Para ti...
viernes, 30 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El pan de cada día
La mañana se despertó soleada y
luminosa. Era la luz de primavera de la mano del sol recién salido por detrás
de las Lomas de Cucú, a la izquierda, conforme se mira desde frente, del Cerro
de la Farola. El chaparrón de la noche anterior había dejado la atmósfera
limpia, impoluta.
Un claxon lejano anunciaba a las
vecinas (los hombres a esa hora están en sus tareas del campo) la presencia de
la panadera. La panadera es una muchacha joven, con una sonrisa y un saludo
siempre de regalo que reparte el pan por las casas. Algunas vecinas ponen una
cesta o una bolsa colgada en los hierros de la parra y entonces, la chica mira
la nota que suelen dejarle dentro y les sirve la mercancía.
Detrás, de la panadera, pero más
tarde, cuando la mañana comienza a cambiar de luz, pasa el hombre del pescado.
El hombre del pescado no viene todos los días, sino que lo hace en días
alternos. Tiene una furgoneta sin ventanillas, o sea, cerrada herméticamente y
refrigerada para conservarlo mejor.
El hombre del congelado solo pasa
una vez a la semana. Se le puede hacer el pedido con antelación pero algunas
veces… Justifica el ‘olvido’ y dice que de eso no había existencias en el
almacén. Las vecinas saben que no es cierto. Podrían haber ocurrir dos cosas o
que lo ha vendido en alguna casa por la que pasó con anterioridad o que,
simplemente, no se había acordado.
Aquella casa era como casi todas
las casas de la comarca. Tenía un gallinero donde un cacareo alborotado
anunciaba que había huevos frescos en el ponedero; un tenderete de alambre
donde la mujer colgaba las sábanas y los días de viento eran banderas blancas
que pregonaban, desde la lejanía, una paz diferente; un pozo junto al arroyo
donde abrevaban las caballerías de los hombres que iban de paso; un perro que
dormitaba casi siempre en las sombras y unos gatos que se las andaban por los
caballetes del corral…
Las palomas entraban al palomar
por oquedades pequeñas abiertas en los laterales de la casa. Las noches
calurosas las palomas no entraban al palomar y se quedaban en la mediana del
tejado.
Allí nunca pasaba nada, salvo en
las noches de verano, que el jazmín de la esquina lo perfumaba todo y las cosas
insignificantes del pan de cada día.
jueves, 29 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La familia Dot
Desde hace tres generaciones la
familia Dot cultiva rosas. En los años 20 del siglo pasado, el abuelo paseaba
por las orillas del Sena, en París. Su padre, un excelente viverista de
frutales lo había enviado a Europa para estudiar nuevas hibridaciones. En una
librería vio un libro sobre el cultivo de rosales.
Lo adquirió y a la vuelta, en San
Feliu de Llobregat (ahora están en la Palma de Cervelló) decidió desarrollar
aquellos conocimientos. Comenzó a hibridar rosas. Aparecían nuevas variedades.
Hoy en el mundo del cultivo de la rosa se le reconocen más de ciento cincuenta
variedades diferentes extendidas por todo el mundo.
Hace unos años reanudé el
contacto, después de un periodo apartado por otras causas y que había iniciado
cincuenta años atrás, cuando ya fui cliente. Hablamos de rosas Camprubí y del
Marqués de Monistrol y de Rosas Torreblanca y…
La cosa fue así. Caía la tarde,
descuelgo el teléfono y pregunto a la voz que me atendía:
-
¿El Sr. Pere Dot? por favor.
-
Soy yo, dígame.
Le cuento, ligeramente, lo que he
narrado antes. Le digo que quiero hacer un pedido y que si lo puedo hacer por
correo, mañana… Si quiere, me respondió, puede hacérmelo ahora y tomo nota. Le
hago varias preguntas, me las aclara…, le pido las variedades por las que tengo
interés, y – agrego – “las otras, las dejo a su elección”. De acuerdo, me
respondió.
-
Dígame, por favor, en importe y el número de
cuenta para hacerles la transferencia…
-
No, me contesta. Usted es de ‘la vieja guardia’, recibirá el pedido y la factura, y ya me lo
girará cuando le venga bien.
Creánme si les digo que, en ese
momento, estaba aturdido. Todo fue tal como he contado. Después, cada año, les
adquiero otras variedades y sigue la misma norma de la casa.
Hace unos días, lo llamé. Le
consulté unas dudas…La misma amabilidad. Cuando venga por aquí, acérquese me
dijo, que me gustaría conocerle, porque solo nos conocemos por teléfono… Yo
tendría que estar este domingo con mi Málaga en Cornellá-El Prat donde juega,
pero…
El Señor Pere Dot, en unas
declaraciones, expuso que todos los rosalistas buscan la rosa azul y la rosa negra.
No se ha conseguido. La más parecida a la negra que nosotros hemos logrado,
dijo, es la ‘rosa President
Tarradellas...” Es la rosa que ilustra este artículo.
miércoles, 28 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El tren
El tren entró en el túnel; de
pronto se hizo la oscuridad y todo el departamento se llenó de un humo negro y
denso. Un momento antes, al salir de la estación de Gobantes, ninguno de los
viajeros pensaba que podría sobrevenir tan rápida la noche, y lo que es más, un
aire tan irrespirable.
