jueves, 26 de enero de 2023

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Algeciras

 

 

                                   


                   Algeciras, al otro lado del Estrecho, África.

 

26 de enero, jueves. Dicen que su nombre significa: “isla verde”. Algeciras, desde siempre, está junto al Estrecho de Gibraltar, con África enfrente, a este lado del Estrecho. Tiene una hermosa bahía donde se refugiaban los barcos cuando venían los temporales y donde aguardaban que amainara el mal tiempo para seguir con su navegación.

Desde ayer tarde, - por mor de un temporal grande - Algeciras está también en otro mapa. Ustedes tendrán versiones de tropecientos mil colores y pareceres. ¿Un loco? ¿Un fanático? ¿Un inadaptado social? A lo mejor, un poco y algo más. Da lo mismo. Su nombre ha abierto informativos, portadas de periódicos, conversaciones en la barra del bar…

Ahora, cuando las aguas vuelvan a su cauce y comprobemos que no hay nada más viejo que un periódico de ayer, la ciudad va a seguir en su sitio. Con sus barrios marginales, con los que van de uno a otro continente, con los que tienen que ganarse el pan con el sudor de su trabajo, con los que han llegado hasta ella y pensaron que pisaban las puertas del paraíso, aunque no supiesen nada de la isla verde y esas cosas.

Es difícil, muy difícil, encontrar explicaciones – dijo Cervantes aquello de la razón de la sinrazón…- que nos contenten cuando vemos ciertos comportamientos, ciertas maneras actuar, de echar por alto la vida de los demás o la propia de uno ¿en aras de qué?

Nos han enseñado que Dios es amor. De los primeros cristianos se dijo aquello de “mirad como se aman”. Pasado los tiempos a los cristianos se nos han olvidado muchas cosas. Esa tambíen. En otras religiones – hoy lo he escuchado a dirigentes musulmanes reiteradamente – el norte de su vida es, también, el amor y la paz. Dios, el de ellos, el nuestro, el de todos, o sea el mismo, es el dueño de la vida. Solo Él la puede dar y quitar. Todo lo demás es difícil de justificar.

No creo que esta barbaridad de Algeciras dure mucho tiempo en el primer plano de la actualidad. Lo olvidaremos enseguida. Más pronto que tarde, pero si encuentran un sitio donde vendan sensatez y sentido común, por favor, no se lo guarden, échenlo a los cuatro vientos y vamos a por él. A los cristianos nos enseñaron que Dios está en todas partes… y nosotros, a veces, mirando para otros lados. Perdonen: hoy, la actualidad manda.

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