26 de
agosto, viernes. Sabemos de él, que militó entre los ‘epicúreos’
o sea aquellos que buscaban vivir sus vidas de la manera más feliz posible. ¿Lo
conseguían? Eso es harina – y no porque estemos hablando de cocina carece de
sitio – de otro costal. Vivió Marco Gavio Apicio, que es de quien se trata, en
el siglo I durante el mandato de los emperadores Augusto y Tiberio.
Dejó un libro de cocina, De re coquinaria. De manera más
eufemística se diría que nos legó un libro de recetas y que, al quedar
testimonio escrito ya entra, con pie propio, en la historia. Se dice de él, que
era excéntrico, que gustaba de hacer experimentos y buscar platos raros con
materias primas traídas en ocasiones desde muy lejos. Eso era caro y lo llevó a
la ruina. Algunos dicen, que no pudo soportar su situación económica y se
suicidó.
En la obra Odorama, Historia cultural de olor, de Federico Kukso, (que me
recomendó mi amigo Barbeito) he encontrado una receta especial. Escribía el
romano hedonista: “Pimienta, menta, comino asado, semilla de apio, miel,
vinagre, passum (vino de pasas) – me
pregunto si conocería las de la Axarquía –
liquamen (salsa de pescado) y un poco de aceite. Poner en una sartén y
llevar a ebullición. Espesar con almidón y verter sobre las piezas de avestruz
en un plato de servir y espolvorear con pimienta”.
Se comentaba de él, que también
consiguió un foie gras obtenido del
hígado de ocas alimentadas con higos – no dicen ni la variedad ni el color.
¿Serían negros, como los bosques de noche?, ¿‘moñigales’?, ¿‘murcianos’
¿Serían de color verde y esperanza como se viste la primavera? - ; un pastel de
rosas hecho con pétalos fritos, con sesos, pimienta, huevos y garum, vísceras de pescado (que tenía que ser del
Perchel o de Cádiz, seguro), a las que se añadía vino, vinagre, sangre,
aceite (¿de los olivares cercanos a Italica y que, todavía, no se llamaba
Aljarafe?) y pimienta, ¿en qué proporción? Ahí está el quid de la cuestión.
Cuando en estos días se
celebran apariciones de gastrónomos, de esos que ponen poca comida y mucho
plato, e intentan sorprender con las cosas más excéntricas, a lo mejor, no nos
dicen que bebieron en la fuente de Roma, que aportó mucho en todos los campos y
en el de la mesa, por supuesto, también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario