sábado, 12 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Endivias

 

 

            Brotes de endivias


12 de febrero, sábado. Ahora cuando en el aire flota esa cosa indescriptible, intima, que anuncia que aún es invierno – que no llueve - pero que viene la primera, ahora, precisamente ahora, en su mediación, es el momento de la siembra de las endivias.

Es una hortaliza (da igual que se escriba con ‘b’ de buena o con ‘v’ de virguera) llena de contradicciones. Verán. Parece una lechuga y no lo es. Necesita la luz, el nitrógeno y el agua para vivir y prefiere la oscuridad, el poco alimento y huye del encharcamiento.

Se descubrió por casualidad en 1830, por el Jefe del jardín Botánico de Bruselas, Frans Bressier. El hombre resguardó  en un sótano unas plantas de achicoria (la endivia es un raíz de achicoria) para salvarlas de las heladas que en invierno asolan Bélgica y así poder obtener posteriormente un sucedáneo del café…

Al cabo de unos meses, se percató de que aquellas raíces, en plena oscuridad, habían germinado en unos tallos blancos, comestibles, de cierto sabor amargo y de una textura muy aceptada por el paladar…

Tiene dos fases en su producción. Se deposita la semilla en suelo arenoso y con cantidad de estiércol. El humus de lombriz es el sustrato más apropiado. En otoño, esas raíces se sacan de la tierra, donde deben haberse desarrollado ya con un grosor considerable.  Se colocan cubiertas de estiércol en cajones y se riegan lo suficiente para que se mantenga la humedad. Se cubrem con tierra o con plástico negro. La ausencia de luz provoca el nacimiento de las hojas blancas.

Las endivias tienen en su composición un noventa y cinco por ciento de agua, lo que las hace muy bajas en calorías, aporta hidratos de carbono y proteínas. Es rica en fibras. Facilita el tránsito intestinal. Cuenta con hierro que ayuda a combatir la anemia y con potasio. Se usa también, como diurética.

Después de la Segunda Guerra Mundial, su cultivo y consumo se extendió por Francia y de allí al resto del mundo. En Japón tiene consideración de majar de lujo. No falta en las grandes celebraciones gastronómicas.

En la cocina española, entre otras recetas, se utiliza con queso roquefort y queso azul, nueces, anchoas y se braseadan con salmón ahumado. Otra manera de consumo es en ensalada. En su composición pueden entrar  mangos, piñas, kiwis y aguacates, nueces de la variedad Pacano, y  salsa rosa…

 

 

 

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