miércoles, 31 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Vuelta
31 de
agosto, miércoles. No, no es la ‘Vuelta a España’ sobre una
bicicleta. No va a ser noticia por lo que hacen los ciclistas en la carretera
cuando suben o bajan puertos o devoran cientos de kilómetros anodinos, ni
tampoco porque cualquier año nos van a decir que comienza en Ciudad de El Cabo
o en Singapur. No, no, tampoco.
No vamos a volver a los combustibles
asequibles. No van a volver los trámites sin esperas en los bancos, que viven
de nosotros y nos castigan con colas donde no valoran ni nuestro espacio, ni
nuestro tiempo, ni nuestra capacidad de aguante. No.
No van a volver los precios
razonables a las estanterías de los supermercados. Me sorprende ver la subida
del aceite, por ejemplo, cuando la cosecha – poquísima, por cierto – está aún
en el olivo, y no se ha llevado a la almazara, ni se ha molido con el coste
energético oportuno, ni se le ha abonado al agricultor el precio justo que
reconoce su esfuerzo para llegar hasta el final de ciclo. No.
Esa pléyade de comentaristas -
de ambos sexos, que luego viene la discriminación, ¡por Dios! – que sabe tanto
y de todo, nos acribillan con opiniones porque ‘son expertos’ y lo mismo nos
alaban al ‘mejor’ gobierno de la historia de España o al más ‘malo’, malísimo
de todos los tiempos. Es cuestión de apostarse en una u otra orilla y ver cómo
pasa la riada, río abajo… No vuelven, sencillamente, porque para volver hay que
irse. Han estado todo el verano machacando y machacando…
La chiquillería volverá dentro
de unos días a las aulas. Yo, - como los tiempos cambian ¡qué es una barbaridad!
– no sé si las dos capitales económicas del mundo seguirán siendo París y Nueva
York y la capital cultural, ese museo al aire libre, que se llama Roma… ¿Seguirá
pasando el Guadalquivir por Sevilla?
Lo que, si vuelve, un año más,
y sin que nadie pueda hacer nada ni a favor ni en contra – afortunadamente -, es
septiembre. En su mediación, vendrá el otoño, y los árboles se despojarán de
las hojas ya caducas y se vestirán de oro viejo los granados del vallado de la
huerta y el nogal del tío Benito acogerá las bandadas de tordos y la veleta del
campanario dirá que, si el viento viene de poniente, a lo mejor trae agua y….
martes, 30 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El poder de la púrpura
30 de
agosto, martes. El Papa Francisco, en un Consistorio celebrado
en la Ciudad del Vaticano, ha nombrado nuevos miembros del Colegio Cardenalicio.
Ha apostado, en este caso, por cardenales donde la Iglesia crece en la
actualidad – algunos países, han pasado
abiertamente a un segundo plano- y que entrarán al próximo cónclave como
electores. ¿Un giro claro hacia otro futuro en la Iglesia?
Francisco se ha decidido,
también, por países donde los cristianos crecen a pesar de las dificultades
como Brasil e India y otros donde son abiertamente minoría como Mongolia,
Singapur o Ghana.
Entre los nuevos cardenales
aparece un español, Fernando Vérgez Alzaga, de 77 años, nacido en Salamanca. Actualmente
desempeña el cargo de Gobernador Civil, en este caso, extrapolando el cargo a
la sociedad en que vivimos, Presidente del Gobierno del Estado del Vaticano. Se
une así a otros españoles que trabajan en la Curia como Luis Francisco Ladaria
Ferrer, 78 años, prefecto de la Congragación para la doctrina de la Fe; Miguel
Ángel Ayuso Guixot, 69 años, al frente del dicasterio para el Diálogo
Interreligioso.
Otros cardenales españoles
electores están en lugares dispares del mundo como es el caso de José Luis
Lacunza Maestrojuan, de 78 años, obispo de David, en Panamá; Celestino Aos
Braco, de 77 años arzobispo de Santiago de Chile; el almeriense Cristóbal López
Romero, de 70 años arzobispo de Rabat, en Marruecos.
Dentro del Colegio Cardenalicio
solo tres cardenales rigen diócesis en España, Carlos Osoro, en Madrid; Omella,
en Barcelona, y Cañizares, en Valencia. Diócesis que tradicionalmente fueron
regidas por un cardenal como Santiago de Compostela, Sevilla o la Sede Primada
de Toledo no tienen en la actualidad ese privilegio.
No deja de sorprender –dentro
del tradicionalismo en que se mueve la Iglesia Católica – que, desde la
renuncia del Cardenal Amigo, a la archidiócesis de Sevilla – ningún miembro del
episcopado español represente a la Comunidad Autónoma de más población de
España, como es el caso de Andalucía, como también llama la atención que no
salga ningún nombramiento de Obispo desde el clero malagueño.
Según la Doctrina de la
Iglesia, - y conocer la historia de algunos de los hombres que han pasado por
los puestos claves de su gobierno - el
Espíritu Santo rige sus destinos y mueve los hilos. Después de más de dos mil años de existencia,
y viendo cómo está el patio…
lunes, 29 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Tormenta
Nube tormentosa - 'nube de Alcalá'- sobre El Torcal
29 de
agosto, lunes. El niño escuchaba hablar a las personas
mayores. Todos comentaban que el año iba a ser malo porque se habían derramado
las cabañuelas. Eso era anuncio de que las cosas no vendrían de la manera que
ellos estimaban que debían de venir.
En el estanco vendían un
librito con muy pocas hojas, sin dibujos y que, en su portada, un poco más
recia que las hojas del interior, tenía pintado un señor mayor, que ocupaba la
parte central, muy feo, con cortaba de palomita y una raya que partía desde su
frente, apartando en dos mitades un pelo negro. Unas letras de molde más
grandes de lo normal decían. “Calendario Zaragozano”.
Ese librito traía las
predicciones meteorológicas, las fases de luna, el santoral, los días
transcurridos y los que faltaban para que terminase el año. En un subtítulo
aparecía: “Juicio universal meteorológico, calendario de los pronósticos del
tiempo, santoral completo y ferias y mercados de España”.
En casi todas las casas del
campo había uno. Era la manera de ‘saber’ como sería el tiempo y también,
aunque el hombre del campo lo sabía con solo mirar al cielo ‘como estaba la
luna’. La luna marcaba si se podían hacer las matanzas, si era el momento de
sembrar los ajos o de echar las eras de semilleros.
Aquella tarde de agosto, cuando
ya se había alejado el mediodía sobre El Torcal apareció la ‘nube de Alcalá’. Esta noche, dijo
alguien, tenemos tormenta… Al rato, la nube que era muy pequeña se hizo más
grande y, luego más, y más. La tarde cambió de color. El cielo se puso feo,
grisáceo y aumentaba el calor…
En la lejanía, ya entrada la
noche, sonó un trueno. “Ya está aquí …” comentó alguien. Los truenos fueron en
aumento, pero se sentían muy lejanos; después, se percibía como se aproximaban
y, de vez en cuando, resplandores de relámpagos. Luego, los rayos marcaban
líneas quebradas y luminosas en el cielo. Aquello cada vez iba a más. Al rato,
estaba generalizada, pero no llovía. Solo eran truenos y un enorme aparato
eléctrico. Parece que es una tormenta seca, dijo alguien, y agregó, éstas son
más peligrosas porque en cualquier sitio puede caer un rayo y con todo tan
seco…
El ‘zaragozano’ da tormentas en
agosto. Si vinieran con agua serían propias para la aceituna porque el olivo
bebe por la hoja….
domingo, 28 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Romera
Sobre unas andas, a sones de tamboril y dulzaina, la Virgen de Flores entra en Álora.
28 de agosto, domingo. La Virgen de Flores, cuando
apuntaba el día del último domingo de agosto, por un rato, se hizo romera.
Cresteaba el sol por el cerro de la Farola y se alargaban las sombras. Se
abrieron de par en par las puertas y entonces, como cada año… ¡Ella!
Sones de marisma – Reina de las
Marismas - y tambor rociero y flauta
dulce – ‘dulzaina’ - que ponían una nota especial distinta, como de manera
especial y diferente, siendo la misma, se le llama con cariño a la Madre:
Virgen del Prado, Nuestra Señora del Acebo, de la Aliaga, de Atocha, del
Avellanar, del Carrascal, de los Brezales…
Cuando la impotencia del hombre
llega hasta donde no puede subir más, entonces la llamamos, Remedios, Socorro,
Auxiliadora, Consolación, Amargura, Nuestra Señora de los Desamaparados,
Angustias, Dolores, Nuestra Señora de la Merced, Esperanza, Piedad, Nuestra
Señora del Mayor Dolor…
A veces echamos manos a la
naturaleza y la conocemos por Flores, Aurora, Nuestra Señora de la Luz… a los accidentes
geográficos: Carmen, Virgen del Camino, Virgen de la Peña, de Monserrat,
Nuestra Señor del Puy, de Lluch, de Vico, de Valvanera, del Espino, Aliseda,
Cinta, Almudena, Virgen de la Cabeza – ¡ay del Cabezo de Sierra Morena que
llegó a tantas tierras! - Virgen de la Cueva – “que llueva / que llueva / la
Virgen de la Cueva”.. Madre, echa una manilla, las aceitunas ‘no se dan’
todavía y están casi en fecha… - Virgen del Valle, de la Vega, Virgen de África,
Nuestra Señora de las Montañas, Virgen de las Nieves.
Fuencisla, Virgen de los Reyes,
Victoria, Rosario, Candelaria, Caño Santo, Virgen de los Llanos y María de los
Altos, Fuensanta… Nuestra Señora del Buen Aire, Nuestra Señora de los Ojos
Grandes, Divina Pastora de las almas… Reina de las marismas, Rocío que es la
gracia de Dios con el que, cada mañana, se visten las yerbas y las rosas y las
flores todas. Virgen de la Granada, - única fruta coronada – y Tu, Virgen de
Flores, “de estrellas coronada” y con la luna bajo tus pies, Estrella de los
Mares, o simplemente, Estrella, Cedro del Líbano, Azucena del campo, Pozo de
David, Asunción, Inmaculada, Virgen Blanca de Recreo que para nosotros
supusiste tanto, Lucero, Reina y Madre nuestra, por una mañana, cuando el sol
cresteaba por cerro de la Farola, luz en el camino y por un rato, romera.
sábado, 27 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. España desconocida. Por la Sierra de Cabra
Nacimiento del Río Cabra.
