lunes, 23 de octubre de 2017

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Don Juan

Don Juan, dicen, que era apuesto, guapo y temerario. Don Juan no tenía obstáculo ni temor que lo frenase. Don Juan era el galán soñado por las doncellas pero insatisfecho siempre;  buscaba otra en su insaciable afán de aventuras.

Don Juan, el que retrató Zorrilla dejó muy clara  sus cartas de presentación en la vida: “Yo a las cabañas bajé, /yo a  los palacios subí / yo los claustros escalé / y en todas partes dejé memoria amarga de mí”. Don Gregorio Marañón nos lo retrató con otras pinceladas y lo dejó como el hombre incompleto: “y a las mujeres vendí”.

No asalta  ya don Juan en los tiempos que corren tapias de conventos. Se han corrido las lindes.  Durante muchos años por la cercanía – ya se sabe muerte, arrepentimiento, infierno y salvación – de Todos los Santos la gente acudía a deleitarse con unos versos de Zorrilla,  conocidos (había quién los recitaba a la par de los actores) y entraba en ‘transito’ con la doncella y el mozo.

El taller de teatro de Dolores Coronada lo va a representar – 3 y 4 de noviembre, a las nueve de la noche -  en el Teatro Cervantes de Álora. No va a ser un ‘Tenorio’ al uso; no. Más de setenta actores bajo la dirección de José Antonio Infante. El montaje, excepcional. La coral de Newcastle – la gestión ha sido de John Chadderton – va a participar en la representación. Algo insólito. Ni el propio Zorrilla pudo soñarlo.

Con esta representación cobran actualidad muchas cosas. No están pasadas de moda. Sí interesan;  la cultura no está anticuada. Ya se sabe: “los muertos que vos matáis / gozan de buena salud, don Luis”.

El taller de Dolores Coronada va a poner, no una pica en Flandes. Va más lejos. Cruza el canal y se trae nada menos que una coral de Newcastle. Eso es ir mucho más allá, y  pone un punto aún más alto, si cabe, en su anual representación de teatro.


Este taller ha representado casi todo el teatro de Lorca. Este año rompe moldes. Algo que será no solo nuevo, sino completamente distinto y, sobre, todo cuando resuenen los versos: “¿No es cierto ángel de amor…? Sí, sí, lo sé;  ya se está respirando amor ¡Qué disfrute, Dios mío, qué disfrute!


La imagen puede contener: 1 persona, texto


No hay comentarios:

Publicar un comentario