El soldado que estaba junto a la
ventanilla subió, precipitadamente, el cristal que tenía bajado y lo fijó en la
parte superior con una pestaña habilitada para ese uso. La muchacha joven, de
pelo rizado y ojos grandes, comenzó a toser de una manera descoordinada; el
matrimonio mayor seguía sin hablar. El fumaba; ella asió con más fuerza el
bolso y lo estrechó sobre su pecho, él tenía la mirada perdida hacia el techo
del vagón donde había un luz tenue y amarillenta, semiapagada que apenas
iluminaba el departamento.
-
¡Mamáaa…!
-
¡Agua…!
-
Espera que ya mismo llegamos…
-
Tengo sed, repitió el niño que iba a lo suyo.
El hombre que vendía los
refrescos en un cubo de cinc oxidado y viejo, desde el fondo del vagón levantó
la voz para que todos los viajeros escuchasen la mercancía que ofrecía:
-
“Llevo la
gaseosa fresca, fresquita como el agua de la maaar…”
-
¡Mamáaa…!
Una voz
impetuosa, se sobrepuso al traqueteo del tren que dentro del túnel ofrecía un
ruido ensordecedor:
-
¡Espera…!
Súbitamente
se hizo la luz. Fue algo muy breve. Entre túnel y túnel que los viajeros casi
no tuvieron tiempo de contemplar se abrió el día y entró un paisaje como
escapado de otro mundo. Por la ladera de enfrente ‘pasaba’ despacio y se
alejaba en dirección contraria a la marcha del tren…
-
El Caminito… Dijo el hombre mayor que no había
leído (o que habían puesto para otra gente) el letrero sobre placa de porcelana
en la portezuela de entrada: Prohibido
fumar. Había otros letreros: Es
peligroso asomarse al exterior o Prohibido
escupir…
-
¿Qué?, preguntó ella, de manera mecánica y
abstraída.
-
El Caminito del Rey….
-
¡Ah!
El tren aminoró
la marcha. Casi a paso lento, alguien diría a paso de hombre, entró en la
estación de El Chorro. Un hombre con traje azul marino y tocado con una gorra
con la parte superior roja tenía desplegada y extendida hacía la vía una
banderola que indicaba que era obligatorio detenerse….
El tren
correo casi vacío, que venía de Madrid se estacionó en la vía cercana al andén
a media tarde.
martes, 27 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Luz a media mañana
La mañana estaba metida en agua;
invitaba a la lectura, a estar al otro lado de la ventana. Un manto de nubes,
cúmulos-cirros, cubría el cielo. Las cumbres de la sierra, envueltas en niebla.
A ratos llovía. Eran chaparrones
fuertes, intempestivos. Entre chaparrones y aguaceros salía el sol. Entonces, sin saber
cómo, aparecía el canto de algunos pájaros que habían estado resguardados entre
la frondosidad de la huerta y que, de pronto, estaban ahí.
Fermín Adame, la noche anterior,
me había enviado un libro, en PDF, para que lo reenviase a un amigo, Me enseñaste Señor, el tesoro de los pobres.
Recoge la obra de un hombre nonagenario hoy, pero ayer alguien a quien la Luz
había derribado en el camino – lo dice él – del caballo. El autor, Manuel
Martín de Vargas. Narra según se recoge en el prólogo sus experiencias en el
Perú. Entonces fue algo manuscrito…
Cuenta, que cuando comenzó lo tituló:
¡Rostros de hombre…Rastros de Dios!
(La cosa promete). Habla, de un mundo lejano del que cuesta creer que sea real,
pero lo es. La necesidad de justicia muestra la obra del hombre solidario… En
Encinasola, años después, muestra su ironía, su amabilidad, una generosidad
interminable y algo muy importante, en ocasiones olvidado, “conoce a todos”.
Con 27 años expone: “caí del
caballo de mi vida, en el que yo cabalgaba tan seguro…” Después viene el giro y
lo cuenta. Habla en un rosario de capítulos de las experiencias de un cura
obrero, de la vida en América, del devenir por puntos inesperados en eso que
llamamos vida y que pasa inexorablemente, sin que nos demos cuenta, mientras nosotros
a lo mejor, desde detrás de una reja, vemos como cae la lluvia.
Pasó por Salamanca, conoció las
inquietudes del sindicalismo obrero en el barrio, en la mina o en la fábrica.
Cuando vio que en otros lugares había otros más pobres, dio el salto a la Diócesis
de Chimbote, en Perú. Hizo vida del
conocimiento del evangelio No sé por qué se me viene al recuerdo Cirios amarillos por París de Bruce
Marsall (¡qué lejos quedan algunas cosas!