27 de
agosto, sábado. De los puertos de Cabra hizo venir Federico a
Antoñito el Camborio, aquel gitano fino que acudía a Sevilla, con una vara de
mimbre a ver los toros y por el que suspiraban, entre otras - ¡qué suerte la suya! – las mocitas de Loja
y Benamejí; de la tertulia de un patio solariego por aquellas tierras hizo
nacer Juan Valera los amores entre Pepita Jiménez y aquel muchacho de
invernadero, que acudía desde el seminario por vacaciones, para abrirse al sol
la vida; del ferrocarril del aceite -que
llegó solo en deseos y proyectos - y la burguesía del siglo XIX surgió el desarrollo económico de
Cabra a orillas y pie del río y sierra del mismo nombre…
El pueblo se acuna en el fondo
del valle rodeado de olivos centenarios, copudos y grises que se alinean en
filas, rectas, interminables. Ondulan lomas y colinas de monte bajo y matorral
mediterráneo, de quejigos y encinas, de álamos blancos y chopos que titilan en
la ribera o junto a la orilla del río que llenan de frondosidad la fuente de su
nacimiento.
La sierra es gris, pelada,
agreste. Entre las rocas calcáreas nacen lirios morados cuando se preludia la
primavera y en las siestas de estío despiden fuego. Un rebaño disperso pasta
cansinamente y dibuja figuras blanquecinas – esquiladas las ovejas – que se
alargan, se contraen o se distorsionan en un deambular que no va a ninguna
parte.
El santuario es blanco, pulcro.
Lo dedican a la Virgen de la Sierra. Hasta allí suben una romería y otra y
otra… Muchas romerías. Corona la sierra
y otea vientos.
Desde su vera se divisa a lo
lejos, muy lejos, Sierra Morena, por el norte; por poniente, las sierras de
Cádiz por donde vienen los aires del Atlántico y Málaga de donde los arrieros
traían el pescado; a sol naciente, las moles de Granada. Es un picacho que
punza el cielo. En sus cercanías una antena – esqueleto de metal - anuncia progreso
y comunicación. Rompe el encanto del paisaje. Abajo, la bruma de levante se
expande por el valle. Un águila con vuelo sereno, seguro y acompasado surca el
cielo de subbética cordobesa. Dejo, mientras avanza sin prisas la tarde, que
también mi pensamiento se escape por otro tipo de vuelo…
viernes, 26 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El primer gourmet de la Historia
26 de
agosto, viernes. Sabemos de él, que militó entre los ‘epicúreos’
o sea aquellos que buscaban vivir sus vidas de la manera más feliz posible. ¿Lo
conseguían? Eso es harina – y no porque estemos hablando de cocina carece de
sitio – de otro costal. Vivió Marco Gavio Apicio, que es de quien se trata, en
el siglo I durante el mandato de los emperadores Augusto y Tiberio.
Dejó un libro de cocina, De re coquinaria. De manera más
eufemística se diría que nos legó un libro de recetas y que, al quedar
testimonio escrito ya entra, con pie propio, en la historia. Se dice de él, que
era excéntrico, que gustaba de hacer experimentos y buscar platos raros con
materias primas traídas en ocasiones desde muy lejos. Eso era caro y lo llevó a
la ruina. Algunos dicen, que no pudo soportar su situación económica y se
suicidó.
En la obra Odorama, Historia cultural de olor, de Federico Kukso, (que me
recomendó mi amigo Barbeito) he encontrado una receta especial. Escribía el
romano hedonista: “Pimienta, menta, comino asado, semilla de apio, miel,
vinagre, passum (vino de pasas) – me
pregunto si conocería las de la Axarquía –
liquamen (salsa de pescado) y un poco de aceite. Poner en una sartén y
llevar a ebullición. Espesar con almidón y verter sobre las piezas de avestruz
en un plato de servir y espolvorear con pimienta”.
Se comentaba de él, que también
consiguió un foie gras obtenido del
hígado de ocas alimentadas con higos – no dicen ni la variedad ni el color.
¿Serían negros, como los bosques de noche?, ¿‘moñigales’?, ¿‘murcianos’
¿Serían de color verde y esperanza como se viste la primavera? - ; un pastel de
rosas hecho con pétalos fritos, con sesos, pimienta, huevos y garum, vísceras de pescado (que tenía que ser del
Perchel o de Cádiz, seguro), a las que se añadía vino, vinagre, sangre,
aceite (¿de los olivares cercanos a Italica y que, todavía, no se llamaba
Aljarafe?) y pimienta, ¿en qué proporción? Ahí está el quid de la cuestión.
Cuando en estos días se
celebran apariciones de gastrónomos, de esos que ponen poca comida y mucho
plato, e intentan sorprender con las cosas más excéntricas, a lo mejor, no nos
dicen que bebieron en la fuente de Roma, que aportó mucho en todos los campos y
en el de la mesa, por supuesto, también.
jueves, 25 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La casa por el tejado
Catedral de Málaga
25 de
agostos, jueves. A vueltas con la Catedral. La gran casa de la
Iglesia de Málaga es su Catedral. Como todas las grandes obras – y ésta lo es –
nunca se terminan. Eso se ve desde lejos. En este caso falta a capítulo una de
sus torres. Hay, también, otras de las que solo se tienen noticias si uno se
adentra en su interior. Se habla, de goteras.
