23 de septiembre, sábado. De
entrada, si esperas alguna noticia sobre el anhelado hallazgo sobre el robo del
Niño Jesús de la Virgen de Flores, lamento desilusionarte. No sé nada. Así que
puedes ahorrarte, si te apetece, el resto del artículo. ¿Esperanza? Como la
tuya, como la tanta gente; pasa el tiempo; interrogaciones sin respuestas.
En la noche del viernes al
sábado concentración de desagravio. Mucha gente. Pudieron ser más, por supuesto.
La iglesia de la Veracruz quedó pequeña. Cultos en su interior; otros, los
siguieron desde la calle. Velas, flores.
La Policía Local cortó el tráfico. Era lo sensato ante tanta aglomeración. Al final,
hasta se unió la Banda Municipal de Música.
Comentarios para todos los
gustos. Medio pueblo sospecha del otro medioy el otro medio pueblo sospecha de
quienes sospechan de él. No es un juego de palabras, es solo, poner en negro
sobre blanco el desconcierto que impera. Esos son palos de ciego.
Probablemente.
Me llaman de Encinasola y me
dicen que se podría abrir una colecta entre los dos pueblos y con lo recaudado ofrecerlo
a los autores del robo. Le dijo que es ceder a un chantaje. En las redes sociales
han abierto algo parecido; ofrecen también dinero. Hay quien arroja la toalla y,
en el esfuerzo de la generosidad, propone el contacto con un imaginero de
prestigio y hacer un Niño Jesús nuevo...
Todo es desorientación en un mundo
donde a la nebulosa de la desorientación se ha unido el desconocimiento de cómo
va la investigación. Seguro que las cosas tienen que ser así, pero el deseo de
que esta conmoción termite es de tal magnitud que se cruzan por los aires las
proposiciones más peregrinas… No sé.
Esta mañana leía a Georges Bernanos,
Diario de un cura rural, “el verdadero dolor que sale del hombre, me
parece pertenecer en primer lugar a Dios. Trato de recibirlo en mi corazón, hacerlo
mío, amarlo”. Cuando lo leí. Volví sobre mis pasos. No es fácil sumirlo. Son
días de muchas preguntas. ¿Y si todo esto no es más que un aldabonazo para que
descendamos al nivel del suelo, de esas cosas del andar de todos los días donde
hay gente, mucha gente que sufre y no les echamos cuenta?
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