado de buganvilias. Una ráfaga súbita, cuando las flores iban del
balcón al trono, las volvió hacia la canastilla y… El hermano lloró y lloró…
En el otro extremo, la Plaza de
los Mártires. Yo siempre he dicho San Ciriaco y Santa Paula. Ya ven, no tengo
la confianza de otros… Uno, en ocasiones, es un bicho un tanto raro.
En la mediación de la calle
está una de tiendas de antigüedades con más sabor de Málaga. Dentro hay cosas
bellas, bellísima y si quieren algo más, también … Se llama la Casa del
Cardenal. Arquitectura malagueña del XVII. Soberbio, el patio interior… En ella
nació el cardenal don José Moreno Mazón, arzobispo de Granada, Patriarca de las
Indias y Senador en la Corte del Rey Alfonso XII.
Si le gustan esas cosas, vayan.
Los precios, pues eso. Ya es otro cantar. Esa Málaga existe, solo es cuestión
de perderse por sus calles…
sábado, 11 de febrero de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Aún se está a tiempo
11 de febrero, sábado. “Todas,
(las horas) hieren, la última mata” Ese dicho aplicable a la vida del ser
humano también puede ser válido para los Imperios, monumentos artísticos o
cualquier momento.
La iglesia del Sagrario de
Málaga fue una de las cuatro parroquias creadas los Reyes Católicos tras la
toma de la ciudad en 1487 - las otras tres, Santiago, Los Mártires y San Juan –
tiene una portada, la única, de estilo isabelino que existe en Málaga.
La mala calidad de la piedra de
arenisca unida a los avatares de contaminación, la cercanía de la humedad del mar
y el paso del tiempo hace que se deteriore y a pesar de haberse llevado a cabo
algunos intentos de recuperación, todos, baldíos.
Las tropas de los Reyes
Católicos entraron en la ciudad por la puerta de Granada el 18 de agosto. Venían,
entre otros, el comendador mayor Gutierre de Cárdenas, Pedro de Toledo, el
primer obispo, y el fraile mendicante Juan de Belalcázar. Dos días después redujeron
el último reducto de resistencia en Gibralfaro y tras asentarse determinaron que
sobre la mezquita aljama se construiría un catedral (para información de
curiosos ahora que todavía no se ha terminado, toca restaurar los tejados…)
La parroquia del Sagrario sería
el acceso a la futura catedral. Se la dotó de una magnífica portada de estilo
gótico isabelino con dos cuerpos, flanqueados por contrafuertes con pináculos donde
aparecen la Virgen y el Ángel de la Anunciación, advocación de la
futura catedral y reafirmación del dogma de la virginidad de María. Sobre ellos
los Evangelistas y los cuatro Padres de la Iglesia.
Sobre el arco principal la
figura del Todopoderoso con la bola del mundo en sus manos. Otras figuras que podrían ser el rey David y
el profeta Isaías (la vieja Ley) y las esculturas de Apóstoles,
así como motivos del obispo Villaescusa que es quien inicia la obra y el escudo
y sello César Riario que la finaliza son una lección para transeúntes que se
asombran de tanta belleza frente al siempre cerrado hospital de Santo Tomás.
Toda esa lección de arte callejero
está en peligro. El mal de la piedra que no para el tiempo la desmorona, poco a
poco. La pasividad y desidia de Málaga para algunas cosas y la falta de medios
(todos unidos) pueden hacer que algún día sea realidad: “la última mata”.