En Málaga llueve poco – como en
el chiste, trabajo hay poco, y contestó el interfecto, menos necesito yo – pue
algo así. La cubierta está muy deteriorada y es una filtración constante en
cuanto caen cuatro gotas, si son algunas más, entonces no hay ni que hablar.
La cosa viene de lejos. La
cosa, por llamarlo así genéricamente, se ha ido posponiendo entre trabas,
obstáculos, estudios pertinentes, coordinación de Administraciones, falta de
dinero y tropecientos mil papeles más. Ahora parece que puede estar cercano
(¿?) el principio del fin de los problemas.
Hablan de ciento cincuenta
millones de euros el coste de la nueva techumbre. Dicen, que puede ser algo muy
interesante porque incluso va a facilitar su vista por el interior y por el
exterior y que va a causar asombro por la calidad arquitectónica que va a
mostrar a los posibles visitante. Bien está – dice el refrán – lo que bien
acaba. Por el bien del magno edificio esperemos que no tarde tanto como con la
torre aún inconclusa.
Anuncian que desde el Obispado
podría abrirse una suscripción popular con objeto de recaudad fondos. Todo lo
que se sea sumar puede resultar interesante. Luego, la consecución de los
objetivos será otro cantar.
La Catedral de Málaga es un
magnífico templo renacentista iniciado en 1528. Tras la toma de la ciudad por
los Reyes Católicos en 1487, deciden su construcción sobre el solar de la
Mezquita Aljama, o sea, la principal de la ciudad. Ha participado, entre otros, en la obra lo
más florido, en diferentes épocas, de la arquitectura religiosa: Gil de Siloé,
Andrés de Vandelvira, Hernán Ruiz II, Pedro Díaz Palacios, Diego de Vergara…
Está considerado como uno de los templos de mayor altura, en el interior de sus
naves, de Europa.
Ahora, puede que se acometa con
rigor, orden y eficiencia una de las grandes obras pendientes. La recuperación
de su cubierta lo pide, es más lo exige, y no admite tardanzas.
miércoles, 24 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Flor de las flores
Alora. Bajada de la Virgen de Flores un amanecer de agosto (F. de archivo)
24 de
agosto, miércoles. Porque la luz le conviene se echa a la calle
temprano. Sale cuando apunta el sol por
los Lagares. Se abren las puertas del
convento. Hay repique de campanas y revuelo de palomas y cohetes que rompen el
alba.
Romeros, gente de a pie y a
caballo, gente que reza en silencio y que camina a su encuentro por el camino
del suelo. Después, el sol desde lo alto del cielo busca cobijo su manto cobijo
y Ella que es sol y antes que él, estrella, mira y mira como solo miran las
madres buenas.
Y la comitiva anda despacio:
“Salve Madre, en la tierra de mis amores/ te saludan los cantos que alza el
amor” y hay un rasgueo de guitarras y gargantas y desde unas andas de sueños ve como maduran los campos, y la fuente
agostada porque este verano… ¡Ya se sabe! Madre, dile algo a tu Hijo que Él a
ti, sí te hace caso.
Reverdece la vega que escinde el
río, que va a la mar orillado de juncias, mastranto y poleo … Es la vega
fértil, ubérrima. Todos los años da su cosecha y espera y espera. Desde lejos,
Ella, “Flor de la flores”…
Finales de agosto, un año más,
retorna al pueblo. La gente le pide, le
canta – quien canta, reza dos veces decía San Agustín -, le cuenta. La gente, Madre, te quiere y como te saben tan
nuestra se incorporan a lo largo del camino. Al llegar, un gentío espera, y
otra vez, cohetes y caballos y ese runrún de saludos de los que vinieron desde
lejos y se reencuentran….
Otros, los que llegaron desde
la sierra marocha, distantes en el espacio y en el tiempo (pero no en el
afecto), la Encinasola fronteriza por la
que corre el Múrtiga o la Ribera que para el caso es lo mismo – “a orillas de la Ribera / está la Virgen de
Flores / patrona de Encinasola / reina
de los corazones…” nos la trajeron y
desde entonces, Ella, aquí, anidó en nuestros corazones y se nos ocurrió
cantarle que “para patrona bonita / la de
mi tierra, Señores / es morena y chiquitita / se llama Virgen de Flores / y es
pa mí la más bonita” Y el domingo, cuando apunte el sol por los Lagares, un
año más, regresará al pueblo….
martes, 23 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuadeno de bitácora. Airiños, airiños, aires...
23 de
agosto, martes. Estos días, por diferencia de temperatura entre
el agua del mar – más fría – y la tierra – más caliente – se levanta, neblina.
Lo cubre todo. A veces, tiene una duración de varias horas y obliga a cerrar el
aeropuerto de Málaga por baja visibilidad. Rara vez llega hasta las tierras
interiores. Se le conoce como “taró”.
Al parecer, los fenicios ya hablaron de él.
En cada lugar, tienen su
localismo (“Solano de las Marismas…”),
graníno, ábrego… Nombre de otros lugares o, incluso, se llama así a
fenómenos diferentes.
De madrugada, en verano, si
arranca el levante, ‘blandura’. El
cielo se cubre de nubes, al principio, espesas y, poco a poco, se disipan a
medida que arranca la mañana. Dice la gente del campo que madura las brevas cuando
es tiempo, que propicia la trillar porque la mies está más suave y para
arrancar los garbanzos porque, al no haber sequedad, no se rompen los
cascabullos.
