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Don Francisco ¿Cuánto lleva de multa pegarle una
par de bimbas a uno que me está importunando
más de la cuenta?
El Juez que lo ve venir:
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Hombre, depende, entre cinco y diez mil pesetas
a criterio del Juez que tiene que valorar los agravantes y atenuantes…
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Pues, váyame usted aforando, diez mil duros…
Otra. Comienzan los matrimonios civiles. Cierto día, desde
la puerta de Lería, ven revuelo de gente vestida con ropa nueva en la puerta
del Juzgado de Paz cuando estaba en la calle Santa Ana.
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Oye, ¿Qué ha pasado en el Juzgado que hay tanta
gente en la puerta?
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Na. Una boda.
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Y, ¿ahí se casa la gente?
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Sí, ahora, sí.
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Y, ¿quién es el cura?
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El cura no lo sé, pero es sacristán es ¡Juanito el de la Fonda”
Tercera. Don Francisco Bueno, Juez de Paz, años cincuenta
del siglo pasado. El juicio está en el apartado testifical. El Ujier abre la
puerta del salón de juicios.
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Don Francisco, los testigos falsos ya han
llegado ¿les digo que entren?
Y la cuarta. El Juez, oficiante en la ceremonia civil, lee con
parsimonia y dándole todo lo suyo, los artículos del Código Civil referentes al
matrimonio. El hombre está nervioso, inquieto, el Juez que piensa que es por la
trascendencia del acto, le dice:
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Calma hombre, calma que este acto es algo muy
importante.
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No, no, si yo no estoy ‘altereao’ es que es la hora del bocadillo, el encargado me ha dado
permiso para venir y si me retraso me lo descuenta luego…
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