A mitad de una mañana tormentosa
de primavera, además, de la luz del sol que alumbra cada día, ha aparecido otra
luz, la de un hombre, que irradia otra cosa, a lo mejor a eso se le puede llamar
luz de Dios. No lo sé. Sí, sé que es una luz enriquecedora, diferente.
lunes, 26 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Cosas del maestro Barbeito
Antonio García Barbeito, cada día,
participa en el programa de Canal Sur Radio Las
mañas de Andalucía que dirige Jesús Vigorra, con dos colaboraciones: El Tempranillo y el Perverso. Los lunes, a las 11 de la noche, pone su voz en Poetas Andaluces, con el asesoramiento
de Rogelio Reyes, realización de Eva Nápoles, selección musical de Juan Miguel
Vega…
Hoy, 26 de abril, el programa se
ha hecho desde Málaga. Se celebraba el Día de la Provincia. Barbeito, ha tenido
una intervención antológica: ‘Perversos
de perderse por Málaga’. Uno, sensible a todo lo que sabe a su tierra, ha
optado por suprimir el artículo diario y ha copiado lo que ha dicho él… Ya se
sabe, cuando el maestro habla, el alumno escucha y calla.
PERDERSE POR MÁLAGA
“Me ha
preguntado un amigo / donde perderse por Málaga. / Y me pongo a buscar nombres
/ por la memoria del alma / y me pierdo recitando /desde el mar a la montaña
/nombres, sitios escondidos / o con la luz en la cara. / ¿Me voy a los “meceeros”
donde se columpia Álora, / mientras la mira el castillo / con su luz maciza y
alta? / ¿Pruebo aceite de Mondrón/ de la verdial temprana? / ¿Me calzo de aguas
azules / los pies andando en la playa, o sobre la arena espero / la esgrima que
traen las cañas / con espetos ensartados, / delicia mediterránea? / ¿O mejor me
voy al centro – Larios, ve abriéndome plazas / – a ver como los jazmines /
cantan sobre las biznagas, / que nadie habrá visto nunca / pajarería tan
blanca? / ¿O me voy costa adelante / o me paro en Frigiliana / y subo calles
arriba, / cal y flores, y luz mágica? / ¿Pido mangos en El Morche, / duraznos
en Periana, / donde la Axarquía tiene / reino de montes que cantan / verdiales
al compás / de músicas heredadas? / ¿O en Canillas busco el chivo / - La
Sociedad me los guarda - / para degustar un plato / como la mejor pitanza? / ¿O
busco por Antequera, / en la maravilla kárstica, / viento escultor del Torcal?
/ ¿O busco sierra apretada / y ensayo de aire torero / en Ronda, por sus
entrañas? / ¿Pederme por estas tierras / ¿Perderme una vez o cuántas? /
¿Aguacates en Alhaurín? / ¿Laderas de ricas pasas? / ¿O subo hasta Benahavís, /
que en un tiempo fue mi patria? / ¿Museos, exposiciones, / gloria de Semana
Santa, / moderna ciudad despierta / o pueblos de luz y calma? / ¿Restaurantes
de postín / o rincón de viejas tascas? / ¿Altos poetas, pintores, /actores?
Todos de talla. / Haz como yo, piérdete / que perdiéndote por Málaga / es la
forma más segura / de encontrarte y de encontarla”.
A.
García Barbeito
domingo, 25 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Último domingo de abril
Fresco, altar mayor, Virgen de la Cabeza. Ermita
de Santa Brígida. Álora
Tiempo lluvioso, revuelto. Nubes
que pasan, aguaceros a veces, intensos, en otros, cuatro gotas mal contadas.
Una pandemia a la que le cuesta. La gente casi aburrida de tanta espera a las
vacunas, que llegan con lentitud exasperante… El campo en flor: amapolas en los
trigales, rosas en los rosedales, nido de hogaño con pajarillos nuevos.
La Andalucía mariana y fervorosa,
celebra la festividad de la Virgen de la Cabeza. Andalucía a la que siempre se
le pide que marque un paso diferente, también lo hace con la devoción a María.
El pueblo de Sevilla declaró el Dogma de la Inmaculada Concepción siglos antes
que el Papa Pío IX, en 1854 proclamase el Dogma…
Decía Manuel Machado que “hasta que el pueblo no las canta / las
coplas, coplas no son”, No es igual, pero parecido. El pueblo ha hecho
púbica su devoción a María desde hace cientos de años. Lo ha hecho bajo las
advocaciones más diferentes. Unas veces como solución a su necesidad. Se le
relacionó con el agua como fuente de vida y se la llamó Fuensanta o Cañosanto, o
a la subsistencia y, entonces, fue: Prado,
o lo hizo más extenso y la llamó Virgen del Mar.
La devoción a la Virgen de la
Cabeza arranca en el siglo XIII. Una aparición a un pastor de Colomera
(Granada) en un cerro de Sierra Morena, de ahí la palabra Cabezo, y luego,
Cabeza, se hace extensiva a toda Andalucía y al resto de España.
Es la romería más antigua de
España y el rey Carlos III tuvo que limitar el acceso de peregrinos en la
festividad de la Virgen y ordenó la creación de una casa de expósitos en
Andújar, por el número de niños que nacían y luego se abandonaban como
consecuencia de los desmanes en la celebración.