El levante - “el levante las
mueve y el poniente, las llueve” – ; el cielo entoldado, tardes de calor…
Al viento del norte, - el cielo
azul, muy azul, como el manto de una Purísima de Murillo - ‘aire de
arriba’. Cuando sopla, nunca llueve. Si hay un temporal de poniente, él dispersa
las nubes. “Ya está aquí el aire de
arriba; se ha acabado el temporal”. En invierno, si viene del Polo, es
frío. Puede provocar heladas. En verano, al del noroeste, se le llama ‘terral’. Seco, abrasador. Se dispara la
temperatura.
El viento del Atlántico, ‘poniente’. Trae la lluvia, o sea, la
Gracia de Dios. Si entra por el Estrecho es una corriente en chorro. Sube desde
Canarias. Está cargado de humedad. Dura varios días y trae agua, mucha agua (no
tanta como el meneo que le dio anoche la UD. Las Palmas al Málaga, bromas
aparte); si entra un poco más desviado, por el Golfo de Cádiz, también trae
agua, pero más ‘de refilón’. En ocasiones se desvía por la Depresión
Guadalquivir y, entonces, las nubes pasan ligeras…
Me viene a la mente Rosalía: “Airiños, airiños, aires… “y el final
del Amor Brujo. Falla puso letra y música. La mejor versión cantada, Antoñita
Contreras. “¡Ya está despuntando el día
/cantad, campanas, cantad/ que vuelve la gloria mía!” A veces, a al amanecer,
me resuena en el interior, y siento como abre, poco a poco la vida…
lunes, 22 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Bacalao
Bacalao (Gadus Morhua)
22 de
agosto, lunes. Últimas noticias: se desploma en España el
consumo de pescado y solo sobrevive el bacalao. Lo ha publicado la prensa esta
mañana. ¡Las calores…! La mente, obtusa. Uno se da cuenta de lo evidente. Por
ejemplo, las ‘buenas noches’ vienen antes que el ‘buenos días’, y no tienen
nada que ver con el bacalao ¿verdad? Pues eso, pero ¿y si se mira el día al
revés?
A lo que iba, dicen que se ha
consumido menos pescado, pero se ha gastado, casi un nueve por ciento del
dinerillo destinado a la alimentación para comprar los bichitos que vienen de
la mar. El único que se ha mantenido en su sitio, ha sido el bacalao. No dicen
si en fresco o salado. ¡El bacalao ha sido siempre comida de pobres!
La primera vez (de lo que hace
mucho tiempo) que pasé por la tierra vieja de la que entonces se llamaba
Castilla la Vieja, en Ágreda, casi al pie del Moncayo (que es Aragón), vi unas
instalaciones enormes donde anunciaban el producto, claro que ese era salado.
Me dijeron que desde allí se abastecía a casi media España. O sea que tenían su
mercado
Al bacalao se le entra de
muchas maneras. Quizá el país que le ha sacado más partido ha sido Portugal y
lo sirven en la mesa, exquisito – al que menos el que yo he probado- y variado.
Se ve que eso de especializarse tiene sus ventajas.
En cierta ocasión, en Coimbra,
le pregunté a un camarero, cómo era posible que el plato de bacalao ‘dourado’ que me servía tenía un precio
‘asequible’, si lo había visto en los escaparates de la calle a un precio muy
superior… Y, entonces, con el cumplido que caracteriza a los portugueses, me
dijo: Es que, usted no ha comido bacalao, ha comido abadejo. Ya se sabe, en
todos sitios…
El bacalao era comida de los
días de vigilia en Cuaresma. Era barato y, conjuntamente, con las lentejas, -
las de Mayte en Comodore, en la Plaza de los Delfines, de Madrid, durante la
Transición eran otra cosa - platos
socorridos en las mesas de los pobres. Luego, se dispararon, ambos dos, y casi
había que hablarles de ‘usía. Parece que las aguas vuelven a su cauce. No
sabemos por cuanto tiempo. A lo peor es que los otros precios suben tanto que
ya no nos parecen tan caros. Por cierto, la mejor tienda de bacalao salado de
Málaga está en calle Martínez…
domingo, 21 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Ojalá
21 de
agosto, domingo. Pablo Guerrero apareció en aquella canción que
se llamaba de cantautor. Llegó en la segunda mitad del siglo XX, cuando vino un
modo de expresar las cosas de otra manera. Tenía mucho de protesta, de
inconformismo, de denuncia, y también de deseo por algo que no llegaba… Era una
canción propia de la gente que quería otra forma de vivir.
Apareció una canción “A cántaros”. Hablaba de la lluvia, esa
que cae del cielo y moja y fertiliza y hace que corran los ríos; y de otra
lluvia, metafórica, que pedía el cambio a la sociedad. Ese cambio tenía que
venir y vino, y todo fue distinto cuando comenzó a escampar….
Ahora, por muchas
circunstancias pedimos que llueva de las dos maneras. Necesitamos otros modos en
esta sociedad que tiene mucho de egoísmo e insolidaria, de idótra que solo
piensa en un hedonismo momentáneo – no hay más que echar un vistazo a esas
eclosiones en las ferias ¿ha visto por
un casual, el comienzo de la Semana Grande de Bilbao? – que buscan una huida
rápida. Es también un escape necesario a la tensión de cada día.
