Mujer enigmática de la que
conocemos muy poco. Su vida transcurre en una nebulosa donde las especulaciones,
la mayoría de las veces, toman cuerpo, hasta el punto que su figura ha sido muy
manipulada en conveniencia de intereses de conventos, de historiadores e
incluso de zonas geográficas.
De su vida sabemos como cierto
que vivió cuando comenzaba el milenio, estuvo casada con Rodrigo Díaz de Vivar, fue ‘señora de Valencia’ y sus restos, después de ser enterrados en San
Pedro de Cardeña, en el siglo XX, fueron
trasladados conjuntamente con los de su esposo a la catedral de Burgos donde
reposan.
La primera duda surge en su
origen. Se cree que era natural de Cangas de Narcea, Asturias, apoyándose en un
documento que existe en el monasterio de Corias fundado por su abuelo, Fernando
de Gundemárez, en 1032. No prueba nada.
La fecha de su nacimiento se
sitúa probablemente en 1116. Contrajo matrimonio, en la iglesia de San Miguel
de Palencia, casi con treinta años, -
una edad avanzada para la época - con
Rodrigo Díaz de Vivar, el “Cid campeador”, entre julio de 1974 y mayo de 1076.
A la muerte del Cid fue señora de Valencia entre 1099 y 1102.
No se sabe si acompañó al Cid
en su primer destierro , 1080-1086, como caudillo del ejército del reino andalusí al servicio de
Al-Muqtadir, Al_Mu’taman y Al- Mustanìn, en a la taifa de Zaragoza.
Al iniciarse el segundo
destierro, en 1089, estuvo en prisión
con sus hijos, Cristina, Diego – muerto en la batalla de Consuegra, 1097 – y
María, por mandato de Alfonso VI con quien tenía relación de parentesco al ser
hija de una prima hermana del rey y no
sobrina directa de él como algunos historiadores han afirmando.
Los monjes de San Pedro de
Cardeña en el siglo XIII pretendieron revitalizar su presencia y la del Cid en
el monasterio con fines de recabar fondos pero nunca tuvieron una relación
directa, salgo que le sirvió de residencia a en sus últimos años y, luego de
sepultura.
A la muerte del Cid, Alfonso VI
abandonó la ciudad a los
almorávides. Parte para tierra
castellana. Un documento existente en la
catedral Salamanca recoge una donación a
la catedral levantina. Murió con 70 años en 1146, en Burgos.
Sus vidas, llevadas al cine,
fueron encarnadas por Charlton Heston y Sofía Loren.
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