En Andalucía, en muchos lugares, comparte
patronazgo: en Álora (se le reconoce veneración en 1635) con la Virgen de
Flores, en María (Almería), en la comarca de Chirivel y los Vélez con santa
Quiteria, en El Carpio (Córdoba), con la Inmaculada… En otros, la devoción está
muy arraigada, en Madrid, bajo el amparo real, con la Almudena; con la Virgen
de los Reyes, en Sevilla a donde llegó de la mano del gremio de curtidores que
la instaló en el convento ‘grande’ de la Orden del Monte Carmelo en el siglo
XVI…
Último domingo de abril,
Andalucía celebra la festividad de la Virgen de la Cabeza.
sábado, 24 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El plato de lentejas
Hace un rato que ha descargado un
aguacero. Mínimo, casi imperceptible; apenas ha mojado el suelo. Dicen que ha
entrado una borrasca por el Golfo de Cádiz. Le han puesto nombre de mujer, Lola
– “No me llames Dolores, llámame Lola,
que Dolores se llamaba mi primera novia…”- ¿Se acuerda?
Aquí para que llueva, las borrascas tienen que
hacer el camino desde el Estrecho, el de Gibraltar, al interior de la Península Ibérica. Las otras,
las gotas frías que entran del Mediterráneo traen las ideas de un cable caído.
Esas, son propias del otoño cuando saltan las diferencias de temperaturas entre
el mar y la tierra.
El aire, limpio, después de la
lluvia se ha puesto huracanado, bravucón, como quien reclama un protagonismo
que no le dan. El campo que desde hace unos días cambia por momentos de color,
ha agradecido el chaparrón y parece que está como un niño al que han bañado y
peinado recientemente.
Leo que hay quejas en algunos
sectores que pontifican con ‘su’ verdad por la manera cómo han gestionado la
Feria de Sevilla. A uno, a veces, se le enciende una bombillita cuando ve el
parecer de algunas personas que escriben en los medios de comunicación. Pienso
que todo, aunque se disienta, no tiene porqué aguantarlo el lector.
Un señor, del que tenía otro
concepto, arremete contra el alcalde de Sevilla - al que ni le pongo cara por
la pocas veces que lo visto – culpándole de todo lo divino y lo humano. Llega a
más. Le dice que es el alcalde de una ciudad arruinada (me quedo perpeplejo
ante esa aseveración) y me pregunto si solo él es el culpable o hay que hurgar,
además, por otros sitios. Le acusa, entre otras cosas, ¡oh, pecador! de que el
Jueves Santo fue a Málaga a ver no sé qué cofradía….
Uno ante ciertas cosas esboza una
sonrisa socarrona. ¿Anhela este hombre un plato de ‘lentejas’? y no me refiero
a la comida esa que se comía en Cuaresma en la casa de los pobres que no podían
comprar la Bula aquella que comenzaba «Nuestro Santísimo Padre el Papa se ha
dignado conceder para el año próximo el indulto Apostólico de la ley de abstinencia
y ayuno…» y todo lo que le seguía. Son, seguro, otras lentejas y
ustedes me entienden.
viernes, 23 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La Historia en la mano
Foto.
J.J. Acedo
Desde los tiempos de la
conquista, Álora y otras villas de Guadalhorce quedaron incorporadas a Málaga.
Desde los inicios, ante los agravios en que se veían en ocasiones, los vecinos
entablaron una lucha de reivindicación para conseguir la emancipación.
Una Real Carta de 22 de mayo de
1556, hace constar la sentencia de la Audiencia de Granada de 11 de diciembre
de 1655, por la que las Villas de Coín, Álora, Cártama, Casarabonela, Alozaina,
Yunquera, y Guaro ganaron en pleito a la ciudad de Málaga sobre el derecho que
tenían de elegir a sus regidores y que no los eligiera la Justicia de Málaga
como desde allí se pretendía.
Estas Villas pertenecían a Málaga
desde agosto de 1487, en que fue conquistada por los Reyes Católicos,
incorporándola, con toda su tierra, a la Corona de Castilla. Desde entonces la
ciudad nombraba a los regidores de las villas que se hallaban bajo su custodia,
hecho que no era aceptado de buen grado por lo que suponía de ingerencia en sus
propios gobiernos. Con la capacidad de nombrar a sus regidores las villas
alcanzaron, además, mayores valedores de sus necesidades ante los poderes
reales.
Según consta en un documento
público existente en el Archivo Histórico Municipal de Álora, el escribano
Pedro de Rorurda da a conocer que Gil Rodríguez Navarro, vecino de Álora está
en la Corte asistiendo en negocios sobre la ‘exención’ de la jurisdicción de
Málaga…
La emancipación no se conseguiría
hasta el siglo siguiente, cuando se compra a la Corona en 1628. La compra
ascendió “a 12.004.907 maravedís, constituyéndose en villa de por sí, y sobre
sí, con la jurisdicción civil y criminal, alta y baja, mero y mixto imperio
cuando contaba con 596 y ½ vecinos “. (sic), “por siempre jamás”.
