domingo, 20 de octubre de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Brisas






Hay veces que el bálsamo viene envuelto en el mensaje de una canción. Hay veces que ese susurro lo trae la brisa desde lejos y, entonces, por arte de birlibirloque, todo se hace diferente. Hay veces que la tarde se torna gris e invita a interiorizar todo lo que nos rodea.

La veleta de la Vera Cruz – hay otras cruces que también son verdaderas pero esas se escriben con minúsculas porque ¡son tantas…!- apunta al tejado de La Balita y, es entonces, cuando decían los viejos que las previsiones anunciaban que el agua que venía del Estrecho casi tocaba con los nudillos de la mano en la puerta.

Está el campo sediento. Las almas, también. El canto de los pájaros agotan sus notas entre los cañaverales del arroyo. Hay  silencio en los jilgueros. Se han ido las tórtolas, las pocas que han arrullado este verano,  camino de las tierras cálidas de África. Buscan allí otro calor para pasar el invierno.

Apunta este otoño a tensión. A demasiado descontento. Nadie está conforme con lo que tiene. Hay un no sé qué que flota en el ambiente. La brisa del otoño que llega con mucho tiento ni logra pararlo ni darle una salida lógica. Todo está revuelto. Unos contra otros; otros contra no se sabe qué porque si se mira despacio, es muy fuerte la palabra enemigo…

Hay un revuelo de hojas desprendidas de las ramas. Alfombran el suelo. Son las hojas de los árboles de hoja caduca: almeces, plátanos orientales, granados… Algunos árboles se toman  un reposo. Van a cargar fuerzas. Dentro de unos meses, cuando apunte a primavera avisarán. Solo duermen una siesta larga, muy larga.

Vienen de otras tierras bofetadas ruidosas. No se encuentran respuestas. Dejan muchos ‘porqués’ en el aire a los que se busca una explicación lógica. Es difícil la convivencia. Es aún más difícil aceptar que todos podemos tener una parte de la razón. La razón es de todos, hasta de aquellos a los que se la niegan y se les condena al ostracismo y al miedo.

Ojalá llegue la brisa con una lluvia que limpie y aporte algo de serenidad, clarividencia y sosiego. Ya se sabe a lo mejor el bálsamo viene envuelto en el mensaje de una canción de otoño.


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