Pantano de la Viñuela. Málaga
1 de agosto,
lunes.
Ahora toca pontificar sobre el Cambio Climático – lo voy a escribir con
mayúsculas, ¿por qué, no lo sé, se me ha antojado y santas pascuas – que es lo
que está de moda al parecer. Hay cosas que van y vienen como las golondrinas en
primavera o las gripes en inviernos.
Dice un proverbio chino que en verano hace
calor; en invierno frío. Seguro que no tienen que decirlo los chinos. Eso lo
saben hasta los niños que ya no van al catecismo, pero si no decimos que este
verano hace más calor que el pasado pues entonces no estamos en la moda de la
que todo el mundo habla.
El hombre ha hecho con la naturaleza
verdaderas canalladas. Lo hizo antes y lo hace ahora. Ni rasgarse las
vestiduras, ni ponerse vestidos de sacos para hacer penitencias medievales, ni
comprarse una peineta para festejarlo. Todo en sus justas ‘diócesis’. El
equilibrio, la moderación y la sensatez, por si alguien no lo sabía, no se
venden ni en Mercadona y en las boticas. ¡Paciencia, hermanos!
Esa Madre Naturaleza – el maestro Alcántara
decía que es una madre con muy mala leche – se encarga de ir poniendo las
tildes en su sitio y de vez en cuando nos manda gotas frías, nevadas polares o
vientos del desierto que llaman olas de calor. Parece que como somos durillos
de mollera ahora nos las está mandando con más frecuencia. Vamos, para que no
nos olvidemos de las cosas, pero nosotros, como que no.
España, la tierra de España, - por dentro,
estamos achicharrados desde mucho antes – ha ardido este verano casi en los cuatro
puntos cardinales. Hablan de hectáreas quemadas y se pierden las cuentas.
También tenemos perdida la cuenta de las soluciones que mucha gente de buena
voluntad ha aportado. Pero no soñemos. Dentro de nada, vamos de aquí a muy
poquito tiempo, nos habremos olvidado de todo, y quedará el paisaje calcinado y
la ruina de muchísima gente, pero de todo lo demás…
Ahora toca ese calendario de buenas
intenciones que habla repoblaciones forestales y esas cosas tan bonitas, como
desear que llueva. Las cunetas van a seguir sucias de plásticos, botes de
bebidas, materiales que no se autodestruyen… Nosotros, a lo mejor, nos ponemos
a hablar del pantano de La Viñuela – de otros
pantanos, también – que ya no tiene agua ni para abastecer a la población…
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