Lo dijo hace mucho tiempo el
maestro Alcántara: los árboles tienen alma. El maestro llevaba razón en muchas
cosas, en esa también. Martín Descalzo, ¿se acuerdan de él? Sí aquel que
escribió Un periodista en el Concilio
y Un Cura se confiesa… escribió que Roma era la única ciudad del mundo
donde los cipreses no son tristes. Alejandro Casona nos lo dejó en una obra de
teatro: Los árboles mueren de pie.
Ahora, cuando febrero toma mando
en plaza, y se aviene a recibir a la primavera, los almendros han sacado sus
mejores galas. Los almendros se han vestido de blanco – el blanco de los
almendros es un blanco diferente a todos los blancos – y han pespunteado de
encaje las laderas y las quebradas.
Los almendros son el grito que
sabe a todos los lugares de las sierras, y como el eco se vuelve en las
cumbres, en las rocas, en las cañadas, en esas laderas donde ya andan de
cortejo las perdices en celo, y algunos pajarillos que se adelantan a la vida
que no se detiene nunca.
Están preparando ya su ajuar de
flores, los ciruelos. Ahora hay cantidad de variedades – a mí un amigo me ha proporcionado
varias ejemplares de nombres rarísimos y que vienen de sitios lejanos –
desconocidas hace unos años, pero que ahora, como las distancias se acortan,
llegan a todos sitios.
Las higueras ya muestran en el
extremo de sus ramas los frutos. La higuera es el único árbol que da el fruto
antes de vestirse y apuntan a una cosecha generosa. Ya se sabe, luego vendrán
bandadas de estorninos, y de mirlos madrugadores, y de grajillas… El Evangelio
decía que los pajarillos del campo no siembran y recogen. Bueno, no era
exactamente así, pero nos vale. Yo agregaría, que tampoco podan ni queman la
leña de la higuera. El refrán lo dejó muy clarito: “la leña de higuera que la
corte mi hijo y la queme mi nuera”.
Los árboles tiene almas
purísimas. Como algunos hombres. Otros hombres tienen el alma muy fea y sacan
ocurrencias como la de arrojar ácido a la cara de otras personas. Esos canallas
deben tener el alma negra, muy negra, tan negra, como el alma de uno al que
llaman Satanás…
No hay comentarios:
Publicar un comentario