Este documento ha sido restaurado
por Ana Jáuregui y Juan Andrés Navarro Barba del Archivo Histórico Provincial
de Málaga, bajo la dirección de la entonces directora – hoy en el Archivo de
Indias de Sevilla – Ester Cruces. Se ha llevado a cabo a instancias de la
responsable del archivo y bibliotecaria de Álora, Eloisa Puertollano y ha sido
financiada por el Ayuntamiento de Álora, Ante las ausencias obligadas del
Alcalde, Francisco Martínez y la edil de Cultura, Sonia Ramos, estuvo
representado por Ana Sánchez, edil de Personal. Al acto asistió Juan Márquez,
miembro de IU, en la oposición municipal.
Alora, acaba de recuperar un documento de
excepcional valía histórica.
jueves, 22 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Sensatez
Esta mañana, después de un rato
de faena – Juan y Paco me ayudaron a poner una malla que dificulta el
nacimiento de las yerbas – me senté un rato y vi cómo se venía la tarde. Poco a
poco, porque de mediodía arriba, la luz por medio de un día entoldado daba un
viraje y todo el campo cambiaba de color.
En la lejanía, por los Peñones de
Cucú, unas nubes negras estaban aposentadas sobre los cerros. De soplar
poniente, podrían haber sido anunciadoras de lluvia. Soplaba levante, y ya se
sabe: “el levante las mueve y el poniente las llueve”.
Se han espigado los trigos en las
lomas de Virote y en El Chopo. El campo amarillea y ahora es un mosaico con
colores que le dicen adiós a la primavera y preludian el verano que casi llama
a la puerta. Pega el sol, o sea hace calor, y se buscan con agrado las sombras.
Son las sombras placenteras de los granados del vallado, que tienen un verde
primoroso, y las granadillas, perlas rojas en un mar de verde.
Es la mano de Dios. Cantaban los
pájaros temprano. Luego, cada uno va sus menesteres y por un rato el campo
retornó a un silencio diferente, en contraposición a la sinfonía que ofrece al
amanecer. Se han ido pastando, careando lentamente, las ovejas por la ladera
del monte y han traspuesto al otro lado del arroyo. Los animales, en estos
meses mayores, tienen el pasto fresco y abundante.
Los olivos se han vestido de
trama, las viñas tienen los racimos prietos, con las uvas como promesas de un
Corpus todavía lejano, pero que luego serán pan de trigo espigado y racimos en
el altar callejero. Un coro de voces cantará por la calle: “Bendito, bendito, bendito sea Dios...” y luego dirá que los
ángeles cantan y adoran al Señor.
Mi Señor que estás en la custodia,
igual que la palmera que alegra el arenal. Mi Señor, a lo mejor hasta sería
bueno que tocases el corazón de algunos hombres. Verás, he escuchado que en
Bilbao hay peleas por la comida de productos perecederos, que un supermercado
saca a los contenedores de basura cada noche… No sé, no sé. Me quedo desconcertado.
Me pregunto ¿tan difícil es poner algo de sensatez en algunos de los que toman
decisiones? ¿Puede uno estar sentado a la sombra mientras pasan esas cosas?
miércoles, 21 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Por Tierra de Campos
El Diario de Valladolid ha
publicado una entrevista con una arquitecta nacida en San Sebastián, Izaskun
Villena, que se confiesa de la tierra castellana. Ha llegado en tareas de restauración y viene a decir algo así como
que, en Tierra de Campos: “nos lo que sobra es trabajo y lo que nos faltan son personas”.
He andado varias veces por la
Tierra de Campos. Unas, por libre; otras, siguiendo indicaciones de los que ya
estuvieron antes. Siempre encontré algo nuevo. A uno se le agolpan los
recuerdos y todos, indefectiblemente todos, con anzuelo para justificar la
vuelta, que ahora por mor de lo que nos rodea tarda demasiado.
De la mano de Barbeito, me fui a
Tamara de Campos. Era por la mañana. No había nadie. Vestigios del Camino de
Santiago, un ciclista que estaba ávido de sensaciones, palomares en la llanura
ondulada y el Canal de Castilla que rompía la tierra. Por su indicación, por la
noche, fui a cenar a Casa Lucio, pero eso ya en Palencia. Obvien imitaciones de
torreznos. Mi hija Rocío, nos habló del Restaurante La Encina (lo mismo que
para los torreznos), pero en tortilla de patatas…
Andrés, que prepara los viajes
como nadie, en otro momento, nos hizo degustar el queso boffard, en Frómista.
En Frómista, hay también que degustar el Románico. Hay pocas cosas que superen
al Arte Románico de Frómista. En Carrión de los Condes una placa callejera
habla de que allí nació el marqués de Santillana. Hay que seguir sus huellas. A
pesar del tiempo, sus Serranillas no han perdido actualidad…
Del amor a su tierra supe por
Begoña, de Ampudia y por Ascen, de su castillo, de su iglesia, la Colegiata de
San Miguel –soberbia, donde las haya. Dicen que es la catedral de la Tierra de
Campos. Puede que sea así, pero se quedan cortos –, y de su museo de Arte
Sacro. No tuve la misma suerte con el cura. El hombre tenía prisa y como era
hora de cerrar…
En Astudillo, conocí sus bodegas
subterráneas y el Monasterio de Santa Clara que habla de los amores de Pedro I
y María de Padilla. Ya se sabe, el amor tiene las cosas más sorprendentes….