Hemos vivido un verano
calcinado por la calor y por los fuegos: de Mijas a Ateca; de Galicia a
Alicante; de Castellón a Zamora, de Burgos… Habría que preguntarse qué parte
del territorio peninsular se ha librado del azote del infierno.
Ahora pedimos que ya debería
venir la lluvia. Estas tormentas de verano, sin daño y sin pedrisco, sin rayos
que generen incendios, que descarguen agua suficiente para refrescar el campo,
para recargar veneros… Ya sé que es una utopía, pero como cuesta poco pedir...
Contra el vicio de pedir, afirma el dicho popular, está la virtud de no dar,
pero no quiero que este sea el caso…
Las aceitunas, sobre todo las
de verdeo piden agua, y los barbechos que cuando se alarguen las noches serán
senos apropiados para resguardar las sementeras y las cañadas y arroyos y esos
pozos… Y cuando el agua llenará los pantanos y, otra, vez comenzará el ciclo de
la vida.
Ojalá llueva y llueva a
cantaros, en manera figurada para obtener una sociedad mejor, y en sentido real
para acabar con la situación agónica que sufren muchos agricultores y ganaderos
–hablan de sacrificar animales - para
que nazca la yerba nueva, para que el campo, cuando sea otra vez primavera, se
alfombre de flores… ¡Ojalá!
sábado, 20 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. España desconocida: Fuenteodra
20 de
agosto, sábado. De entrada, nunca he estado en Fuenteodra. No
sé si alguna vez, por arte de birlibirloque, me llegaré por esos pagos “fríos,
inhóspitos y despoblados” del Geoparque. Me lo pintan de tal manera que,
probablemente, sí. El ¿cuándo?, lo desconozco. La tardanza, será la mala.
Escribo apoyado en el bastoncillo de la documentación…
Fuenteodra está, al pie de la
Peña Amaya, en la tierra de Sedado/ las Loras, en los Páramos, en la provincia
de Burgos donde España – como en toda Castilla-León y como en tantos otros
sitios – se queda vacía. Tiene en su haber siete vecinos y censados, dicen que
llegan a la docena… Allí azota el viento
en las noches de invierno y aprietan el frío, ese que se cala en los huesos,
los yelos y la nieve.
A Fuenteodra se puede ir por la
carretera N-623 que va de Burgos a Santander por el Puerto del Escudo o por
carreteras comarcales. Con esto de las nuevas técnologías, ya se sabe… Si
“todos los caminos llevan a Roma”, ¿cómo no van a llevar a Fuenteodra?
Tiene dos fuentes, la de
arriba, ferruginosa, aunque no en exceso y se le nota en el sabor y porque es
‘muy digestiva’, y la de abajo; un lavadero, a donde, por supuesto, no acude
nadie y recuperado por los vecinos con trabajos comunitarios; y varias cascadas
porque confluyen dos ríos que rompen la roca en la época de deshielo. Aparecen
en chorros de agua clara. Las llaman meayegua,
el potrillo, pozo de los aceites… La toponimia rural, sin desperdicio.
Fuenteodra tiene la iglesia más
grande de todo el valle de Huma. Es del XVI. Gótico tardío, pero hace casi
veinte años que no tiene culto y como el paso del tiempo no perdona ni a las
piedras, la iglesia de derrumba… Se han puesto manos a la recuperación. Una
asociación – encuadrada en Hispania Nostra – y una lucha titánica. La
recaudación, con eso del pequeño mecenazgo, alcanza a más de cincuenta mil euros.
El comienzo por la torre. Ahora, dicen que les va a tocar – y no es redundancia
– a las campanas; luego, todo lo demás.
Lo he leído. Me ha parecido encomiable.
Lo cuento. Dicen que han tenido que
contestar muchas veces a la pregunta ¿para qué? Esa gente anónima lanza un
mensaje de esfuerzo, de amor a lo suyo, de… Ah, la Asociación se llama
‘Manapites’ como el manantial….
viernes, 19 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. ¿Y si se calla el cantor?
19 de
agosto, viernes. Atahualpa Yupanqui que fue quien hizo la
pregunta dio también la respuesta: calla la vida. Estos días hemos recordado el
asesinato de Federico en la madrugada de una noche de agosto en los barrancos
de Víznar. Amaneció al día siguiente y ha amanecido durante muchos días más. La
vida calló – eso pensaban - para los que
creían que lo enmudecían con su muerte, pero no fue así.
Tan no fue así que, en cierta
ocasión, un profesor de Literatura, nos dijo que en la Generación del 27 habían
nacido muy buenos poetas, pero no todos tuvieron ‘la suerte’ de que los hubiese
matado una revolución. Esa afirmación puede ser exagerada. No tengo
conocimientos literarios como para contradecirlo o afirmarlo. Sí sé, por
ejemplo, que muy bueno fue Fernando Villalón y que quizá no llegase a la talla
de Federico, pero que dejó versos bellísimos. Seguían otros cantores…
Da igual. En esos lugares donde
hablan de la libertad a boca llena han intentado llevarse por delante a un
hombre. Escribió algo que, a un sector de la población intransigente con los
que opinan de manera diferente a ellos, no les venía bien. O sea, había que
callar al cantor.
En las dictaduras sean del
color político que sean intentan que los cantores y sobre todos si sus músicas
son distintas a las que ellos quieren escuchar, la vía más expedita es
enmudecerlos para siempre. A esos cantores unos los vilipendian porque dicen
que cantan cosas que no les vienen bien o por cobardía y, entonces, se mira
para otro lado.
