sábado, 20 de agosto de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. España desconocida: Fuenteodra


                            


           Fuenteodra (Burgos)


20 de agosto, sábado. De entrada, nunca he estado en Fuenteodra. No sé si alguna vez, por arte de birlibirloque, me llegaré por esos pagos “fríos, inhóspitos y despoblados” del Geoparque. Me lo pintan de tal manera que, probablemente, sí. El ¿cuándo?, lo desconozco. La tardanza, será la mala. Escribo apoyado en el bastoncillo de la documentación…

Fuenteodra está, al pie de la Peña Amaya, en la tierra de Sedado/ las Loras, en los Páramos, en la provincia de Burgos donde España – como en toda Castilla-León y como en tantos otros sitios – se queda vacía. Tiene en su haber siete vecinos y censados, dicen que llegan a la docena…  Allí azota el viento en las noches de invierno y aprietan el frío, ese que se cala en los huesos, los yelos y la nieve.

A Fuenteodra se puede ir por la carretera N-623 que va de Burgos a Santander por el Puerto del Escudo o por carreteras comarcales. Con esto de las nuevas técnologías, ya se sabe… Si “todos los caminos llevan a Roma”, ¿cómo no van a llevar a Fuenteodra?

Tiene dos fuentes, la de arriba, ferruginosa, aunque no en exceso y se le nota en el sabor y porque es ‘muy digestiva’, y la de abajo; un lavadero, a donde, por supuesto, no acude nadie y recuperado por los vecinos con trabajos comunitarios; y varias cascadas porque confluyen dos ríos que rompen la roca en la época de deshielo. Aparecen en chorros de agua clara. Las llaman meayegua, el potrillo, pozo de los aceites… La toponimia rural, sin desperdicio.

Fuenteodra tiene la iglesia más grande de todo el valle de Huma. Es del XVI. Gótico tardío, pero hace casi veinte años que no tiene culto y como el paso del tiempo no perdona ni a las piedras, la iglesia de derrumba… Se han puesto manos a la recuperación. Una asociación – encuadrada en Hispania Nostra – y una lucha titánica. La recaudación, con eso del pequeño mecenazgo, alcanza a más de cincuenta mil euros. El comienzo por la torre. Ahora, dicen que les va a tocar – y no es redundancia – a las campanas; luego, todo lo demás.

Lo he leído. Me ha parecido encomiable.  Lo cuento. Dicen que han tenido que contestar muchas veces a la pregunta ¿para qué? Esa gente anónima lanza un mensaje de esfuerzo, de amor a lo suyo, de… Ah, la Asociación se llama ‘Manapites’ como el manantial….

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