miércoles, 25 de enero de 2023

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Luz del crepúsculo.

 


    

               Luz de crepúsculo. Álora (Málaga)


25 de enero, miércoles. Álora, a donde no llegan las brisas que suben del mar, se asoma desde el otro lado de tres promontorios y ve irse el río, poco a poco, como quien mucho se despide porque no quiere irse y se hace el remolón y caracolea por la vega – los que saben Geografía dicen que eso se llaman meandros – en un agarrarse a la realidad que lo rodea.

Tampoco quiere irse la luz. Desde hace unos días se ve que los días son un poco, solo un poco, más largos, pero siguen teniendo preciosa la luz dorada de sus crepúsculos. Con mi amigo Juan llevo mucho tiempo en su búsqueda y persecución de esa luz. Ella jugaba al escondite. El Cerro de las Torres, el Calvario y el Cerro de las viñas, sus parapetos y, ella, como esos niños encantadores que se dejan ver solo lo necesario para que aún nos entren más ganas de atraparlos y los queramos más.

El Hacho juega con ventaja. Es el coloso sobre todos los demás y hace más acopio. Es el primero que recibe cada mañana la luz cuando asoma desde el otro lado de los Cerros de los Lagares y, ahora, cuando el día dice adiós, le da los últimos consejos porque sabe que tiene mucho camino durante toda la noche.

Hay un rayo díscolo. Se aparta un poco de los demás y como una varilla dorada de un imaginario abanico se extiende sobre el caserío de Isla Hermosa - ¿cabe un nombre más bonito? – y se alarga hasta donde llegan sus fuerzas para dejar un regusto de dulzura y de ensueño.

Las nubes entoldan el cielo. Le han quitado el azul de cada día y se lo han cambiado por un gris de invierno. Esas nubes vienen de algún sitio; van para alguna parte. Esas nubes este año, por estos lugares, están muy andarinas y no quieren detenerse. El río, bajo el puente (“Paso río, paso puentes / siempre te encuentro lavando / con el agua te diviertes y a mí me estás olvidando”…que decía la copla) ve como se aleja camino de la inmensidad la poca agua que le dejan en su caudal.

Se va el sol dorado de la tarde. Se va el día, se va la vida, como los ríos que van a la mar, como nos vamos yendo, casi sin darnos cuenta, poco a poco…

 

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