Existen también la cohorte de
estómagos agradecidos. Naturalmente con las cosas de comer no se juega y si hay
que decir que los burros vuelan pues entonces los cielos están llenos de
cuadrúpedos volares y no pasa nada. Y luego, vienen las sorpresas que vienen y
esas cosas.
La vida calla – temporalmente
- si se hace que enmudezcan los
cantores. Es verdad que una parte de la vida quedará en silencio, pero en
alguna parte, no sabemos, donde volverán a nacer flores en los prados por
primavera y pajarillos nuevos en los nidos y libarán las abejas en las rosas, y
hombres y mujeres, que serán los nuevos cantores… y como decía Juan Ramón:
“tocarán, como esta tarde están tocando, las campanas del campanario”.
jueves, 18 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Gente buena
La Guardia Civil rescata una niña abandonada
18 de
agosto, jueves. En el artículo de ayer, una mujer que lleva al
lienzo lo que todos miramos, pero solo ella ve, se preguntaba si no existen
noticias buenas… Por supuesto que sí,
que existe la gente buena, pero salen en los periódicos y, no las conocemos…
Están publicando fotos de
Bomberos, Militares, Policías, Guardias Civiles…. (adrede he puesto a todos con
mayúsculas). Están en primera línea. Se
juegan la vida en una lucha sórdida contra las llamas, contra la impotencia,
contra la realidad a la que quieren darle la vuelta. Nunca conoceremos sus
nombres. ¿Qué sería de nosotros sin ellos? Forman parte de la buena gente…
Dice el periódico que la
maquinista del tren llamó al puesto de mando y pidió autorización para iniciar
la marcha atrás. Tuvo una lucidez enorme en medio de la boca del lobo donde se
encontró: pedir autorización por si venía otro tren y huir en sentido
contrario… Tampoco conoceremos probablemente nunca su nombre. Esa mujer forma
parte de la buena gente…
Cuando yo era niño, una
tormenta mediados de octubre descargó violentamente sobre Álora. El arroyo de
El Sabinal se llevó la vía del tren en Los Aneales. Un hombre – ferroviario por
más señas – que vivía casi en la orilla de la vía, sabía que a esa hora venía el Correo. En medio
de la tromba de agua, - pudo quedarse en su casa y no lo hizo - se echó a la
vía y paró el tren. Salvó, aquella tarde, un montón de vidas. Ese hombre se
llamaba Pepe Martos. Yo lo conocía y hoy lo saco aquí en un pequeñísimo
recuerdo… Ese hombre forma parte de la buena gente…
Sabemos de sanitarios,
religiosos, voluntariado de gente anónima, perdida. Acuden a su trabajo. No
piden nada. A veces, solo un poco de respeto, de consideración… Don Antonio
Machado dijo de ellos: “y en todas partes
he visto / gentes que danzan o juegan, / cuando pueden, y laboran / sus cuatro
palmos de tierra. (….)
Gentes que se echan a la mar
cada noche, a la carretera, al obrador de la panadería para que, por la mañana,
tengamos el pan tierno. Gente del campo, de soles y yelos en los días de
invierno, de la mina; gente que da los ‘buenos días’ con una sonrisa en la
cara,
Don Antonio remataba sus
versos: “Son buenas gentes que viven, /
laboran, pasan y sueñan/ y un día como tantos, / descansan bajo la tierra”.
miércoles, 17 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Cierto olor raro
17 de
agosto, miércoles. España en llamas; la Sierra de la Estrella en Portugal,
también. Otras partes de Europa (Francia, Grecia…) tampoco se han escapado. Un
verano, de terror. Las imágenes superan aquel infierno con el que nos asustaban
de niños. Hay una pregunta en el aire. ¿Qué parte de España no se ha quemado? A lo mejor sobran dedos en una mano para
contarlas. Huele mal, muy mal.
Ayer, un tren en trayecto desde
la zona levantina a Zaragoza se encaminó hacia lo boca del lobo. Iba a la zona
que estaba ardiendo. Nadie pudo avisar a tiempo para detenerlo. La maquinista
se percató hacia dónde caminaba e intentó volver atrás. Saltó el preludio de la
tragedia porque la cosa pudo ser de aúpa.
Sigue oliendo mal.
Los embalses, vacíos. Se veía
venir. La falta de agua, en una tierra donde no llueve, es lo que, lógicamente,
tiene que llegar cuando se tira y se tira de los embalses sin que se repongan
de manera natural, a modo de lluvia o con artilugios artificiales, vamos, eso
que se llaman trasvases de cuencas o vasos comunicantes que, de un pantano a
otro lleve agua al que no tiene, si al primero le sobra. Eso, también, huele
mal.
El cieno que acaparan los
pantanos en sus fondos se ha resquebrajado. Hay peces muertos, ausencia de
vida. A lo mejor se podría haber mitigado un poco. Los que tienen que tomar
decisiones o las posponen, esperando a no se sabe qué, o no las toman. Tampoco
eso huele bien. ¿A qué no?
Hay una manera de fuego que no
quema como el de las llamas. Es el fuego de una jeringuilla que inyecta sustancias
químicas para subyugar a una mujer que solo pretendía la evasión, pero se
tropieza con algún hijo de satanás que va con otras intenciones. Eso, apesta.