Astudillo le dice adiós a la Tierra de Campos y abre sus brazos al Cerrato. Ahora
ya no se estudian las comarcas en la Geografía, pues eso…
martes, 20 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Sin que nos demos cuenta
Día de nubes y claros. Amanece
con nimbos sobre Alcaparín. Luego, al mediodía, abre. Tarde soleada. Dice el
hombre del tiempo que va a llover pronto, ni mucho ni poco, pero que lloverá.
El hombre del tiempo, debe mirar más en complacer los deseos de la gente que a
las isobaras, isotermas y los chismes que le dicen de lo que tiene que
informar. Han espigado los trigos, a lo mejor el agua viene ya tarde.
Se han debido equivocar. No puede
ser de otra manera. En el telediario han dado una buena noticia. Dicen que esta
semana pueden llegar casi dos millones de vacunas de distinto pelaje y
ganadería, para inocularse en los españolitos que miramos con envidia, como en
otros países dicen que tienen casi acorralado al bicho en tablas.
Hablando de bichos, por Zahariche
deben andar los miuras que tenían que venir al albero de Sevilla. En Sevilla
lloran lágrimas de impotencia y han colocado mantoncillos en los balcones para
recordar a la feria que no ha llegado. Hay quien ha frito el pescaíto en su
casa y se lo han tomado con uno, o con dos rebujitos, y luego… luego todo fue
de color de celindas, qué maravilla de celindas, aunque no tengan puntitos
amarillos como las celindas que crecen en otros jardines.
Llegan noticias de que hay una
campaña electoral en la Comunidad de Madrid. ¿Por un casual, han escuchado
ustedes algo? A mí es que ha parecido – si no fuese un tópico les diría que
tambores de guerra – que hay un ruido raro, tan rato como eso de que la gente
no se ofenda y sean capaces de exponer sus ideas sin zaherir al oponente ¡Qué
iluso! ¿Verdad?
Mi amigo Felipe, ha captado un
ganso perdido en el río. Se ha echado la cámara a la cara y lo ha plasmado.
Cuando yo era niño – yo no las vi nunca – decían los viejos que había nutrias
en el río. Ahora hay otras cosas y de vez en cuando algún ganso, en el buen
sentido de la palabra, por supuesto. Se las anda por el agua entre juncos y
aneas, entre la vegetación de la orilla y va a su antojo por donde le place. A
veces, solo hay que abrir los ojos y vemos entonces como pasa la vida, sin
sentir, sin que casi nos demos cuenta…
lunes, 19 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Noche de abril
Fue una noche de abril diferente.
El sitio, la hora, ese perfume que no llegaba porque el lugar no era el de
siempre pero que lo hacía todo más especial. Fue una noche de abril donde la
Hermandad de la Virgen de la Cabeza, patrona de Álora, quiso hacer tantas cosas
en una, que me parece que, a pesar de todo, les faltó tiempo.
Con esto de la pandemia – en
verbena de la Paloma, don Hilarión decía que los tiempos adelantan que era una
barbaridad, pero no, no era eso, no – los tiempos han cambiado porque mucha
gente y, sobre todo, si es joven, como le ocurre a la Hermandad de la Virgen de
la Cabeza, ha hecho realidad y ha llevado eso tan manido como ‘la imaginación
al poder’ y digo ¡que la han llevado!, han conseguido lo que quizá en otros momentos,
no se habría alcanzado…
Se han traído a la patrona – hace
un montón de años que no venía la imagen de la Virgen de la Cabeza en la
parroquia – y la han entronizado en el altar mayor. Yo, ya de entrada, les digo
que no la he visto nunca. Por cierto, lucía preciosa. La imagen pequeña, una
talla de José Navas-Parejo Pérez, presidiendo la magnitud del retablo… De
verdad, que uno ha visto cosas bonitas, pero esa… Hay que descubrirse ante tan
buen gusto.
Luego, hicieron público el
recibimiento de dos regalos. Manos primorosas de artistas, de dos artistas, lo han conseguido. Juan
Cristóbal Pérez García y Juan José Postigo, dejaban muestras de lo que llevan
dentro. Cristóbal, ha donado un cuadro con la imagen de la Virgen; Juan José,
el primor de su bordadura en unas sayas….
A la Virgen de la Cabeza se le da
veneración y culto en la ermita de Santa Brígida en la barriada de la Estación
desde 1557 en que fundó capellanía en
ella el venerable Bartolomé Jiménez de Puebla. Se le procesiona el último
domingo de abril por las calles de la barriada a la que sirve de lazo de unión,
devoción y apoyo a su fe.
