Se
encuentran a las claras del día, en el bar. Se apalancan en la barra.
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Dicen que
hay que recogerse… por lo del bicho
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¿Y yo he
salío?
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Illo, ¿hay muncho
barro por los caminos?
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¡Ufff…!
Hasta han tenío que poné pasaeras…
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¿De lo
que cayó anoche?
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Y toas
las noches..., porque las rocías ¡vienen con unas ganas…!
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Aunque
llové, lo que se dice llové con vergüenza, no llueve desde antes que tallaran a
Cascorro.
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Ni corren
los arroyos, ni las cañás… No corre ná. Es que no hay agua. Los pantanos, secos.
Veremos cómo esto siga así…
-
Si al
menos corriera el fino ‘Cañero’…
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O el Carbonell…
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Entonces
llegaba la cola de Fuentarriba a la Fuente de la Manía…
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No te he
visto estos días por ‘los médicos’,
¿Ya no vas a por recetas…?
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Es que he
estao malillo… Vamos, eso es lo que dice mi mujé…
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Y ¿qué
tienes?
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Na. Muncha tó de noche.
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¿Del
tabaco…?
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No. De la
corriente…Mi mujer está tó el día fregando.
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Tómate un
vaso de tomillo calentito, con un lingotazo de machaco, a buchito… o
tomillo con mié y un chorreón de limón.
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Eso, es
lo que hago; y, ná. Ninguna mejoría.
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Po
entonces vete ramoneanto hasta el Llano de la Colmenillas.
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Oye, ¿tú
te has enterado que los políticos andan a la greña?
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Algo he
escuchao
-
Illo, están como los tabarros en la sanmiguelá…¡rabiosos!
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A saetazo
limpio.
-
Como
decía, Juanillo, “el Rapao”.
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Eso un
cebaero con siete bocas y cuatro comeeros…
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Tú ¿has
sentío que hablen algo del campo, de la leche, de los pescaores y de la lú..?
-
De eso,
no han mentao ná.
-
Claro,
que mirándolo despacio, de éstos ninguno se cuelga ya el canasto de verdeá…
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Ni se lo
van a colgar. Toos salen colocaos.
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Po a mí
me han dicho, que la gente del campo casi se ha tirao a la calle…
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Eso lo
arreglan mandándole a los civiles y a los inspectores, y los meten a tós pa
entro…
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Y si se
acabó el perro…
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Se
terminó la rabia.
Dos
cosas: real como que estamos a las puertas de la Nochebuena. Otra, el andaluz
se habla pero no se escribe…
Un gozo y una genialidad.
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