Nació en la Alhambra; le
correspondía por rango y herencia. Hijo de Muley Hacen y de Aixa. Su vida
estuvo plagada de sinsabores y, lo que es más cruel, sus recuerdos, también. Los suyos
le consideraron como quien no supo defender el reino; los contrarios
como un ser débil y manejable.
Los historiadores han dejado
numerosos datos de su vida. Unos ciertos; otros, leyenda. “Cuando te perdió el rey moro / Granada por ti lloró…” La llegada a la corte del reino nazarí de
Granada de Isabel de Solís, Zoraida, que enamora al sultán y la hace su
favorita, es el punto de una guerra – además de la sostenida contra los Reyes
Católicos- en el interior del reino que lleva a la destrucción final.
Aixa, la madre de Boabdil,
despechada y arrinconada por la cristiana, intriga y conjuntamente con los
Abencerrajes, hace todo lo posible por destronar a su marido, Muley Hacen que,
además, pretende, acabando con su propia estirpe, encumbrar a los hijos que
tiene con Isabel.
Fue hecho prisionero en varias
ocasiones - hay quien dice que en dos –
y puesto en libertad bajo la promesa de luchar contra su propia familia,
promesa que incumple y que propicia para que siga la guerra.
Para unos es el “Desdichado”,
para otros el “Rey Chico’: para todos el último rey del reino Nazarí que tras
la conquista de Granada por Isabel y Fernando, se marcha exiliado a Laujar de
Andarax en la Alpujarra de Almería y, luego, a Fez donde muere casi en la
oscuridad del derrotado.
A su favor tiene el haberse
encontrando, en el bando contrario, con la cabeza mejor amueblada, el mejor
estratega y el más maquiavélico de todos los reinos cristianos de su tiempo. Se
llamaba Fernando, era rey de Aragón y consorte de Casilla. En su reino, una descomposición enorme. Luchas
internas entre el Zagal, su tío que desde la alcazaba de Málaga peleaba contra
su padre…
Granada – como la historia – ha
sido cicatera con su figura. Le ha dedicado una calle (lo menos que se vende en
calle). Va desde la plaza del Bib-Rambla a la calle de San Sebastián…
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