J.F. Willumsen. Acuarela. Calle Santa Ana. Siglo XIX
El muchacho le hacía ascos a doblar
el espinazo. Vamos, que lo del trabajo lo habían hecho para otra gente, pero
para él, como que no… La madre sabía que, además le pegaba a la bebida. El pirriaque lo perdía. Los fines de semana
los alargaba ‘santificando’ el domingo y prolongándolo hasta ¡el lunes…! (Dos, mejor
que uno)
-
¿Cuánto pelotazos, cayeron el sábado? Le
pregunté el martes, porque el lunes no se presentó al trabajo.
-
Veintidó
o
ventitré… No me acuerdo bien. Ahora
ya no soy capaz de beber como bebía antes, uno ya es un estierco…
-
¡Ah! ¿Y el cuerpo? Porque tendrías un cuerpo
malísimo…
-
Yo no le echo cuenta al cuerpo porque si no, uno
no vale pa ná…
-
Claro hombre, hasta que te lleven entre cuatro.
-
Usté tiene unas
ocurrencias… Deje esas caías…
La madre se encontró un día por
la calle, con la nuera. Sabedora del amor al trabajo de su hijo, se interesó
por si estaba en la casa o en el trabajo.
¿A io é….?
-
No, a
io…¡qué va! dijo la mujer con paciencia y
resignación…
La madre se fue para la casa y
bronca al canto…
-
No me chilles, que me artereo.
-
¿Artereo?,
yo si que te voy a artereá a ti…
-
Enga,
umá, que no e pa tanto… Na
má que que oi, no e io
-
Ni oi,
ni aye, ni antié, ni tras antié, ni
el otro día, ni nunca que te jartas.
-
Pero, si siempre me queo con ganas. Miá si me
queo con ganas que me da sentimiento,
porque yo soy mu sentío, que cuando
veo la botella vacía, po voy y pío otra… pa no dejarla tan sola, sin compañía.
-
Y, encima, con guasita con tu madre. No tienes
consideración con nadie.
-
¡Anda! Y ahora ¿mi mujé se ha cambiao de
nombre? ¿Consuelo por Consideración...?
y yo sin enterarme siquiera…
-
Hijo, te estás matando con la dichosa bebía…
-
Si yo no bebo, solo a buchitos, pa que la cosa se alargue… Mira he dejao el tabaco y el vino, ya solamente
pelotazos para hacer penitencia, que luego dices que no me arrepiento…
-
Sí, claro, ‘arrepentíos
los quiere Dios’
-
Eso, eso…
(El andaluz se habla pero no se
escribe. Todo lo mejor para el año que ya casi llama a la puerta).
No hay comentarios:
Publicar un comentario