jueves, 24 de abril de 2014

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La magia de la palabra


En Las Cuatro Esquinas de Tomares, donde desemboca Navarro Caro en la Calle de la Fuente… Allí, María Luisa, regenta una floristería. Ofrece hortensias, pensamientos, rosas, petunias, candilitos y helechos, espadifilios y calas… Le pido semillas de claveles. Están agotados. Arranca, unos esquejes, de una maceta. Me los regala. ¿Se puede pedir más?

Sí. Donde se ensancha la calle – otra vez la Calle de la Fuente  – frente a la hacienda de Santa Ana. La cosa viene de viejo: romanos y alquería musulmana; almazara, luego. Conde-Duque, de Olivares, claro… Allí, bajo una carpa de blanco crudo, Antonio García Barbeito regala magia.

Verán. Es Feria del Libro. Casetas y gente por la plaza. Aguacero de primavera; Antonio pregona el acontecimiento. Derrama, como los caños de la fuente de la plaza, la esencia de su palabra: contenido, contexto, mensaje, timbre y sentimiento.

El Aljarafe es un balcón entre olivos y caserío nuevo. Se asoman los pueblos para ver cómo pasa el río. La palabra – a carpa llena, con gente de pie, superando en medio centenar los doscientos…- es arte y vida; es cita y encuentro; es manantial fresco…

Como  en las coplas del Pali, uno no sabe si va o viene de Triana, si está envuelta en sevillanas o en soleares; si la recoge el capote de Bombita que nació en el pueblo…

La palabra, dice Antonio, iguala al hombre en la libertad, para que deje de ser esclavo, para ser entendimiento y recuerdo. Emotividad cuando afloran los años duros y evoca  a quien iba pidiendo, como quien pide pan, la lectura de la carta del hijo, del padre, del emigrante.

 Besanas y trigos con espigas. Tardaron en granar, pero llegó la cosecha. Lectura, libros, muchos … Todos forman parte de nosotros mismos.

Noche cerrada. María Luisa, aún, tiene abierta la floristería. Al paso compramos dos macetas; por dentro uno vuelve con el deleite de  quien asiste a algo único. No importa que la barca de Tomares no tenga velas… Se las ha puesto, con la magia de su palabra, Antonio García Barbeito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario