Lo decía el
otro día el periódico. Un príncipe saudí paga de su bolsillo (es un decir,
claro) la mayoría de las plazas de un avión comercial, de los grandes, para
transportar su ‘harén’ de halcones. Iban
como señores. No podría entenderse de otro modo.
Uno, de vez
en cuando, ve cómo las aves rapaces, sobre todo las primillas, que son las que
más hay en mi pueblo, se elevan aprovechando las térmicas de las mañanas para buscar
su sustento de cada día. Se suspenden por un momento, ojean, y a la presa.
Ahora la
sorpresa ha venido en letra de tinta sobre papel de periódico y no deja de
sorprenderse. Los halcones nunca lo van a contar pero seguro que si pudiesen
hablarían y no acabarían. Ellos hechos para volar van con una caperuza y unas ‘zapatillas’
en la garras… ¡Eso no es vida!
Hay otros
pájaros. En femenino se llaman pájaras. Presuntamente una señora francesa le ha
cercenado la carrera política a su marido que aspiraba a irse de ‘okupa’ durante
un tiempo al Elíseo que es ese palacio que está conforme se sube desde la Plaza
de la Concordia hasta el Arco del Triunfo, a la derecha – de derecha, pero otra
derecha, va también la cosa – que es donde residen los Presidentes de la
República.
Hay otra
presunta que al parecer se ha embolsado no se sabe cuánto de los fondos reservados del Estado Español para tener cerrada la boca
mientras mantenía abiertas otras vías. Ustedes llámenlo como quieran, en mi
pueblo, a eso, se les da un nombre. Seguro que en el suyo se les llama casi de
la misma manera.
Un pájaro de
plumas amarillas - que no, que no es un
canario, que los canarios, auténticos tienen el plumaje de otro color – anda metido
en cantes raros. Rarísimos. Parece que desde otras jaulas que ocupan unos
señores conocidos como Jueces le están enseñando que el alpiste se gana de
otra manera. Veremos cómo termina todo.
Hay mucho
pájaro (con sus femeninas incluidas), suelto. Los halcones del príncipe viajan
en avión comercial con aire acondicionado. Seguro que un azafato les habrá
dicho qué pasará cuando se produzca una descompresión en cabina. ¿Les habrán
informado también, a las otras, de lo que se le viene encima cuando saltan los
escándalos?
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