Foto. Juan Blanco Cabrera
Llegó a mis manos por
recomendación – uno tiene la mala
costumbre de hacer caso a lo que dicen los amigos - de Fulgencio. Léete, me
dijo, Paisajes de la Historia de España.
Es de Fernando García de Cortázar…
Es lo que he hecho. El profesor
tiene una clarividencia que solo dan los años y la formación. Ha escrito, a
modo de ensayo, pequeñas reflexiones sobre hitos, acontecimientos y hechos
acaecidos en nuestra Historia.
Entre otros, dedica un capítulo
memorable al reinado de los Reyes Católicos – ese reinado y personajes a los
que algunos analfabetos desprecian – donde habla de la talla de ambos dos, de
lo que aportaron y de lo que significó su paso por aquí.
Escribe García de Cortazar, por
cierto, la obra está publicada por Espasa 2021, de Santa Fe, de la toma de
Granada y de las consecuencias, así como de los antecedentes a todo lo que
aquello supuso, de los personajes que convivieron con ellos y de cómo lo
contaron sus coetáneos como Pedro Mártir de Anglería, Gonzalo Fernández de
Oviedo o Jerónimo Münzer, que estuvo en capital nazarí dos años después de la
conquista.
Dice el profesor que el
ejército de Isabel y Fernando, se convirtió en el más temible de Europa. Su
eficacia fue padecida por los franceses con el Gran Capitán, en Italia o luego,
un poco más tarde, ya muerta Isabel, cuando el rey Fernando decidió hacerse con
el reino pamplonés gracias a los buenos oficios del Duque de Alba.
Afirma que la ayuda que pidió
Constantinopla y no recibió de Europa, tampoco la obtuvo Granada de los
emiratos musulmanes del Magreb. La dejaron sola con sus disputas internas. El
hambre y el desaliento hicieron el resto. Fue incapaz de detener la marea que
venía con los cristianos.
La artillería desempeñó un
papel fundamental. Alora, ‘la bien cercada’, cayo en junio de 1484, Ronda en
1485, dos años después le llegó la hora de la rendición a Málaga, por el occidente.
En la parte oriental en 1489, tras un largo asedio, se rindió Baza. El invierno
había sido duro, durísimo. “Hasta se helaron las viñas” dice el cronista Andrés
Bernáldez, cura de Los Palacios…
Granada ahora, con su cielo
azul del mediodía, su vega fértil de choperas en las riberas del Genil, ve como
se recorta la silueta de su Alhambra contra las cumbres blancas de Sierra Nevada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario