domingo, 2 de diciembre de 2018

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra madre Loreto





Nunca tuvo la mar chica de Santa Pola una mar tan grande. Ni cuando don Santiago Bernabeu se dejaba a don Antonio Calderón  en Madrid al frente del ‘Real de Madrid’  y se iba con su caña y su barca a pescar en la mar azul.
La mar de Santa Pola está allí desde siempre; la otra, esa en la que buscan sustento algunos hombres, también. Las circunstancias, no. Han venido por mor de muchas cosas.

Temporales. Aires que arrecian de manera diferente en alta mar a como soplan en tierra. Lluvia soltada de la mano y convertida  en aguaceros. Olas  encrespadas. Zarandeo del barquito  - no lo he dicho antes –  ‘Nuestra madre Loreto’.

Un puñado de pescadores, mar adentro. Buscan la pesca de cada noche. En sus redes cae la tragedia humana. Huida desesperada de la miseria.  Sueñan una vida nueva. Está muy lejos, tan lejos que ellos lo dejaron todo y…

Los pescadores rescatan unos náufragos. Dicen que doce. Entre ellos dos menores. El temporal los atrapa. No pueden moverse. Piden ayuda. Se les cierran todos los puertos. ¿Solución? Volver al infierno de Libia.
Hay otro temporal. Está suelto en las mentes de los hombres. Los países del entorno le niegan auxilio. No los quieren. Parias de la mar a su suerte. España, tampoco.


La mar chica de Santa Pola se hace más grande en la plaza del pueblo. Una concentración de vecinos piden respuesta. El patrón manda recado desde el pesquero. Ni víveres ni combustibles. Alguien mira hacia otro lado.  Rechinan en los oídos un montón de preguntas, de porqués, de silencios…  

Han sido días de informaciones llenas de desesperanza, de egoísmos incomprensibles, de actitudes que chocan con eso que se entiende con ayuda humanitaria entre seres perdidos en aguas llenas de tiburones de los que viven en la mar y en tierra.

Ahora, dice la radio que  una patrullera de la Guardia de Costas de Malta los ha llevado a la isla. Negociaciones políticas –algo que se debió hacerse  antes, mucho antes – han encontrado solución. Bien está lo que parece que bien acaba o lo parece.


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