La tierra de Cameros se extiende desde las cumbres
del Sistema Ibérico, que aquí se llama
Sierra Cebollera, hasta la vega que siente cercana al Ebro. Los que saben de
Geografía dicen que se dividen en dos: Camero Nuevo y Camero Viejo; en medio,
la sierra que le da nombre.
El viajero sube. Orilla el río Iregua; o sea, por el
Camero Nuevo. Deja tras sí Islallana y Viguera. Lo lleva la N-111, la que va de
Logroño a Medinaceli por Soria y llega a Torrecilla en Camero, uno de los cinco
pueblos - Muros, Sotos, Santa María y
Torre - que asienta su identidad con la preposición ‘en’; los otros, los
restantes, todos, con ‘de’, ‘de Cameros’…¡Cosas!
En el ayuntamiento - aquí nació Mateo Práxedes
Sagasta - lo recibe una funcionaria. Le dice lo que busca; le pone a su
disposición los padrones municipales de finales del XIX. La señora es toda
amabilidad. El viajero no encuentra el documento deseado. La investigación
tiene esas cosas.
En Pradillo gira a la izquierda. Un bosque de hayas
cubre el camino. Todo es umbría; todo es belleza; todo es misterio; todo es
encanto… Todo es esperanza. Llega a Gallinero de Cameros, claro. Tiene censado
veinticinco habitantes. En el pueblo, viven diez.
Sube, baja, patea el pueblo. Solo encuentra a uno.
Se llama Mario. Amable, atento, cordial. El viajero le pregunta; el hombre,
responde; vuelve a indagar por cómo ir al Solar de Tejada; le indica. Después,
se interesa, porque es hora, dónde
comer, lo envía a Villanueva, “conforme se pasa el puente; dígale que va de mi
parte”. El viajero obedece. No se arrepiente.
Por la tarde el viajero se llega a Villoslada de
Cameros. El pueblo está recostado en una ladera. Tiene poco más de trescientos
habitantes. Busca el Centro de Interpretación de la Sierra. No tiene suerte;
está cerrado.
Sigue camino hacia la Venta de Piqueras. El viajero
sabe de la calzada romana que unía Varea con Numancia y de la ermita de la
Virgen de la Luz. Esta vez tampoco hay suerte; la ermita, también, cerrada. No
encuentra a nadie con quien hablar. Sigue camino; el río baja con agua clara y
fría en sentido contrario. Esas cosas pasan.