España se ha echado a la calle.
La gente está harta de permanecer en el mismo sitio y se ha dado en andar los
caminos. Bueno, visto lo que dicen los periódicos, también se ha echado al
aire. El aeropuerto de Málaga este pasado fin de semana ha registrado más de
dos mil trescientas operaciones.
En el tren, en este caso, en el
AVE, han llegado tropecientos mil viajeros. En todos sitios se ve la
aglomeración. Dicen los hoteleros, esos que siempre están llorando, que en la
Costa del Sol la ocupación en julio ha superado el ochenta por ciento; para
agosto, esperan más. Eso supone un montón de gente gastando.
En Barcelona los listos de
turno, los que quieren el cielo para todos pero la tierra para ellos, le han
pegado fuego a un autobús de los que llevan turistas y les enseñan, la ciudad,
desde la ventanilla.
Por cierto, uno de mi pueblo
guía ocasional, explicaba, micrófono en mano,
a los paisanos, al paso del autobús por la Castellana. “Y, aquí, decía, la diosa
Cibeles, donde el Madrid celebra las copas; y, aquí Cristóbal Colón, que le
gustaba mucho el agua; y, aquí uno que hablaba mucho – delante de Castelar –
aunque era muy chiquitillo”. Cuando llegó ante el Marqués del Duero… “y, aquí,
el homenaje a Ángel Peralta…” y siguió Castellana arriba.
Las playas están a rebosar. Los
espetos – que están buenísimos – son las atracciones del verano, aunque las
otras noches en la mesa contigua a la nuestra, una pareja, era alrededor de las
once, daba cuenta de una paella. Como se ve, la hora propicia para esas degustaciones.
La ocupación en la zona de
interior, por el estilo. Castilla, que
tienen nueve meses de infierno, tampoco quiere ser menos. Dicen que Salamanca –
“Salamanca, arte, saber y toros” - está preciosa. Me lo ha dicho un amigo que
ha estado unos días por allí; el Tormes sigue siendo el espejo donde se mira la
ciudad…
España está a orillas de la
playa. Combarro -¡qué acierto, Maestro, con lo que está cayendo ¡ - y toda Galicia, la cornisa del Cantábrico, la
Costa de Levante… Hoy comienza agosto; dicen que es el mes de las vacaciones y
de las ferias. Yo, por lo pronto, puedo “disfrutar” de la de mi pueblo desde mi
balcón…. ¿Ustedes gustan?
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