jueves, 6 de julio de 2017

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Fiesta

Dicen, que los franceses inventaron el chauvinismo. Olé por los franceses. Las retransmisiones de la televisión gala del Tour son una gozada. ¡Qué manera de enseñar los suyo! Las imágenes preciosas. La marcha de los ciclistas es la excusa perfecta para mostrar palmo a palmo su país.

Solo tiene un inconveniente. O siesta,  o Tour porque ‘soplar y sorber’, ya se sabe.  Francia es una fiesta al paso de la carrera. Pueblos medianos; otros pequeños, casi aldeas, en la calle. La gente a pie de carretera;  el entusiasmo generalizado.

A esa hora, a la hora de la siesta, cada año nos traen como aquel anuncio del turrón en Navidad, los puertos emblemáticos, los ríos señeros, los bosques tupidos, las campiñas feraces, los viñedos exuberantes. Todo limpio, todo pulcro. Todo a pedir de vista donde se ve que el civismo, la urbanidad y la educación  no se venden en el supermercado de la esquina.

Ríos bellísimos de aguas azules, claras, limpias; bosques tupidos; frondosidad de lo verde. Campos sembrados de cereales: maizales, trigos, campos de centeno. En la montaña, en la alta montaña esperan su momento el  Col d’Aubisque, el Tourmalet, la Croix de Fer... El esfuerzo de los hombres de las bicicletas, colosal; el paisaje, sin igual.

No hay papeles, ni cartones, ni basuras en las cunetas; no exhiben el muestrario de latas que crecen, tan generosamente, tan ‘espontáneamente’ en nuestras carreteras. Esta gente del país vecino con nosotros tiene algunos puntos en común; en otras cosas hace mucho tiempo que se nos escaparon por delante. Vamos, que no les vemos el número del dorsal.

La gente hace una fiesta del paso del Tour por sus ciudades, por sus pueblos, por la puerta de sus casas. Setos recortados. Detalles de buen gusto. Muestran su bandera; ondea al viento. Enseñan sus habilidades, lo que producen en su zona. Todo sin grandes dispendios. Unas pacas de paja, por ejemplo, sirven para confeccionar una bicicleta, o una mesa que invita a su gastronomía, o unas botellas del buen vino que crían en la región…


Olé por ese espectáculo visual que cada siesta se nos coloca, enfrente, en el saloncito de nuestra casa…

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2 comentarios:

  1. Pues, si es así, chupemos rueda de civismo, a ver si en un descuido pedaleamos firmes y los adelantamos.

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    1. Lo tenemos difícil; el publiquito me parece que no está por el esfuerzo.

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