Las imágenes son terribles. Entre
la bruma amanece, un río caudaloso, el Evros, unos tarajes semidesnudos de
hojas (es invierno), una corriente de agua que no se detiene…Enfrente, entre la
niebla, hogueras dispersas. En este lado, un camión cisterna abre un chorro de
agua disparado con una manguera. Intenta dispersar a la gente…
Es gente con nombre y apellidos.
Han huido de Siria. Ahora de donde huyen es de Turquía. Vienen a Europa. Es la
nueva tierra de promisión en la desesperanza humana. Ni allí ni aquí los
quieren. No los quiere nadie. Es el drama de los refugiados. Uno de los muchos
dramas que azotan con la maldad de unos hombres, la impotencia y el desamparo
de otros.
Hay niños. La imágenes parten el
alma. Algunas almas parece que son de un compacto que cuesta mucho trabajo
romperlas. Vamos, que no se rompen. Ellos huyen. Lloran un destino que al igual
hace unos años ni soñaron que podría
pasarles.
Hay también otra frontera. La
forma las aguas del mar que baña las costas turcas y griegas. Son aguas azules y tienen la belleza
paradisíaca de esas a las que uno alguna vez soñó que iría para conocer de
cerca las culturas milenarias que formaron occidente. Los hombres de ambas
orillas y otros que viven cómodamente tierra adentro, se han encargado de echar
sobre ellas una pátina que llamamos olvido.
Los países ricos hacemos con
demasiada frecuencia de cimbel. Alguien diría que miramos para otro lado. No
estoy de acuerdo. Miramos para el interior de nuestros intereses y no hay
voluntad de resolver problemas cada día más enconados y con más hedor en sus
heridas.
Toda esta comedia de glamour y
tonterías con que nos están adormeciendo tarde más o tarde menos, va a terminar
en un drama tremendo. Bueno, es una redundancia, todos los dramas son
tremendos. A veces, nuestra sinrazón es la razón que mueve a la desesperación a
muchas personas. La imágenes impactan. Niebla al amanecer. Gente que huye… La
guerra de la otra orilla que queremos convencernos que no es la nuestra. Lo
dejó dicho el Maestro Alcántara: “No
digo que sí o que no / digo que si Dios existe / me debe una explicación”.
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