viernes, 3 de julio de 2015

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Zahara de la Sierra

El pueblo se asoma al pantano donde se retienen las aguas al Guadalete. Anda por sus calles. Es un pueblo blanco; bellísimo. Entra en la parroquia de la Virgen de la Mesa; en San Juan de Letrán, donde acaba la plaza le rezan a la Virgen de los Dolores

Cuando se crean los cementerios civiles, el cura de Zahara informa que “en Zahara los ricos se entierran en la parroquia, otros en San Juan de Letrán y los pobres en el campo”. Un lienzo en la parroquia muestra a la Virgen del Carmen, Redime ‘penitos’ del purgatorio, pero allí quedan, abajo, una mitra y un birrete cardenalicio, ¿por qué será?

En la puerta de entrada al coro conservan un tintinábulo. Es el único que he visto en el deambular por toda la tierra andaluza. Tocaba las campanillas en la vigilia del Sábado Santo agitadas por la mano del preboste de turno que lo tenía a gala y honor. Cosas, cosas, cosas...

Sube al castillo. Fortaleza inexpugnable. Dio escalera a su escudo nobiliario y leyenda a la “raja del viento” por donde dicen que penetraron  los que osaron subir. Tropas del Duque de Arcos, tiempos de luchas de moros y cristianos que el orden poco importa cuando alguien defiende lo que cree suyo y, el otro, viene, porque al igual también piensa lo mismo.

De la inexpugnabilidad de Zahara, enriscada, hablan todas las crónicas medievales. Por no ser prolijo te cuento sólo dos.

Una. 1481. En plena tregua: “Abozan sabiendo que en la villa de Zahara había poca gente, fue una noche sobre ella, la escaló y entró; y matando al alcayde tomó catibos  a todos los cristianos, y robó todo cuanto en ella había y dexandola a buen recaudo se bolbio a Granada. A cuya causa los Reyes Católicos le mobieron guerra”.


Otra. Rodrigo Ponce de León – 1493 -, duque de Arcos, la asaltó  no encontrando en ella mujeres ni niños, sino hombres de guerra. La hazaña le fue recompensada con el título de marqués de Zahara y un escudo de armas en el que un león escala el castillo blandiendo una espada.

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