21 de
diciembre, martes. Me he levantado temprano. He ido a Málaga. A
primeras horas de la mañana la carretera va cargada. Desde Río Grande, hacia
arriba pide un desdoblamiento en autovía. Solo le falta decirlo a voces; desde
Campanillas, hasta Málaga algunos ‘retoques’. No soy experto en tráfico pero a
veces uno solo deja que aflore el sentido común.
Dice el hombre de los
informativos que a la cuatro de tarde, minuto arriba, minuto abajo ha entrado
el invierno. El día ha sido caluroso, al mediodía, 22º para
lo que anunciaba.
Antes al invierno se le
representaba con un viejo aterido, que caminaba solo y sorteando un vendaval
que, con su fuerza, lo arrastraba todo. Ahora me parece que hay que cambiar de
imagen – de viejo, no. Total ¿para qué?-
Nos falta alegría y nos sobra crispación y certificados de covid. Hay un
montón de gente manifestándose en contra de la medida de pedirlos. Seguramente
no tendrán algo mejor que hacer.
Dicen que no saben qué
contienen esas vacunas. Tampoco sabemos que tienen dentro las aspirinas, ni el
omeprazol, ni el paracetamol, ni… Hay algunas cosas claras. Sabemos lo que no hay
dentro de algunas cabezas y ante eso, lo mejor es cruzar al otro lado de la
calle.
Se cuenta de don Jacinto Benavente
que al caminar por una acera estrecha, se topó, de frente, con uno de los que
se pasan unos cuantos pueblos, que se hacía el fuerte.
-
Yo no cedo la acera a los maricones..
-
Yo sí, contestó don Jacinto, y se apartó.
No sé si ante lo que tenemos
encima es cuestión de apartarse. No sé si la sociedad tiene herramientas para
combatir ese viento desangelado que se le viene encima como un vendaval de
invierno. No sé casi nada, mejor dicho, no sé nada. Me siento falto de fuerzas
para hacer frente a todo esto que se nos viene encima…
Se han ocultado los pájaros. Se
han despojado muchos árboles del ropaje del verano. Sus ramas desnudas en la
intemperie aguardan que se cumpla, una vez más, el ciclo de la vida y todo
vuelva a ser diferente.
Ha entrado el invierno. Vendrán
heladas mañaneras, vendrán días grises, vendrán algunas cosas que no deseamos
pero es que, a veces, da la impresión que el invierno ya lleva por aquí desde
hace una temporada…
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