Y, entonces, porque Tú tienes
cosas así, decidiste que cada mañana te dejarías ver, primero, desde detrás de
las montañas; luego, con todo el esplendor sobre el firmamento.
Al principio, eras una luz tenue, suave que
extendía su manto. Antes, todo, oscuridad; luego, claridad. El pespunteo lejano y frío de
estrellas se batían en retirada y, Tú, precisamente, en ese momento es cuando
le dices al lucero del alba que es el momento y él, obediente siempre, aparece
solitario y corona las cumbres de los cerros…
Es el momento, también, en que, en otro tiempo, en los establos de vahos calientes se movían
las bestias y las vacas. Los gañanes y
boyeros echaban la pastura antes de
salir para las besanas. Despertaba el campo. Los animales se incorporaban; se
acercaban a las pesebreras. Un puñado,
lo que cabía en la mano cerrada, de cebo – maíz, cebaba, veza - caía sobre la paja. Los animales con los befos
buscaban la molienda; las granzas caían al suelo…
Sobre un caballete cantaba el
gallo mañanero. Era un gallo lorigao
altanero, y apuesto. El gallo más empinado y desafiante del corral. En
otros caballetes había una respuesta a modo de lucha incruenta por ver quién
llenaba el aire fresco de la mañana con su canto. Como un modo de afianzar su
propio territorio.
El cabrero comenzaba el ordeño.
Buscaba las cabras. Las tenía identificadas; las conocía a todas y sabía qué
daban de sí. La ‘mocha’ negra; la ‘cana’ que era muy nerviosa y que no se
estaba quieta; la ‘mona’ que ya iba para vieja; aquella florida que compró en
la feria de Ronda; una ‘veleña’ que casi llenaba de leche el cubo; la rubia que
tenía un chivo ritón…
Y, entonces, Tú, porque Tú
tienes cosas así, te asomabas poco a
poco y el horizonte ya era luz, eras Tú, era tu luz que recortaba la silueta de
los montes y los árboles y, los cipreses entredejaban ver la luz - tu luz - filtrada por entre sus hojas; el cielo se
ponía de otro color…
Bendito seas mi Señor, porque
me dejas ver la luz, tu Luz, cada mañana
y porque te haces luz para todos aunque algunos busquen otra luz…
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