Este año – el pasado, también –
se han suspendido los actos externos. La Hermandad – ¡qué labor Ana y Maribel,
y los demás, estáis haciendo! – se han traído los cultos a la parroquia. Todo
arrancó una noche de abril con un perfume diferente, con ese aroma que solo
desprende el amor por lo que se quiere mucho….
domingo, 18 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. A vueltas con el castillo
Hace unos ‘artículos’ te dejé en
la explanada del castillo. Cuando hayas terminado – te digo - de escudriñarlo por dentro, si me lo permites,
bajamos juntos. Ahora lo haremos por un lugar distinto, por la calle del Carril.
Pero antes te informo que hay una
tercera bajada por entre lo que fue suelo del castillo, y hoy el lugar pide una excavación seria, ordenada,
guiada por quien puede saber de estas cosas. Pienso en la Universidad de Málaga,
pero me da la impresión que los departamentos pertinentes, no están por la
labor, pero eso para otra ocasión.
Te cuento, cuando yo era
muchacho, Antonio Suárez, que entonces estudiaba Historia en Granada trajo, en
una excursión de estudios al profesor Arribas Palau. Giró una visita y nos dijo
muchas cosas, entre otras, que a mí se me quedó muy grabado: “aquí hay restos
de tégulas iberas con solo tocar el suelo…” El profesor no volvió, más; de los
expoliadores que no han faltado desde entonces, no te digo lo mismo.
Ese trozo de tierra era un
recinto interior cerrado. Un poco más hacia el caserío aún queda un resto de
muñón de la muralla, trozos esqueléticos de lo que fueron torres albarranas…
Mucho material desperdigado, y que el tiempo devorará como suele hacerlo con
todo lo abandonado.
Hace unos años, en un tiempo un
tanto lejano, se hicieron excavaciones. Apareció un aljibe de considerables
dimensiones. Según los expertos que trabajaron el asunto, ese era el lugar
donde la primitiva Iluro tenía su asentamiento.
Entonces, el castillo aún era
Cementerio por lo que la excavación – a ambos lados de la muralla – tenía que
ser interrumpida porque se adentraba en el lugar sagrado. Solo quedó al aire
libre una parte. Los arqueólogos afirmaban que de continuarlo podrían
encontrarse cosas muy interesantes para los que damos en gozar con estos
hallazgos.
Al poco tiempo, los cafres de
turno lo llenaron de ruedas de bicicletas viejas, latas, basura, chatarras, cajas,
cartones… La Corporación Municipal, asesorada por los expertos, con buen
criterio decidió cubrirlo con arena y evitar el vandalismo al que lo sometían.
El hecho quedó ubicado, señalizado y recogido en la Carta Arqueológica de
Álora. Somos muy pocos quienes conocemos el lugar y podemos señalarlo con
precisión. Si alguna vez tienes interés con mucho gusto te lo indico…
sábado, 17 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Plácido, el hombre cabal
Plácido Fernández Viagas, primer Presidente de la Junta de Andalucía en 1978, es hoy un hombre casi olivado en
su tierra y un desconocido para la mayoría del pueblo español. Su nombre solo
aparece en el repaso de las hemerotecas y entre algunos militantes del Partido
Socialista como alguien de un pasado muy remoto en los albores de la Transición.
Como “comprometido, rebelde y
honrado” lo define la doctora en Historia Contemporánea, Lola Villar Lama que
acaba de publicar una biografía política, “Andalucía. Una cuestión de justicia”,
su tesis doctoral, sobre este hombre crucial en el echar a andar de la
Democracia en Andalucía. La obra está editada por el Centro de Estudios
Andaluces dependiente de la Consejería de Presidencia.
Lo presenta la doctora Villar
Lama como un socialista liberal, muy honrado, de una formación muy sólida, de
hondas raíces cristianas adquiridas en su formación ‘marianista’ y de una
convicción profunda basada en su sentido de la justicia social.
Él era consciente de que su paso
por la política sería breve. Se definía como autonomista, españolista y nada
andalucista. Su idea de la claridad con que debía hablarse al pueblo – a él le
interesaba el pueblo andaluz por dentro – no iba a ser aceptada por todo el
aluvión político que se avecinaba.
En el mitin de Alcalá -1977-
expresó su sentido de hombre cristiano y expuso su verdad, en el fondo era la
verdad del pueblo que aquellos momentos lo escuchaba y que esperaba la mano de
ayuda para salir de un estancamiento en la injusticia que duraba mucho tiempo.
Lo llama – al parecer le
gustaba llamarse así – como un andaluz de Tánger, padre de familia numerosa que
se acercó a la sociedad a través del servicio, como Juez en diferentes puestos
en La Palma, Tenerife, Cádiz y Sevilla, como político, en el Senado y en la
Junta de Andalucía y otra vez, posteriormente, en el Poder Judicial o en
Tribunal Constitucional.
ABC, en su edición de Sevilla,
acaba de publicar una extensa reseña de la obra, así como palabras muy directas
de la autora, Lola Villar, donde manifiesta que fue el profesor Moreno Alonso
quien influyó para que se decantase por el estudio sobre Plácido Fernández
Viagas y no Julián Marías como era su intención primera.
viernes, 16 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. ... Y Sevilla
Soñar con Sevilla no es difícil.
