Catedral de Málaga
Ha llegado. Nunca es tarde…Las provincias
andaluzas que la rodean: Cádiz, Sevilla, Córdoba y Granada – Málaga, la más
pequeña – han tenido su momento en la Historia. Llega la hora de Málaga.
Cádiz, fenicia tuvo su momento
al comienzo. Allí estaban las Torres de Hércules. Protagonismo económico – que no aprovechó en
su totalidad - cuando, en 1717, Felipe V
le traspasó la Casa de Contratación. Con las Cortes de Cádiz en 1812. Nace
Liberalismo en España. Fue otra ocasión perdida
Córdoba, romana y mora dio
figuras como Séneca, Averroes, Maimonides y los califas Abderramán III y Halakén
II. Capital del Califato, tuvo la biblioteca más importante de Occidente. En
Granada, agonizó el reino nazarí. El esplendor de la Alhambra es el testigo de
una cultura, que por ser la última, nos dejó restos que aún perduran con más
frescura que las otras.
Sevilla, la ciudad más importante del XVI.
Debió ser capital de España, pero el capricho de un rey no lo quiso… Su puerto era la conexión con las Indias. Todo lo
referente a América no se entiende sin Sevilla y su Reino (El puerto de Palos
era parte de aquel territorio…) Allí floreció el Siglo de Oro y quizá allí está
ese lugar del que Cervantes no quería acordarse… ¿La cárcel Real de la calle Sierpes?
Málaga ha sido, hasta la
segunda mitad del siglo XX, la prima pobre. Desde el Arzobispado, Chancillería
y Universidad de Granada, se marcaba el devenir eclesiástico, judicial e
intelectual. Hasta los gobernadores civiles venían de allí. La juventud de
Málaga, en los años cincuenta, tenían como salidas: Magisterio, Peritos o
Escuela de Comercio.
Málaga llora estos días – todas
las despedidas son tristes – la desaparición del Café Central. Ha olvidado que
dejó irse el tranvía – “un tranvía de sol con jardinera”- de El Palo y de Huelín, el tren de Suburbanos,
no ha terminado la torre de la catedral, ni ha cerrado la herida del
Guadalmedina…
El empuje turístico de la Costa
del Sol (con sus aberraciones, que las hay) la creación de la Universidad, y el
Parque Tecnológico, son impulsores del desarrollo socioeconómico que ahora
despierta. Oferta cultural y agricultura de primor…
Un aeropuerto con dos pistas
(el tercero de la Península) un puerto con capacidad para grandes buques (ojo,
no pase como con la Costa del Sol) y el AVE... Hay carencias. Muchas. Me falta
espacio. Queda una cosa clara: es la hora de Málaga, en el XXI
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