domingo, 27 de octubre de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Tutankamón





Herodoto, padre de la Historia, nació en Halicarnaso. Viajero y geófrafo,  nos dio información de muchos pueblos de la antigüedad. Gracias a conocimos como era Mesopotamia, Egipto, Fenicia…

Herodoto dijo que Egipto era un don el Nilo. Un regalo del gran río. Ese río que viene desde más allá del Sudan y es tan largo, que en su curso, cambia varias veces de nombre. Trae, en sus aguas, limos y sustancias minerales que fertiliza de modo natural todo su curso.

En sus crecidas bañaba las tierras colindantes. Borraba todas las lindes pero suponían riqueza.  Luego, grandes expertos en geometría, medían y devolvían la parte de tierra correspondiente a su sus propietarios.

Egipto estuvo gobernado por reyes-dioses llamados faraones. Cuando éramos niños, y estudiábamos la Historia Sagrada, - la de Herodoto, el griego, no; la otra – supimos algunas cosas de hechos, más o menos novelados, de aquellas tierras…

Un tal José, hijo de Jacob tuvo muchas peripecias en su vida pero que terminó gobernando aquel país; un tal Moisés, rescatado de las aguas y que  llevó a su pueblo hasta la tierra de promisión, “una tierra que manaba leche y miel” (¿bonito, verdad?) y separó las aguas y todas esas cosas.

También supimos que el Ángel del Señor se apareció a José en sueños (otro José, claro) y le dijo, “toma al Niño y a su madre y vete a Egipto porque Herodes anda buscándolo y quiere matarlo”. (¡Ese Herodes tenía tela!) No supimos más de aquellos ¿ahora se llaman migrante, no? La literatura bonita nos hablada de un ciego que en la huida le dio tres naranjas y de otro, mentiroso, (¿estaría pensando en hacerse político?) que le dijo que sembraba piedras y eso…

Entre los faraones que gobernaron la tierra de Egipto hubo uno que sobresalió más que otros. Se llamaba Tutankamón, perteneció a la dinastía de XVIII y reinó casi diez años de 1336 a 1327 a. C. Enfermizo. Dicen que llevo a su país a una cierta normalidad y que dio prosperidad después de unos desastres calamitosos sufridos con anterioridad.

Cuando murió – al parece de malaria – fue enterrado en el Valle de los Reyes. Cuentan que había maldición para los ladrones que profanasen su tumba. Una vez descubierta se produjeron algunas muertes ‘raras’ entre los que había tenido algún contacto con él. Es una leyenda pero ¿y si no lo es?


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