Nos tiene este puñetero bicho encerrados en eso que han dado en llamar
confinamientos perimetrales de pueblos, de provincias - mi hija María me dice
que, en Cataluña donde ella vive, ahora los van a confinar por veguerías – por Comunidades
Autónomas. La releche. Y Sevilla esperando para recoger los sueños en mantilla
de nácar.
¡Lo que yo daría por haber podido
ver el paseíllo de Morante en la Real Maestranza! Y escuchar esos clarines sin
timbales y ver cómo se abre el portón para que aparezca lo que viene de
Zahariche donde creció - ¿es colorado, negro zaíno, cárdeno, tostado, castaño,
sardo, salinero…? -comiendo margaritas y jaramagos de otras primaveras… ¡Lo que
yo daría por poder ver esa media imposible a un toro al que por ser como es, no
pide esa medida…!
Sevilla en primavera, con los
jacarandás en flor, con el azahar en plena ebullición de aromas que atrae a las
abejas, y el río que viene de Cazorla y se va para Sanlúcar, donde decía don
Antonio Machado que lo veía morir… Sevilla que le dice adiós - ¿o hasta luego?
– a los barcos antes que Coria y La Puebla, Isla Mayor, la Marisma…
Sevilla de buganvillas moradas,
lilas, violetas… en Santa Cruz, y rosas en los jardines de los Reales Alcázares
sin que esté Joaquín Romero Murube de guardián, de donde el embrujo sale de
paseo por las noches, cuando se asoma la luna por calles angostas, de suspiros
que se escapan de lo más hondo, y escuchar de madrugada las campanas de la
Giralda que se cuelan por los balcones del Doña
María…
No se las andan por los escalones
de la catedral los pedigüeños de canceles de iglesias, ni Rinconete y
Cortadillo que saben de los barcos que llegaron la tarde anterior de América….
No hay canónigos que vienen de cantar vísperas, ni sueñan con cargos opulentos.
No está Martínez Montañez con la gubia tallando la humanidad de Dios en su
Cristo de la Clemencia. No, no, pero yo la sueño
Es otra Sevilla. Aguarda con la
primavera asida con alfileres a que revienten los geranios, porque: “todas las primaveras / tiene Sevilla /
una nueva tonada / de seguidillas /
nuevos claveles / y niñas que por mayo / se hacen mujeres”… Lo
dejó dicho, otro Machado, don Manuel.
jueves, 15 de abril de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Poetas Andaluces
Antonio García Barbetio (en el centro) acompañado de Lorenzo Marcos, José María Lopera y Sonia Ramos, edil de Cultura del Ayuntamiento de Álora.
Corren tiempos donde se valora
más la comida basura, que la elaborada a golpe de tiempo y receta que viene de
viejo. Damos más aceptación a lo hecho con la novedad de la importación, que a
la olla hirviendo en el fuego de leña de olivo que se regastó, una y otra vez,
hasta que tuvo el momento óptimo.
La televisión nos invade con
series donde la ficción es tan falsa, que cuesta hasta creer los argumentos que
exhiben. Casi todo oropel que no aporta nada, hasta el punto que el mejor
destino es el olvido.
Pasa algo parecido con la radio.
A veces, recorremos el dial del aparato del coche a ver si aporta algo de
compañía que merezca la pena, mientras se devoran los kilómetros por las
carreteras de esta tierra nuestra, y casi con mucho trabajo se encuentra algo
que aporte….
Hay una excepción. Es por la
noche. Los lunes, a las 11. La emisora Radio Andalucía Información (R.A.I) que
no tiene nada que ver con la cadena italiana. No, no. Ésta, según proclaman, es
“la nuestra”. Pertenece al Grupo de Canal Sur.
Han tenido a bien programar una
hora donde dan cabida a la obra de poetas andaluces de todos los tiempos…
Rogelio Reyes Cano, catedrático de Literatura (creo que ya en el tiempo gozoso
de la jubilación) hace la selección. Eva Nápoles, la realización; dirección y selección
musical, de Juan Miguel Vega y Antonio García Barbeito pone la voz. (No les
digo que ahí se pone el sol porque es de noche).
Ante tanta mediocridad imperante,
de sopetón, a esa hora uno se encuentra con algo tan único como este programa
de Poetas Andaluces…
Andalucía, a la que hasta hace un
tiempo se le pedía un Premio Nobel cada cierto tiempo, y miles de emigrantes
cada año cuando llegaba la temporada, atesora un potencial enorme, tan grande
como el océano que la baña por un lado, y tan rico en cultura, como el mar que
se acuna en su playa, por el otro…
La voz de Barbeito, el asesoramiento de
Rogelio, oportuno y único; la música precisa, y una dirección exquisita…,
entonces, precisamente entonces, es cuando se da el deleite con los versos de Gongóra,
Juan, Ramón, Bécquer, los Machado, Lorca, María de los Reyes Fuente, María
Victoria Atencia, Alberti, Cernuda, Alcántara, Altolaguirre... Oigan. No se lo
pierdan. No hay otro.