martes, 23 de enero de 2018

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Boabdil

Nació en la Alhambra; le correspondía por rango y herencia. Hijo de Muley Hacen y de Aixa. Su vida estuvo plagada de sinsabores y, lo que es más cruel, sus recuerdos, también.  Los suyos  le consideraron como quien no supo defender el reino; los contrarios como un ser débil y manejable.

Los historiadores han dejado numerosos datos de su vida. Unos ciertos; otros, leyenda. “Cuando te perdió el rey moro / Granada por ti lloró…”  La llegada a la corte del reino nazarí de Granada de Isabel de Solís, Zoraida, que enamora al sultán y la hace su favorita, es el punto de una guerra – además de la sostenida contra los Reyes Católicos- en el interior del reino que lleva a la destrucción final.

Aixa, la madre de Boabdil, despechada y arrinconada por la cristiana, intriga y conjuntamente con los Abencerrajes, hace todo lo posible por destronar a su marido, Muley Hacen que, además, pretende, acabando con su propia estirpe, encumbrar a los hijos que tiene con Isabel.

Fue hecho prisionero en varias ocasiones  - hay quien dice que en dos – y puesto en libertad bajo la promesa de luchar contra su propia familia, promesa que incumple y que propicia para que siga la guerra.

Para unos es el “Desdichado”, para otros el “Rey Chico’: para todos el último rey del reino Nazarí que tras la conquista de Granada por Isabel y Fernando, se marcha exiliado a Laujar de Andarax en la Alpujarra de Almería y, luego, a Fez donde muere casi en la oscuridad del derrotado.

A su favor tiene el haberse encontrando, en el bando contrario, con la cabeza mejor amueblada, el mejor estratega y el más maquiavélico de todos los reinos cristianos de su tiempo. Se llamaba Fernando, era rey de Aragón y consorte de Casilla.  En su reino, una descomposición enorme. Luchas internas entre el Zagal, su tío que desde la alcazaba de Málaga peleaba contra su padre…


Granada – como la historia – ha sido cicatera con su figura. Le ha dedicado una calle (lo menos que se vende en calle). Va desde la plaza del Bib-Rambla a la calle de San Sebastián…





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