Huyen del hambre. Les sobra miseria y le falta Justicia. Las
imágenes son escalofriantes: encaramados a una alambrada piden la entrada a lo
que ellos consideran el paraíso. Ha saltado como noticia de última hora: la
marina militar italiana ha rescatado más de cuatro mil personas, entre el
martes y el miércoles frente a Sicilia.
Desde principios de año, van más de quince mil los
rescatados en Italia. En España, no se sabe. Están cerradas las puertas. No
juegan al baloncesto ni cantan en ningún
grupo musical. Serían, entonces, “hombres de color”. Estos, son negros. Y,
además, pobres.
Está claro. El mundo se rige por normas. Malas, regulares o
peores, pero reglas. Hay que encontrar una solución: la hay. Por supuesto que
la hay. La menos mala siempre sería mejor que enfrentarlos a unos hombres de
uniforme que, encima, tienen que obedecer a otros. Como si esos hombres de
uniforme no tuviesen, también ellos, sus sentimientos.
Han andado cientos, miles de kilómetros. Cruzaron un
desierto de arenas ardientes. Inmenso. Sortearon expltaciones inhumanas,
violaciones de almas y cuerpos. Estafas. Estrujados hasta el límite… Un tuerca
más, y se muere. Aquí, parecen decirse las mafias. Muerto no nos vale de nada.
Europa es tierra
prometida. Todo es oropel. Llenamos cubos de basura cada noche con comida que
nos sobra. Las imágenes de televisión les han contado que la gente, en los
países ricos, paga por…¡adelgazar! Ellos no pueden pagar ni para comer.
Tienen unos ojos grandes, redondos, profundos. Han visto
tantas lunas como noches de sueño en la tribu lejana o en las noches del
desierto (el físico y el de sus propias vidas). La tribu está lejos, tan lejos
como esa solución que en su creencia piensan que van a encontrar al otro lado
de la alambrada.
El mar, poético,
precioso, por donde dicen que navegó Ulises es un cementerio. Es el mismo mar de
las culturas y civilizaciones. ¿Ahora?
Están en la orilla de Europa. No saben nadar – tampoco les iba a servir
de mucho – pero es que ni siquiera habían visto antes el mar. ¿Cómo le ponemos
a esto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario