lunes, 28 de octubre de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Menos monos








Miguel Ruiz fue el mejor profesor de Matemáticas que ha pasado por Álora. El orden de los factores importa poco: docente, amigo, generoso. En los tres, excepcional. Siempre contaba un chascarrillo. El profesor pregunta: “¿cuántos monos….?” El alumno responde:

-         Setecientos mil monos…
-         Menos monos.

-         Setenta mil monos.
-         Menos monos.

-         Siete mil monos.
-         Menos monos.

-         Setecientos monos.
-         Menos monos.

-         Setenta monos.
-         Menos monos.

-         Sentémosnos…
-         Ahora, sí; ahora sí arde el puro…

Con esto de las manifestaciones los números de asistencia fluctúan como antes dicen que hacían los precios. Según quién, así es el porcentaje de cuántos asistieron y asintieron con su presencia a lo que allí se vendía.

La cosa, fácil. La calle tiene una anchura determinada. Unos metros. Si se estira la cosa, pues una simple multiplicación, es decir, ancho por largo y a dos personas por metro cuadrado, salvo esas parejas que se quieren tanto que parecen siameses… pero esos no suelen ir de manifestaciones, salen las cuentas
Hay otras que no cuadran. Unas porque quienes se las andan con los números están pegados o porque no interesa el resultado y, entonces, las cosas se pinta de otros modos. O interesa vender la burra.

He leído en un medio de gran prestigio que Atajate, el pueblo más pequeño de la provincia de Málaga con 169 habitantes, contra lo que dicen otros, es el pueblo de mayor nivel económico de España. Sorpresa. Profundizo en la información. Naturalmente depende qué ítems (creo que se llama así) se analicen.

Verán. Un alto porcentaje de vecinos tienen teléfono fijo y móvil. Un ingreso asegurado cada mes. (Cobran una pensión,  lo que se entiende que hay muchos viejos), van de vacaciones (el Imserso tiene mucho que ver en el asunto), se desplazan con frecuencia (claro, al médico a Ronda) o a ver a los hijos que se marcharon a vivir fuera del pueblo (a eso se le llamaba emigración).

Cuando se analizan otros parámetros, Atajate ofrece una belleza excepcional como pueblo blanco de interior y una cantidad de problemas que hace que salga una carcajada que resuena por toda la Serranía cuando se ‘vende’ lo del ‘mayor nivel económico’.

Lo dijo don Ramón de Campoamor, que Dios tenga en su Gloria. “Nada es verdad ni mentira, todo es del color del cristal con que se mira”.




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