18 de septiembre, lunes. Llegué a Huéscar
al atardecer. Hasta allí llega el Arzobispado de Toledo y por allí casi se va
Andalucía para la tierra Murcia. Busqué donde pasar la noche. Era invierno;
hacía frío. Mucho frío. Calles solitarias; silencio. Hacía rasca; demasiada. Lo más prudente,
optar por buscar el cubil.
-
Esta noche se
congelan las tuberías…
-
Seguro.
Si al día siguiente, como yo, te levantas temprano tienes la primera
sorpresa con la luz. Estás al este,
amanece antes. La luz es intensa, radiante, rabiosa, refulgente,
resplandeciente.
Si, luego, callejeas por el pueblo; en las umbrías hay hielo; en el aire,
helor, o sea, el hielo que respiras, te puede aturdir la respuesta que
corresponde al saludo.
-
Buenos días
-
“Él lo haya”.
A poco que hables con la gente, te contarán que la casa blasonada de la
plaza de Maza era de un “duque que la vendió
- yo lo vi, me dijo mi interlocutor,
que vino dos veces a ver el escudo” y, que antes esto no era lo que es, porque
¿sabe usted? la agricultura está en crisis y que la lana ya no vale lo que
pagaban, vamos, que no vale nada; que de los lavaderos de los genoveses, que
dieron fama, dinero y gloria, sólo el recuerdo; ¿el cordero?, sí; el cordero es
el mejor del mundo y toda la carne se vende fuera, ¿sabe usted?, y ha habido
mucha emigración, ¿sabe usted?, sobre
todo de jóvenes; los jóvenes se van y
vamos quedando los viejos, ¿sabe usted?
Y, porque va de sorpresas, llégate hasta el parque: jardín y bosque. Más de
doscientos mil metros cuadrados de superficie para el ocio y disfrute. No es
normal que los pueblos gocen de espacios verdes tan amplios, como tampoco es
normal luego, cuando subamos por la carretera de San Clemente a La Losa
encontremos el único reducto de sequoias de España. Las trajo un duque, el de
Wellington, a quien Fernando VII regaló estas tierras en agradecimiento a la
ayuda prestada cuando los franceses.
Toma un chocolate con churros - en época de buen tiempo lo hacen en la
calle - (tampoco es malo el pan y el aceite, que por ser de aceituna picual es
muy verde) en ‘La Perla’ donde la plaza de Santa Adela, junto al
mercado de abastos…No tengo más espacio. Otro día, si Dios quiere, te cuento lo
de las ‘maritoñis’…
No hay comentarios:
Publicar un comentario