miércoles, 15 de diciembre de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Al otro lado del cristal (III)

 



                                                                  (viene de II)

 

Entonces replicó, él:

- Con las de veces que te he ponderado ese cuerpo, que te he dicho de esos ojos que son dos luceros en la noche oscura, de ese caminar con que te mueves como una rosa que bambolea la brisa de la tarde, con esa mirada que traspasa...

     -    Oissss, por Dios, qué catarata de halagos, me voy a volver diabética...

     -    Pues ponte insulina...

-         Bueno, ya has cumplido por hoy...gracias.

-         No porque ahora me gustaría ser quien te pusiera la insulina... así que fíjate todo el camino que tengo por delante... ¡Teniendo el agua tan cerca y sin poderla beber!

-         Eso de la insulina ¿es una metáfora? Preguntó ella.

-         ¿Tú qué crees? Dijo a manera de una pregunta que no esperaba respuesta y que se podría perder por el aire…

-         No lo sé, porque a veces tienes mucha retranca...!

-         No es para tanto.

-         Tu eres más largo que un día sin pan. Y no eres el mismo de antes…

-         El pan engorda. Respondió con una frase hecha y fuera de contexto. No, creas, no. Soy muy corto.

-         No eres nada cortito, sólo un poco despistadillo, pero sabes más que los ratones coloraos

-         Ojalá...

-         Especialista en hacerte el lipendi..

-         De eso nada.

-         Vengaaaa, que te voy conociendo ¡¡¡ yaaaa!!! Son muchos años…

-         Yo siempre voy de frente...-

-         Pero a veces te haces el loco...-

-         No creo.

-         Si creo...

-         Pues ya crees -dijo él, como quien lanza una puya hiriente-  en dos cosas, en eso y en Dios... Vamos, completita. –

-          ¿Te puedo decir una cosa? Preguntó él, conociendo de antemano la respuesta.

-         Todas las que quieras, después del día que llevo, nada me sorprenderá.

 

                (Continúa…)

 

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