La corrupción (hasta la palabra es fea), dicen, es
principal problema que tenemos encima los españoles. Están cargados los telediarios de noticias de
ese tinte; empachan. Más de lo mismo y vuelta la burra al trigo. Unas, verdad;
otras, pura invención. O sea, corruptos en los dos caminos.
Hay varios
artistas que jugaban en un equipo de Segunda B, el Eldense, acusados de fraude
por tema de dinero y compra de partidos con juego – no del balón, no; del otro,
por medio - y ellos que están a la
cuarta pregunta; mejor a cuarto y mitad,
que es bastante menos, lo han visto tan claro que… coherencia con su situación y sentido de su realidad.
Unicaja puso
una pica en Flandes; bueno, en Flandes, no; en la orilla del desviado Turia
donde han hecho jardines y campos de deportes, y ¿mira que si a algunos de los
nuestros les diese por copiar la receta?
Se imaginan el cambio de la ciudad y del Guadalmedina? Se imaginan que,
por una vez, se asentase por aquí la
coherencia y el sentido de la
realidad…
La victoria del Málaga anoche en Gijón dejó palpable
que la eclosión de alegría que tuvimos los malaguistas era proporcional al
miedo que no nos dejaba que la ropa llegase al cuerpo. ¿Y todo eso por un
partido de fútbol? Cuando se han visto de visitantes – con el debido respeto -
equipos del potencial de Garrucha o de la Estación de Cártama… Coherencia y
realismo.
Revuelo con la entrega de armas de la ETA. De eso
probablemente no entienda mucha gente; los que están en el ajo, sí. Dicen que hay
doscientos veinticuatro asesinatos sin resolver. Me acuerdo de niños criados
sin padres; de viudas que ya no tienen nada que ver con el pueblo del que
salieron; de personas hechas añicos en su interior por mor de canallas sin
escrúpulos. No se les puede dejar
tiradas. El único delito que cometieron
fue vestir un uniforme, huir de una realidad dura o pasar, simplemente, por
aquella calle. Coherencia y sentido de la realidad.
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