jueves, 19 de mayo de 2016

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Toulouse-Lautrec

La noche cae sobre París. El Sena sigue su curso. Cabarets y prostíbulos. Bohemia y ambientes marginales y rechazados. Se vende cuerpo y se esconde el alma. Este aristócrata deforme y alcoholizado sabe encontrarla. La lleva al lienzo y pasa a la historia del impresionismo.

Van Gogh es amigo y contemporáneo. Los dos pueden ir de la mano. Hay críticos que van más allá y lo ven ya de camino entre el impresionismo y el modernismo ¿Qué toma de lo uno y qué lleva a lo otro? Con Degas, quizá el más atípico de los impresionistas, comparte muchas cosas. Lautrec vive la segunda mitad del siglo XIX en plenitud.

Los impresionistas degradan el dibujo; Toulouse- Lautrec, lo domina. Se extasía con él. Busca los interiores – él había pasado muchas horas en ellos, en ese otro mundo tan oscuro a la luz de la calle, pero con tanta vida dentro -. Están iluminados por ‘otra’ luz. El espacio con enfoques atípicos pone el resto.

Nació en Albi, primogénito de una familia con demasiados cruces de consanguinidad y  de genes,  le acarrea consecuencias irreparables en su desarrollo físico. Su tronco era el de un hombre adulto; sus piernas no alcanzaron nunca el desarrollo idóneo.

Es un hombre totalmente infeliz. Su deformidad le atormenta. Busca escape en el alcoholismo, que le llevará a la muerte muy temprana, y huye de la realidad, de ‘su’ realidad. Anhela la aceptación personal en ese otro mundo que pulula en París.

Montmartre con sus cabarets y cafés cantantes le ayudan a conseguir la pincelada fragmentada y nerviosa. Está naciendo el posimpresionismo. Comienzan sus exposiciones fuera de París. A veces, acude con seudónimo.

La inauguración del Moulin Rouge, en 1889, abre la puerta a su arte. Junto a su puerta hay escena de circo. El autor es Toulouse. Cabarets y pintor unen sus nombres ya para siempre. Estrellas de ese mundo van a aparecer en su obra. Ya es un cartelista de prestigio enorme con paso propio.


La locura hace presencia en 1897. Ve arañas a las que dispara con un revólver. Crisis alcohólicas, internamiento. Su pintura se hace compacta y opaca. En el castillo de Malromé su madre se encarga de él. A su muerte, 1901, recopila su obra; la ordena en un museo: Museo de Toulouse-Lautrec de Albi…

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