Encinasola (Huelva)
8 de mayo, miércoles. Describe
Cervantes en ese libro del que habla mucha gente y muy poca ha leído, El
Quijote, uno de los momentos más sublimes del estado de ánimo de su
protagonista. Es en el capítulo cuarto: “La del alba sería cuando Don Quijote salió de la venta, tan contento, tan
gallardo, tan alborozado por verse ya armado caballero, que el gozo le
reventaba por las cinchas del caballo…”
Hace
unos días hice, en respuesta a la llamada de un amigo, hice una escapada por
esas tierras. Según ellos está lejos de todos sitios, - creo que no, que se
equivocan, está en su sitio – y que está sola. Puede que un poco de algunos
hombres, eso es verdad, si puede estarlo pero que se viene en el corazón de los
que una y otra vez nos acercamos a ella y es ese algo que se queda dentro y a
uno se le viene como compañera inseparable.
Encinasola
está casi cuando Sierra Morena pone fin a una andadura de muchos kilómetros -
“¡qué, bien los nombres ponía / quien puso Sierra Morena a esta serranía!” Como
su andadura es muy larga, a veces, cambia de nombre y hay sitios donde se llama
Despeñaperros, o Sierra Madrona, o de los Santos o de los Pedroches o de Aroche
o de Aracena... Es igual es la misma.
Encinasola
es un pueblo coqueto, de calles anchas con empedrados que imitan estilos
portugueses, sus vecinos de enfrente, a pedir de mano y asomados a la cresta de
una loma. Es Barrancos, pueblo blanco de tejados rojizos.
Si
se llega desde el Este, en Santa Olalla del Cala o en Monesterio hay que
apartarse de la Autovía de la Plata y adentrarse por una carretera que escinden
la dehesa (no se pueden ni imaginar, cómo está la dehesa esta primavera).
Si
se viene por el Norte, se deja atrás Jerez de los Caballeros (¡pedazo de ciudad
monumental, sombra alargada de los Templarios!) y Fregenal que el refranero califica
como ciudad de “ los señores”.
Desde el Sur, en la Venta del Alto, está la
desviación. El indicador de carretera manda a Portugal. Antes se pasa por
Aracena - ¡No se equivocó quien le puso Gruta de las Maravillas al
tesoro escondido bajo su tierra y Galaroza (la de los ‘jarritos,’ por
septiembre) y Fuente Heridos, y la Sierra de la Contienda. El Múrtiga lleva a
Flores. Ya se sabe, lo dice la copla: “A orillas de la Ribera / está la
Virgen de Flores / patrona de Encinasola / reina de los corazones”.
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