lunes, 10 de febrero de 2020

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Rescatado del olvido





San Pedro Bautista fue un fraile franciscano martirizado en Japón en 1597. Dicho así parece muy lejano en el espacio y en el tiempo. Una obra exhaustiva y pormenorizada, de Cayetano Sánchez Fuertes OFM, acaba de rescatarlo del olvido. La ha publicado la B.A.C. Madrid 2019, y se ha presentado en San Antonio del Retiro, recientemente.

Este hombre, otro más del Siglo de Oro, nació en San Esteban del Valle (Ávila), “la Andalucía abulense”,  a los pies de Gredos. Pasó por Salamanca donde consiguió formación universitaria, entró en la Orden Franciscana  y se integró en la rama de los alcantarinos, o sea, en los que buscaron la autenticidad de la vivencia del Evangelio. Luego, pasó por México, tres años; Filipinas, donde ocupó cargos de relevancia, y Japón donde desempeñó una labor que adelanta, en varios siglos, la Teología de la Liberación.

Su enfrentamiento con el gobernador de Filipinas es abierto. “Usted le llega a decir, públicamente, en la catedral, tiraniza a los indios, y es responsable de la posible sublevación porque no es justo con ellos”. Dicho así y en aquel tiempo…

Con los jesuitas, en Japón, el enfrentamiento es aún mayor. Les acusa, directamente, de atender solo a las clases privilegias. Ellos – los franciscanos, con él a la cabeza – van directamente a los pobres y a los leprosos, clase maldita, entonces, en aquel país. Su comportamiento es un escándalo en la sociedad. Consiguen que los expulsen pero no obedecen la orden. Su final es la muerte en la cruz, la de él y la de veintiséis compañeros.

La biografía  es una obra muy crítica y muy valiente, diría yo. Está muy documentada y prueba con textos hurgados en un sinfín de archivos todo cuanto se expresa. Trata y compagina lo expuesto por san Juan de Ávila: “hemos de ser amigos de los amigos de Dios”, al mismo tiempo que aborda el problema de la ‘inculturalización’. Es un hombre temperamental que predicaba lo que obraba, es decir, no era un profesional de la comunicación piadosa.

En 2018 la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad doce sitios relacionados con los cristianos ocultos en la región de Nagasaki. Aparece un proyecto de ‘Camino de Santiago japonés’ a imitación del existente en Europa. Todo un reconocimiento. Se ve que la gente del Siglo de Oro no se solía perder en zarandajas.


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