El viajero bordea el Najerilla. El viajero sube por
una carretera que va por campo de viñas, de brotes tiernos y sensuales, de tallos
nuevos y cepas limpias en una tierra arada y alineada. El viajero se las anda
por la Rioja Alta.
Sabe del curso de río por una alineación de choperas
frondosa, tupidas, ahítas de verde. La brisa de la mañana tintinea las hojas y
ondula el campo de cereales. Los trigos están preciosos. Crecen amapolas,
florecillas amarillas y blancas en los bordes de la carretera y de los senderos.
A un lado deja Nájera y la colegiata de Santa María
la Real y todo el sabor a reyes de otro tiempo con nombres rimbombantes y
sonoros: Toda, Sancho el Mayor, Sancho el de Peñalén o Sancho Garcés; al otro,
Tricio con raíces de cuando la gente brava le presentó cara a Roma.
Cruza el Najerilla y luego el Cárdenas y luego Bardarán y llega a Berceo que tiene
las balcones llenos de geranios rojos. Bonitos de verdad. Una eclosión de color
en medio de un campo verde y paredes pardas a tiro de piedra de San Millán de
la Cogolla.
Berceo fue el pueblo que le dio cuna a Gonzalo, - Gonzalo
de Berceo -, hombre de iglesia y uno de los primeros poetas de la lengua
castellana. Le pillaron por la mano los autores de moaxajas árabes y hebreas y
el poeta del Cantar de Mío Cid…
El campo está como lo vio y lo contó, hace
ochocientos años, en los Milagros de
Nuestra Señora: “yendo de romería / caí
en un prado, / verde e bien sencido, de flores bien poblado, / loga
cobdiciaduero / para omne cansado”.
Amparado en la ladera de la Sierra, el monasterio de
Suso; luego, con el tiempo, un poco más abajo, Yuso. Allí, un fraile anotó en las márgenes de un
códice aclaraciones al texto pero con la manera que tenían de hablar la gente
de aquel tiempo. Se perdía el latín; nacía la hermosura de la lengua
castellana. Hay, también dos anotaciones en vasco.
Sobresalen las torres del Monasterio. La arenisca de
la piedra se descompone. No soporta el peso del tiempo. Dentro, las Glosas
Emilianenses – una copia – el original está en la Academia de la Historia,
muestra a quien quiera verlo el esplendor del pasado.
Tu relato me refresca la memoria....
ResponderEliminarY, a mí, también. Han sido unos días especiales.
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