Rosario Weiss Zorrilla, Madrid
(1814-1843). Se desarrolló artísticamente a la sombra de Goya. El pintor
aragonés vivía en la misma casa que Leocadia Zorrilla, divorciada y madre de
Rosario. Al enviudar Goya se traslada a La Quinta del Sordo, en el Cerro
Bermejo, al otro lado del Puente de Segovia y en el camino de la ermita de San
Isidro con Leocadia y su familia – sus
hijos Guillermo y Rosario – como ama de llaves.
Hay un tramado turbio en las
relaciones de Goya con Leocadia. Algunos la consideran amante del pintor e incluso
padres de Rosario. De nada de eso
existen pruebas. Ni desmienten ni ratifican. Solo rumores y habladurías.
Con siete años Rosario aprende
a escribir y a leer. Goya, le pone delante los dibujos; la niña empieza a usar
el lápiz – principal medio con el que pinta -
a la sombra del Gran Genio de la pintura española.
En 1824 Goya, acusado de
afrancesado, se traslada a Burdeos donde permanece la familia hasta su vuelta a
Madrid en 1833. Rosario progresa en los apuntes y esbozos que el pintor
aragonés hacia para que ellas los pintarse, los copiara o los completara.
En 1825 entra en la escuela pública de pintura que
dirige Pierre Lacour en Burdeos. La formación francesa atempera la expresividad de los primeros pasos a la
sombra de Goya dirigiéndolos al trazo
preciso, limpio y ordenado que en aquel tiempo predominaba en Francia
claramente influenciada por la manera de Ingres.
En Madrid, ya de vuelta,
Rosario tiene acceso al Liceo Artístico y Literario cosa inusual para una mujer
en aquel tiempo. Traba amistad con Mesonero Romanos, Zorrilla, Espronceda,Argüelles,
Madrazo... Adaptó su estilo al gusto del Romanticismo español. Desarrolla una
fecunda carrera profesional.
Hace retratos a lápiz de estilo
realista y muy minucioso. Practica el dibujo al natural con apuntes de plantas,
árboles, paisajes y ruinas. Excelente litógrafa. En junio de 1840 pinta una
copia del retrato de Goya. Lo vende a la Academia por 640 reales (160 ptas; o’96
euros, hoy) . Le vale el ingreso en la Academia. En 1842 es nombrada maestra de dibujo de
Isabel II pero muere al año siguiente.
Su necrológica, por ser mujer,
a pesar de su magnitud de artista, no la
recoge la prensa de la época. Murió de cólera antes de cumplir 29 años.
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