Hay algo más. Esos que van a la
feria con una navaja en el bolsillo. En cierta ocasión, un muchacho me dijo que
la Policía le había quitado la navaja. Le respondí que la feria, lo que hay que
llevar en el bolsillo es una cartera bien llena de dinero sudado por uno mismo
y, entonces, seguro que se mira cómo y en qué lo gasta. Me echó una ojeada como
quien ve a un extraterrestre. La muerte en Íllora, o lo de Riogordo (un menor abusa
de una niña de nueve años) de estos días, fétido.
martes, 16 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Atardecer de agosto
16 de
agosto, martes. Hemos pasado unos días de infierno. Los que
saben dicen que los aires venían del desierto africano y traían el calor
dentro. Mi vecino que sabe también lo suyo me dice que es viento terral, o sea,
del noroeste de la península. La veleta no está quieta ni un momento y no deja
de dar vueltas y apunta al noreste. Estoy hecho un lío, un verdadero lío porque
no sé de dónde puñetas viene el viento.
Cuando el sol traspone por
detrás de la sierra cientos de pajarillos acuden en busca de refugio en los
cipreses que orillan la alberca. La
alberca tiene a su alrededor unos cipreses muy viejos con las copas muy
tupidas. Los pajarillos madrugan mucho. Se levantan tan temprano que cuando los
primeros rayos de sol apuntan por los Lagares ellos ya han levantado ancla y se
las anda por el mar seco del campo. Buscan su alimento a modo de granos
perdidos de las cosechas, de semillas de frutas…
Cuando llega la noche la cosa
cambia. Su biorritmo les dice que viene la oscuridad y que es el momento de
buscarse un lugar seguro. Ya se sabe por las noches se las anda otros bichos,
algunos son bichos malos. Se amparan en la oscuridad y esos pájaros - de ojos
redondos y grandes garras – saben a muchos sitios pero no se adentran en el
entramado tupido de los cipreses de la alberca.
A medida que avanzan las
sombras ellos acuden en multitud. Viene en tropel. De manera desordenada como
salíamos cuando éramos niños de la escuela. Forman una algarabía ensordecedora
y como niños traviesos, también, se
pelean entre ellos por no ceder lo que entienden que pueden ser la mejor rama,
o la más segura o qué se yo…. Lo cierto es que es un espectáculo sonoro
escucharlos como entre ellos compiten sin tregua hasta que se hace la oscuridad
total.
Cuando ya es noche cerrada, la
luna, que ha perdido el encanto de hace unas noches y ya está en menguante, se
asoma por el camino y se deja entrever por encima de las últimas flores de la
adelfa. La luna sigue despacio y no se para nunca , su camino y así
cíclicamente. Hurga en los recuerdos que ella misma contribuyó a que anidasen
en algunas almas… Ah, el jazmín huele que es un primor…
lunes, 15 de agosto de 2022
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Virgen de agosto
15 de agosto, lunes. El verano está
plagado de celebraciones marianas. Unas, de carácter más local, según qué
países o regiones: Fátima en Portugal, el Rocío y la Cabeza en Andalucía,
dentro de España; otras, tienen un carácter más universal: la Virgen del Carmen
en julio, la Asunción a mediados de agosto y la Natividad a principios de
septiembre.
Según la tradición en la Iglesia Católica y en
otras – la Iglesia Ortodoxa, la Ortodoxa
oriental y la anglicana dentro del cristianismo – la Virgen María, Madre de
Jesucristo, cumplido su ciclo vital - fue llevada en cuerpo y alma al cielo.
No se sabe con certeza dónde ocurrió el óbito
de María. Según la tradición y la difusión realizada por los relatos apócrifos
se conocía como la “dormición”. Según el Martirologio, del monje
Usuardo (que murió hacia el año 875) alababa la reserva de la Iglesia de aquel
tiempo que preferiría no saber "el lugar donde por mandato divino se
oculta este dignísimo templo del Espíritu Santo y nuestro Señor Dios".
Desde los siglos IV y V la tradición de que
María fue llevada al cielo con su cuerpo incorrupto se extendía cada vez más
por todos los territorios donde llegaba la religión cristiana. Fue aceptado sin
grandes discusiones e incluso difundido por san Agustín y por santo Tomás de
Aquino.
En 1849 llegaron las primeras
peticiones a la Santa Sede. Los obispos de la Iglesia Universal piden que se
declare como Dogma de fe (o sea, que está en la obligatoriedad de creerse). En
1946 el papa Pío XII consultó al episcopado la afirmación de que fuera
declarada dogma la Asunción de María. La respuesta afirmativa fue casi unánime.
El 1 de noviembre de 1950 Pio XII, lo declara Dogma de fe.
En el campo la Virgen de agosto marcaba fechas
muy señeras. Por ejemplo, desde ese día se comenzaban a ‘guardar’ los suelos de
olivares por parte de los ganaderos extensivos. Se reconocía que desde esa
fecha la aceituna ya tenía aceite y si se recogía se llevaba al molino. Era la ‘primera
vuelta’ en una agricultura de subsistencia. Se abría también la media veda para
cazar la tórtola y la paloma…
Las tradiciones cambian; las costumbres,
también. Hoy, media España está de feria En muchos lugares se habrán celebrado
corridas de toros y fiestas (el Misterio de Elche), y procesiones en muchas
ciudades.