Las noticias
vienen como los estorninos, en otoño, sobre los olivares: en bandas. Llegan del
Este y del Oeste; del Sur y del Norte…Casi todas son malas. ¿Se acuerdan de
Mary Poppins cuando en casa de los Bank había que sujetar todos los posibles
objetos voladores? El viejo almirante Boom disparaba sus cañones cuando
cambiaba el viento.
El lío aquí
no es tan fácil de solucionar. Tampoco ha llegada una Mary Poppins con la
maleta repleta de magia. Colombia, Venezuela, el Mediterráneo; Oriente Medio, y
el otro, el que está muy lejos, y donde manda un gordito pelón con cara de
pocos amigos. Hay otro rubio de purpurina que parece que tiene tripas sin
estrenar. Ha llegado al poder por las urnas.
Ahora de la
tierra de Mary Poppins ha llegado el mensaje de unos pocos de iluminados, almirantes
algunos por cierto, quieren perder la cabeza por otro gordito que vive como
Dios en Soto Grande y tiene un andaluz tan cerrado que, a veces, ni él mismo se
entiende, y quieren mandar a la Royal Navy y hablan de guerra como mi nieto
esta mañana antes de entrar en clase hablaba con sus amigos de intercambiar
cromos….
De todas las
noticias quizá bate muchos records lo del metro de San Petersburgo. La policía
cree que el autor de la proeza es un hombre de 23 años natural de
Kirguistán. Me documento. Es un país
montañoso del Asia Central. Un mosaico de culturas y muchos conflictos
internos. La conocemos mejor por los documentales de la cuando dormitamos en la
siesta y ellos toman leche de yegua en la yurtas…
El tío se ha
ido con una mochila cargada de explosivo y se ha metido en el metro… Lo que ha
venido después lo conocemos de sobra. Dios nos libre de esos locos salvadores y
de los que llevan a otros al poder también con vocación de redentores… “Madrecita
mía, que me quede como estaba”…
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