miércoles, 10 de octubre de 2018

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Temporal



Ha venido como un miura de cinco yerbas desbocado y herido. Ha venido con las puntas de los pitones afilados por el viento de la noche oscura y tenebrosa. Ha venido con la muere en las  entrañas y la ha descargado a modo de tragedia en otras tierras. Ha sido una loba de ubre llena y colmillos como navajas barberas.

Comenzó a tronar a media noche. Eran altas horas de la madrugada. El cielo era un relampagueo constante y los truenos cada mas más cercanos.  Arreciaba el aguacero; el viento estrellaba con fuerza las ráfagas de agua en los cristales de la ventana Llegó, descargó y siguió camino hacia alguna parte.

Esta mañana veo que se han venido al suelo los pámpanos de la parra. Están casi deshojadas las margaritas. Heridas las rosas y los pétalos  dando cobijo a las últimas gotas que han encontrado en ellas acomodo.  Por aquí, por suerte, ha descargado de manera irregular: 45 litros por metro cuadrado en el Calvario; 18, en la Cantina de los Llanos; en Paredones, 15… Cada uno contaba  su parte meteorológico.

Dicen que quien lidera la tabla de la tragedia ha sido la isla de Mallorca. Se ve que el temporal no ha tenido ni una pizca de compasión con ella y entre muertos ya contabilizados y personas desaparecidas, la cifra ha subido a un escalafón considerable. ¡Qué pena, qué  impotencia, qué rabia!

El otoño llena de nostalgia los sotos y los bordes de los caminos; los castaños de hojas doradas y erizos con el fruto dentro arrastrados a sus pies se visten de oros viejos;  granados de frutas ebúrneas y coronadas llenas de granos de rubíes destinados a bocas excelsas orillan las lindes y después de entregar el fruto, todos ellos entregaran un alfombra de amarillo.

Los informativos hablaron de descargas  puntuales por lugares lejanos. Me dice un amigo que el problema se cierne más hacia la costa y que aquí en el interior puede que llegue con menos fuerzas. Ahora toca esperar  porque las tormentas, dice alguien, algunas veces repiten a las veinticuatro horas…




No hay comentarios:

Publicar un comentario