La calle de la Espada es una
calle lóbrega y tristona. Tiene poca anchura y menos sol. Las casas
antiguas de calle de la Espada son de
medio pelo, como eran las casas en el barro de Lavapiés en el primer tercio del
siglo XX. Está a tiro de piedra de lo que, en aquel tiempo era la plaza del
Progreso y, luego, Tirso de Molina.
Muy cerca, en Mesón de Paredes,
Antonio Sánchez regentó una taberna; Antonio Díaz Cañabate la llevó a la
literatura. A la taberna acudía, ya adulta, Gloria a beber y a escribir. Son casas de balcones, altos. Entre dos
balcones, bajo un farol, un cuadrado colocado a modo de triángulo de metal
tintado de amarillo y con letra muy legibles dice: “En esta casa nació la
poeta”. Con letras más grandes: “Gloria Fuertes”; debajo entre paréntesis
(1917-1998) Y se remata “Manantiales de versos encendidos / y cascada de paz /
es lo que tengo”.
Gloria Fuertes nació en una familia
humilde. Su padre, bedel; su madre, costurera y sirvienta. La niña montaba en
bicicleta por aquellas calles. Luego, con siete años, se va a vivir al Palacete
de Zurbano donde trabajaba su padre.
Gloria escribe a modo de
aldabonazos: “A los nueve años me pilló un carro / y a los catorce me pilló la
guerra; a los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía”. Fue
una niña que tenía zapatos rotos y nunca tuvo muñecas. Cuenta que fue a un
colegio donde una monja le daba pellizcos; se quedaba dormida en la letanía.
Aprendió cuanto pudo en aquel tiempo: mecanografía, tipografía, contabilidad y
puricultura.
Contó que “Quise ir a la guerra
para pararla / pero me detuvieron a mitad de camino”: Pasada la contienda conoce
a Edmundo de Ory (Hay una relación; dura más de quince años). Entra en contacto
con el Postimos. Es la corriente que viene ‘detrás de todo y que acoge todo lo
nuevo”. En moto recorre los pueblos cercanos a Madrid; lleva bajo el brazo, la
poesía.
Colabora en radio y prensa.
Estudia Biblioteconomía e Inglés. Conoce a Philys Turnbull. Comparten
experiencias vitales. Su desaparición la marca profundamente. Bebe y fuma; adelgaza.
Llega la terrible enfermedad… Se nos va. Es noviembre. Deja su fortuna para los
que no tienen nada.
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